JULIO MARCÓ EL FIN DEL REBOTE ACELERADO DE LA ECONOMÍA

Tras el desplome de marzo y abril, mayo y junio marcaron un repunte a una velocidad mayor a la esperada. En julio se terminó esa tendencia y se espera, en el mejor de los casos, una mejora a un ritmo menor. En adelante, la recuperación será a velocidad crucero.

El rebote de la actividad económica se desaceleró, tal lo esperado, durante julio, de la mano del endurecimiento de la cuarentena durante las primeras dos semanas del mes. Según el Índice Mensual de Actividad (IMA), de la Fundación Germán Abdala (FGA), hubo mejora respecto a junio pero fue de “apenas” 1,5%. Así, el rebote de gran magnitud de mayo y junio encontró cierta moderación y en adelante se espera que continúe con números relativamente discretos, que prolongarían la salida del pozo.

Los números del IMA fueron publicados por el FGA a través de un informe que señaló: “En julio la economía se contrajo un 11% respecto del mismo mes de 2019, marcando el cuarto mes de impacto pleno de la pandemia generada por el COVID-19. En los primeros siete meses de 2020 se registra un caída anual de 10,9%”.

Y además agregó: “Al observar el indicador en frecuencia mensual sin estacionalidad se advierte que en julio la economía creció 1,5% respecto a junio, lo que marca el tercer mes de incremento desde el anuncio de la medidas de aislamiento en marzo. Luego de la tenue recuperación que la economía venía registrando en los últimos meses de 2019, la pandemia del Covid-19 marcó un abrupto cambio en la tendencia. Como anticipamos, abril conformó un piso dado que en ese momento se produjeron las medidas de aislamiento más restrictivas y generalizadas a lo largo del territorio nacional, las cuales comenzaron a ser relajadas a mediados de mayo”.

Acerca de si realmente el número de actividad de julio marcará un registro positivo en la medición del Estimador Mensual de Actividad Económica (Emae) del Indec, hay discusión. Desde la consultora LCG consideran que habrá una caída de 1%. Y consideran que recién a partir de agosto se retomará el sendero de recuperación, que sería de 1,5% en promedio mensual. Algo similar proyectó la Gerencia de Research del Banco Supervielle en un informe reciente: una baja de 1,1% en julio y luego un ritmo de crecimiento de 2,1% hasta fin de año, terminando el 2020 con una caída de 11,4%.

Para Eco Go, julio será un mes de variación nula respecto a junio. Un 0% que será la antesala a un rebote más progresivo, en línea con el levantamiento de la cuarentena. Proyectan, para la totalidad del 2020, una caída de 11,3%, sujeta a novedades en inflación y potenciales medidas de control de importaciones por parte del Gobierno.

Desde la consultora Econviews consideran que julio fue positivo aunque, en línea con la FGA, destacan que será una variación mucho menor a la de junio, cuando según el Indec la economía trepó 7,4% y acumuló en dos meses un repunte de 17,8%, tras el histórico desplome de 26% en marzo y abril. La consultora mejoró su proyección para el 2020, considera que la contracción será de 11,6% en promedio pero que la actividad retomará los niveles del 2019 recién en 2023. Lo que se dice un rebote lento.

La economía, por supuesto, opera hoy bien por debajo de los niveles previos a la pandemia. Si el Indec corrobora una suba de 1,5% en julio, en línea con el IMA de la FGA, eso implicará que la actividad todavía está 11,5% por debajo de los niveles de febrero, antes de que apareciera el primer contagiado en Argentina. Eso seguirá así por un largo tiempo.

El informe publicado por el Banco Supervielle alarga la proyección a todo el 2021, con un crecimiento promedio mensual de 0,2%. El arrastre estadístico permitiría un interesante repunte de 8% promedio durante el año que viene, si eso se verificara. Aún así, la actividad arrancaría el 2022 por debajo de los niveles de febrero.

La economía local llegó a la pandemia con una recesión de larguísimo plazo. Dos años consecutivos en los que sólo se logró hilar tres meses seguidos de repunte en la actividad económica durante el veranito financiero del 2018-2019 (diciembre-enero-febrero). Tras la fuerte V incompleta que mostró por ahora la economía en cuarentena, la actividad volvería a un ritmo a mínima velocidad, aunque la expectativa es que la dirección sea hacia la salida del pozo. Hacia completar la V, con una forma parecida a la del símbolo de la raíz cuadrada, y luego sí comenzar a crecer en forma genuina.

Y eso si no aparece una vuelta atrás en la cuarentena. Desde el Grupo de Estudios de la Realidad Económica y Social (Geres), destacaron: “En adelante, probablemente continúe un progresivo repunte del nivel general de actividad desde el piso de abril, con lo cual el PIB podría cerrar el año con un descenso promedio cercano al 12%. Escenario sujeto, por supuesto, a que no se deteriore la situación sanitaria a un punto tal que obligue a retornar a una cuarentena más estricta”.

BAE Negocios


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