Tras el golpe electoral dado por los argentinos al oficialismo en las PASO, el Presidente no reaccionó y generó consecuencias negativas en la economía, como el desplome de los mercados y una fuerte devaluación del peso.

Mauricio Macri -que a esta altura sepultó su proyecto de reelección- como si fuera un “chico caprichoso”, no tomó ninguna medida en las primeras 24hs para proteger los salarios y mantener los precios de alimentos y tarifas.

Macri priorizó adrede al mercado sobre las políticas económicas; dejo subir el dólar un 25% en un solo día, sin usar los instrumentos del Estado para impedirlo o moderarlo, afectando principalmente a quienes menos tienen. Las industrias alimenticias dejaron de vender alimentos básicos como harina y aceite, y obligó a algunos comercios a subir los precios.

Una suba tan fuerte es castigo y amenaza para el pueblo que decidió votar a la fórmula del Frente de Todos. Un comportamiento irresponsable movido por la ira, indigno de un Presidente, como el de un niño que juega al fútbol y lo quieren mandar al banco.

Fuente: La Izquierda Diario