PARA EL FMI, LA ECONOMÍA MACRISTA ESTÁ ENTRE LAS PEORES DE TODAS

La evaluación de la economía argentina en el Panorama Económico Mundial del FMI la ubica como la séptima recesión más profunda del mundo y la tercera con más inflación. El pesimismo del Fondo se extiende al 2020, con un retroceso del Producto de 1,3 por ciento.

El Fondo Monetario Internacional proyecta una contracción de 3,1 por ciento para Argentina en 2019. Apenas un año y medio después de recibir el préstamo más grande en la historia del organismo e implementar un tradicional programa de austeridad y reformas, el país registrará la séptima recesión más profunda del planeta. La caída que experimentará el país solo será superada por el desplome en Venezuela, Libia, Irán, Zimbabue, Nicaragua y Guinea Ecuatorial. La cifra representa una revisión a la baja de 1,8 puntos porcentuales frente a la caída de 1,3 por ciento prevista en la revisión del acuerdo que durante julio alcanzó para habilitar el último desembolso del crédito. El pesimismo del Fondo equivale a una reducción del 138 por ciento en sus previsiones para la marcha de la economía.

El Panorama Económico Mundial del FMI estima que, como consecuencia de la disparada en los precios registrada a lo largo de los últimos meses, la inflación escalará a fin de año hasta el 57,3 por ciento. El impulso de las sucesivas corridas cambiarias convertirá a la Argentina en el tercer país con más inflación de todo el mundo en 2019 solo detrás de Venezuela y Zimbabue. La desocupación trepará, por su parte, hasta el 10,6 por ciento de la mano de la destrucción de empleo y la caída en el nivel de ingresos.

Al organismo multilateral encabezado por la economista búlgara Kristalina Georgieva no muestra entusiasmo por el recambio presidencial, pero espera un menor caída del PBI y la desaceleración en la suba de precios. El principal acreedor individual de la Argentina pronostica que durante 2020 la actividad económica retrocederá 1,3 por ciento y la inflación alcanzará el 39,3 por ciento al terminar el año.

El documento presentado esta mañana en el marco de la asamblea anual del FMI en Washington propone a los países emergentes como Argentina implementar un conjunto de reformas estructurales para volver a crecer. Flexibilización laboral, apertura comercial, privatizaciones, menores controles en los mercados y desregulación cambiaria componen el paquete de transformaciones que, según promete la nueva conducción del organismo multilateral, resultará en más crecimiento económico.

Argentina es presentada como uno de los países que, a lo largo de las últimas décadas, implementaron un amplio programa de reformas sin lograr los resultados prometidos, pero el documento no incluye sugerencias para ninguna economía en particular. “En algunos casos puede haber sucedido que las ganancias de las reformas hayan sido anuladas por episodios adversos como shocks macroeconómicos o políticas equivocadas. Un ejemplo es la sobrevaluación del tipo de cambio y el colapso de la convertibilidad en Argentina”, indica el FM. El informe lamenta además que tras la crisis de la convertibilidad algunas reformas hayan sido revertidas.

El mundo

El FMI advierte que la marcha de la economía mundial registra una desaceleración sincronizada que marcará un crecimiento promedio del 3 por ciento en 2019, el más lento desde el estallido de la crisis financiera internacional. El próximo año el nivel de actividad mejorará 3,4 por ciento aunque ese guarismo representa un recorte de 0,2 puntos frente a la proyección anterior. “El dramático deterioro en las condiciones macroeconómicas observado entre 2017 y 2019 en un pequeño grupo de países bajo presiones muy severas (en particular Argentina, Irán, Turquía y Venezuela) es responsables de la mitad de la caída en el crecimiento global de 3,8 a 3,0 por ciento entre 2017 y 2019”, sostiene el FMI al precisar que esas mismas economías junto con México, Brasil y Rusia explicarán el 70 por ciento de las mejoras en 2020. La excepción es Argentina. “Se proyecta que la economía argentina se contraiga de nuevo en 2020 pero menos que este año”, indica el organismo multilateral que puso en stand by la transferencia del desembolso por 5400 millones de dólares prevista para mediados del mes pasado.

Argentina es presentada por el FMI como una de las excepciones para la reducción de los aumentos de precios asociada al estancamiento global. “Las pocas excepciones para esta amplio patrón de desaceleración son las economías donde grandes devaluaciones presionaron sobre los precios domésticos como en Argentina o en aquellos donde existen faltantes de productos esenciales como Venezuela”, indica el organismo al referirse al reciente impacto del salto en el tipo de cambio sobre los precios.

A contramano del extendido diagnóstico que realizan los economistas del gobierno sobre las causas de la inflación y las recomendaciones del organismo para controlarlas, el reporte del Fondo enfatiza que “la inflación se incrementó de la mano de la depreciación del peso”. Así espera que el promedio de los aumentos sea un 54,1 por ciento mientras que la inflación acumulada este año alcanzará al 57,1 por ciento. Para 2020 los expertos del organismo anticipan que la suba promedio se mantendrá elevada al marcar 51 por ciento pero que terminará en 39,4 por ciento. 

(De Página/12)

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