Un peritaje profesional realizado por un prestigioso estudio caligráfico reveló al menos 1600 irregularidades y anormalidades en las anotaciones de Oscar Centeno, el chofer arrepentido del exfuncionario de Planificación, Roberto Baratta. ¿Quiénes metieron la mano en los cuadernos y por qué?
La defensa de Armando Loson, expresidente de Albanesi SA, presentó este viernes en Comodoro Py una denuncia penal explosiva que podría implosionar la causa Cuadernos, al presentar un peritaje realizado por el estudio Latour, donde se expone que en las anotaciones de Centeno existen al menos 1600 alteraciones al texto original.
El peritaje, que fue realizado sobre las certificaciones digitales de los cuadernos originales, contiene 5 cuerpos y que será aportado esta semana en el juzgado del juez Martínez de Giorgi. Allí los especialistas de Latour dejan constancia que existen 1.373 “sobre escritos”, 195 correcciones con líquido corrector (liquid paper) y la visualización de al menos 55 enmiendas o testados, entre otras anomalías, que tuvieron como objetivo involucrar a distintos empresarios en el presunto entramado de corrupción y retornos en el sistema de obra pública durante la gestión kirchnerista.
Una de las anotaciones donde quedan expuestas estas irregularidades se da en el cuaderno número 7, uno de los 4 que apareció a pocos días de las elecciones generales de 2019. Según esa anotación, el 25 de julio de 2013, Centeno señaló que a las 12.20 fue desde el ministerio de Planificación hacia una dirección, Alem 855, dirección donde quedaba el domicilio fiscal de la firma Albanesi, Odebrecht y Oil Combustibles. La particularidad es que allí se puede observar una clara corrección con liquid paper: la dirección original era otra y fue enmendada para hacer figurar Alem 855, al igual que otras correcciones de carácter menor, como el reemplazo de la “ll” por “y” en la palabra yendo, o la o por la a en el artículo “la”.
Con relación a este punto, los expertos, peritos de parte de la defensa de Loson, remarcaron: “Se observa en los escritos estampados sobre lo que se describe como “corrector” o “líquido corrector” (a modo de ejemplo la dirección “Alem 855”, visualizada en el cuaderno 7 imagen 4067) la invariabilidad de éstos en cuanto a sus formas caligráficas, en relación al restante material estudiado en las imágenes aportadas”.
Otra de las anotaciones objetadas por el peritaje de parte se da en las anotaciones que se corresponden a la fecha 29/08/2013, donde Centeno narra: “Lo llevo a Nelson L. Al Edificio de Alem 855, nos esperaba en la barrera “Armando” quien sube al auto y bajamos al subsuelo y le entregó una bolsa con 300.000U$S (dólares) además dijo Marcelo: “Decile al licenciado Baratta que ya alquilo otra máquina para el trabajo”…”. En la lectura de la anotación, se puede observar que en el lugar en donde dice “Armando”, se encuentra enmendado y se puede apreciar claramente que bajo ese nombre habría otro escrito anteriormente: “Marcelo”.
Pero esa no es la única observación que realizaron los peritos sobre la redacción del cuaderno: según los expertos consultados, la letra con la cual se escribió el nombre “Armando” posteriormente no coincide con la letra original con la que se anotó el nombre “Marcelo” originalmente. Es decir que estas anotaciones posteriores, contaron la participación de un tercero y no fueron realizadas por el entusiasta chofer.
“Las características gráficas plasmadas en el manuscrito “armando” no se identifican pericialmente con las restantes grafias analizadas en dicha documentación, por lo que se advierte un gesto distinto en la ejecución de dicho manuscrito”, detallaron en el estudio pericial.
Además, se puede observar que quien haya corregido el primer Marcelo y lo haya reemplazado por “Armando” se olvidó de corregir la segunda referencia al nombre propio en dicho cuaderno, por lo que tan solo dos renglones más tarde queda expuesta la burda corrección:
Más adelante, en el mismo cuaderno, se repite el mecanismo: cuando se hace referencia al nombre Armando, en alusión al entonces titular de Albanesi S.A, se puede percibir nuevamente que el nombre está enmendado y reemplaza otro, que se trataría otra vez del tal “Marcelo”:
Sobre este punto, Loson denunció que en los días previos a la estruendosa aparición de los cuadernos de la corrupción, se dieron llamadas al conmutador de su firma para corroborar si existía algún “Marcelo” entre el personal jerárquico de la empresa: “Esta situación se sucedió una, o dos veces, hasta que la persona que atendió los llamados informó a la persona que llamaba, que la iba a comunicar con el Gerente de Recursos Humanos de la empresa para que evacuara la duda. A partir de eso, las llamadas cesaron por completo”, describió el empresario en el escrito presentado el viernes en Comodoro Py.
Por estas y otras irregularidades es que la defensa de Loson solicitó ante el juez Martínez de Girogi la realización de una pericia scopométrica caligráfica y grafológica sobre los cuadernos originales de Centeno, algo que, increíblemente, todavía no fue realizado en la causa original de Cuadernos, que se encuentra elevada a juicio oral aunque sin fecha de inicio.
Otras correcciones que destaca el peritaje de la defensa de Loson:
PLANA 4102: Se aprecia lo que sería una modificación al texto originalmente estampado, con lo que pareciera líquido corrector o similar en la palabra “viajes especial”.
PLANA 4037: Se aprecia lo que sería una distinta tonalidad cromática en las tintas utilizadas en este caso en la frase “y María fue a cenar con él”.
d) PLANA 3919: Espaciados irregulares
e) PLANA 3957, 4078 y 4102: Enmienda, sobre escrito e interlineado.
Ejemplo de palabra borrada presumiblemente con líquido corrector y sobre escrito un nombre.
La denuncia presentada por el empresario será ratificada en sede judicial esta semana y podría significar un duro golpe al caso cuadernos, ya que de confirmarse que existieron tachaduras, modificaciones y hasta intervenciones de terceros en las supuestas anotaciones de Centeno los pedidos de nulidad de los imputados caerán masivamente ante el Tribunal Oral Federal número 7, que hace pocos meses confirmó la validez de los testimonios de los empresarios arrepentidos pese a que sus declaraciones no contaban con ningún respaldo en formato audio o audiovisual.
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