El rompehielos de la Armada Argentina llegó el domingo por la noche a proximidades de la base antártica conjunta más austral del país y, horas después, dio inicio a una intensa actividad logística aérea que continuará durante varias jornadas.
Antártida- Tras casi cinco días de navegación desde que zarpó de la Base Antártica Conjunta Orcadas, pasadas las 22 horas del domingo, el rompehielos ARA “Almirante Irízar” embicó en bahía Vahsel, a 8 millas náuticas (aproximadamente unos 14 km) de la Base Antártica Conjunta Belgrano II, que ese día conmemoró 44 años de existencia desde su fundación en 1979.
El rompehielos pudo adentrarse en el borde del pie de hielo fijo de la bahía, que se encuentra frente a esta base permanente, y aproximarse lo máximo posible para facilitar las operaciones aéreas que se efectúan de manera continua, aprovechando al máximo las horas de luz permanente que se presentan en aquellas latitudes extremas durante esta época del año.
Sin embargo, para llegar a la base más austral de nuestro país y la tercera más austral de las bases permanentes del planeta, el “Irízar” tuvo que navegar hacia el sur del mar de Weddell, considerada una de las travesías más dificultosas para cualquier buque por la presencia del campo de hielo. De esta manera, y teniendo en cuenta las imágenes satelitales, el buque logró alejarse de dicho campo de hielo y cruzó el mítico Círculo Polar Antártico demarcado geográficamente por el paralelo 66° 33″ S.
Durante su navegación por el canal costero San Martín y, al aproximarse al témpano gigante A81 que se encuentra en la ruta de navegación del “Irízar” hacia Belgrano II, realizó un vuelo glaciológico que permitió determinar la derrota más segura posible para flanquearlo y navegar con buenas condiciones climáticas y glaciológicas.
Finalmente, el rompehielos pudo embicar al pie del hielo fijo de la bahía Vahsel, sobre la costa Confín en la Tierra de Coats, y comenzar con las operaciones logísticas previstas, a fin de contribuir con las actividades y proyectos previstos en el Plan Anual Antártico.
Con los helicópteros Sea King, a cargo del Grupo Aeronaval Embarcado (GAE), se desplegó inicialmente hacia la base al Grupo Playa, eslabón clave y nexo entre el buque y la base en cada maniobra de descarga y carga de material, para luego desembarcar a la dotación entrante de Belgrano II y el personal científico y técnico de la Dirección Nacional del Antártico (DNA) que efectuará las tareas planificadas durante el tiempo de permanencia del “Irízar”.
Por último, dieron inicio las operaciones de descarga de todo el material necesario para que la dotación tenga todos los elementos necesarios para vivir y trabajar durante más de un año, hasta que sea replegada durante la próxima Campaña Antártica de Verano (CAV).
Mientras el rompehielos arribaba al sur del mar de Weddell, el aviso ARA “Estrecho de San Carlos” regresaba a Ushuaia para reabastecerse, tras haber efectuado operaciones logísticas en las Bases Antárticas Conjuntas Petrel, Esperanza y Carlini. Simultáneamente, el transporte ARA “Canal Beagle” fondeaba en Bahía Discovery para realizar el traspaso de carga al aviso ARA “Puerto Argentino”, que participa de la Patrulla Antártica Naval Combinada (PANC).
Abastecer a la base más austral
Cada vuelo es de suma importancia para poder completar el despliegue y repliegue de las cargas, tanto científicas como logísticas, hacia y desde la Belgrano II ya que, dada su posición geográfica, instalada sobre el nunatak (roca que aflora en un glaciar) Bertrab, sólo puede ser abastecida en su totalidad por vía aérea.
Durante el tiempo de estadía, el rompehielos funcionará constantemente como plataforma de decole y anavizaje de los helicópteros Sea King que, como parte funcional del buque desde su primera CAV en 1979, participan una vez más para concretar el abastecimiento a esta base permanente.
Esto, a su vez, implica una dedicación extrema e incesante del personal de bodega y cubierta de vuelo, que alista todo el cargamento en chinguillos (redes para carga) para ser subidos con grúas hasta la plataforma de helicópteros, donde se aseguran en el guinche de la aeronave para trasladarlos hasta la base, donde son recibidos por el Grupo Playa.
Esta operación se repetirá durante días hasta completar la descarga de toneladas de carga general, materiales de construcción, carga frigorizada, gasoil antártico (GOA), lubricantes, anticongelantes, naftas, tubos de gas, de nitrógeno, de helio y oxígeno, entre otros elementos.
Cabe destacar que Belgrano II, por estar próxima al Polo Sur –a 1.300 km– solo puede ser abastecida durante el verano mediante un buque con casco reforzado que opere aún ante la presencia de campos de hielo. Asimismo, a diferencia de otras bases antárticas argentinas, a ésta y a la base antártica conjunta San Martín, el rompehielos llega una sola vez durante cada CAV, por estar posicionadas al sur del continente blanco.
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