enelSubte dialogó con Ester Litovsky, Directora de Planeamiento Estratégico de Emova. Balance y desafíos del primer año y medio de gestión de la empresa al frente del Subte, el impacto de la pandemia y la caída de la demanda. Su rol en la UITP y el papel de las mujeres en el sector del transporte.
enelSubte (eeS): ¿Qué balance realiza acerca de este primer año y medio de gestión de Emova al frente del Subte? ¿Qué desafíos cree que enfrenta la red de cara al futuro inmediato?
Ester Litovsky (EL): Este primer año y medio de gestión ha sido muy positivo para Emova, ya que comenzó con la implementación de muchas de las mejoras que el sistema necesita. Las circunstancias generales que se están viviendo en el país no son fáciles, entre otros temas, por la inflación y las dificultades para importar insumos, que se requieren para realizar el mantenimiento de los distintos sistemas, pero aún en estas circunstancias, es mucho lo que se ha podido avanzar. Adicionalmente, durante los primeros meses de esta gestión también la pandemia ha sido un desafío importante, afectando la normal prestación del servicio y provocando una reducción de la demanda, que se mantiene aún hasta nuestros días.
El principal desafío de cara al futuro es poder recuperar la demanda pre pandemia y aún superarla, y que las condiciones generales del país acompañen, para poder seguir implementando las mejoras y modernización que el Subte necesita.
eeS: Respecto de esto último, recientemente se conoció que el Subte transportó en 2022 un 32% menos de pasajeros que en 2019, el último año previo a la pandemia. ¿Qué evaluación hace de esta situación y qué medidas cree que se podrían tomar para revertirla?
EL: Efectivamente, la demanda se ha estancado en un nivel cercano al 30% por debajo de la demanda del año 2019. En este sentido, estamos a un nivel similar al de la mayoría de los Metros de América Latina, e incluso de todo el continente americano. La principal causa es el teletrabajo, que en las principales ciudades se mantiene en varios días por semana, al igual que el estudio y muchos trámites y consultas médicas que se realizan en forma virtual.
Lamentablemente, no ocurre lo mismo con el auto particular, que, tanto en Buenos Aires como en muchas otras ciudades del continente, están a un nivel similar al del año 2019, o incluso lo superan.
La forma de revertir esta situación es seguir trabajando para mejorar la calidad del servicio. Con ello, no se revertirá el nuevo hábito del teletrabajo, pero se puede lograr que usuarios del auto particular, cansados de la congestión y de los elevados costos de operación de sus automóviles, migren al transporte público, especialmente al Subte, en la ciudad de Buenos Aires.
eeS: Habiendo desarrollado una carrera profesional estrechamente vinculada al Subte, ¿cómo es desempeñarse en una institución internacional como la UITP?
EL: Trabajo en temas de transporte público desde hace más de cuarenta años y en el Subte más de treinta y tres años. Toda mi vida profesional la he dedicado al transporte público masivo, con enorme pasión, con la voluntad de mejorar la calidad de vida de las personas y tener ciudades y países más sostenibles, con mejor productividad y eficiencia.
Para hacerlo de la mejor manera, desde Metrovías (la empresa concesionaria del Subte de Buenos Aires y la línea suburbana Urquiza desde enero de 1994) y ahora también desde Emova (concesionaria del Subte desde diciembre de 2021), hemos participado en todas las asociaciones de transporte internacionales, de una manera muy activa, dado que siempre tuvimos claro que la mejor forma de aprender a hacer las cosas de la mejor manera, es siendo parte de estos organismos internacionales.
Por esto, participo de COMET (Community of Metros Benchmarking Group, coordinado por el Imperial College de Londres) del cual soy miembro del Comité Ejecutivo, también trabajo activamente en Alamys (Asociación Latino-iberoamericano de Metros y Subterráneos), coordinando el Comité de Planificación, y en UITP, asociación a la que accedí a la Presidencia de América Latina en 2021, con mandato recientemente renovado hasta 2025, desempeñándome asimismo como Vicepresidente de UITP internacional.
Este importante cargo en UITP, representa para mí un enorme orgullo, ya que me permite desarrollarme como embajadora de la movilidad sostenible en América Latina y en el mundo en general.
eeS: En el ámbito del transporte, las mujeres continúan siendo minoría frente a los hombres, tanto en puestos de gestión como en el resto de la actividad. ¿Qué cree que hace falta cambiar para que más mujeres se incorporen a la actividad?
EL: El transporte es una de las actividades que tiene menor participación de mujeres en el mundo entero, y así fue reconocido por la Comisión Europea en el año 2022, al desarrollar un estudio que concluyó en que el sector del transporte es uno de los sectores de la economía en los que la incorporación de la mujer al mundo laboral resulta más difícil.
De acuerdo con el estudio, una de las principales razones del desequilibrio de género en este sector es la persistencia de fuertes estereotipos de género. Las percepciones de género sobre algunos trabajos y carreras se desarrollan a una edad temprana (5-7 años). Estas percepciones influyen en las aspiraciones de los niños y niñas y en su decisión de seguir determinadas carreras, y el transporte no está incluido dentro de lo que las niñas perciben como oportunidad de trabajo.
La Comisión Europea desarrolló cajas de herramientas para trabajar desde la escuela con los niños pequeños y sus familias con el fin de romper estos estereotipos. Una segunda caja de herramientas la desarrolló para estudiantes secundarios, en el momento que definen su vocación. Con esto, desde la Comisión Europea y desde la UITP se lanzaron campañas cuyo lema ha sido: “No puedes aspirar a ser lo que no puedes ver”.
Por lo tanto, se debe trabajar en las escuelas para superar el prejuicio de que hay tareas para hombres que no son adecuadas para mujeres. Pero esta acción lleva tiempo, ya que requiere levantar barreras sociales y culturales que están muy arraigadas.
En Emova, el 21% del total del personal son mujeres, porcentaje similar al que se encuentra en las empresas de transporte público de los países más avanzados en temas de género. Pero hay enormes diferencias entre las áreas: el 44% son mujeres en atención al público en las estaciones, el 27% en el área de limpieza, el 26% son maquinistas de subte y el 35% son guardas. Pero en el área de mantenimiento menos del 1% son mujeres. Para revertir esta situación, estamos desarrollando relaciones con universidades y escuelas superiores, colaborando en la promoción de la participación e inclusión de las estudiantes, especialmente en áreas técnicas. También estamos trabajando para establecer prácticas profesionales, ofreciendo la posibilidad de formarse en la empresa, dando prioridad a las mujeres con intereses técnicos.
Se ha demostrado que la presencia de más mujeres en puestos directivos es beneficiosa para las empresas. La creatividad, sensibilidad y capacidad de escucha que aportan las mujeres son un activo importantísimo para las organizaciones, que potencia las visiones del resto del equipo directivo y permite un cambio positivo.
Para el transporte público, la paridad de género permitirá a las empresas ofrecer servicios más atractivos para nuestros usuarios actuales, más aún, considerando que más de la mitad, son mujeres. Esto permitirá también atraer nuevos usuarios, contribuyendo a la movilidad sostenible de nuestras ciudades y a tener países más sostenibles.
EnelSubte