En tiempo récord, Sergio Massa logró la habilitación del primer tramo de 573Km a través de 4 provincias, generando 48.800 empleos directos e indirectos y un ahorro de u$s4.200 millones de dólares anuales al sustituir importaciones e iniciar el camino hacia la soberanía energética.
El lanzamiento del gasoducto Néstor Kirchner será de suma importancia para nuestro país ya que la obra transformará la energía en Argentina. “Le va a aportar a Argentina mayor competitividad a los sectores industriales. Entendemos a la energía como un vehículo para el desarrollo y no como el fin en sí mismo”, manifestó el presidente de IEASA, Agustín Gerez.
IEASA es la Integración Energética Argentina Sociedad Anónima (ex ENARSA), empresa estratégica en la obra. “El decreto fue publicado el 8 de febrero y una obra de esta magnitud lleva 150 o 160 días de construcción, más la compra de caños y los plazos de licitación. Tener una obra de esta magnitud, es un éxito absoluto para nosotros como gestión y para el país que va a gozar con este beneficio”, indicó Gerez.
El gasoducto Néstor Kirchner será un componente medular del conjunto de obras tendientes a ampliar la capacidad del sistema de transporte de gas y optimizar su utilización: permitirán transportar una capacidad final de 39.000.000 m3/día.
Entre los beneficios tendrá la reducción gradual de importaciones de Bolivia hasta reemplazarlo completamente. Abastecer el mercado interno de forma competitiva, sustituyendo totalmente, en una primera etapa, el GNL importado en Bahía Blanca y el uso de combustibles líquidos o Escobar, en una etapa final. Acceder a todas las zonas de demanda doméstica, incluyendo el norte del País y el GNEA. Y reforzar el suministro al área GBA y Litoral con gas natural local mediante ampliaciones eficientes, así como el abastecimiento de la Patagonia y Bahía Blanca sin necesidad de obras adicionales.
El Interventor del ENARGAS, Federico Bernal, señaló que “es la obra de infraestructura más importante desde mediados del siglo pasado”. El funcionario explicó que “el sistema de transporte está prácticamente saturado. No aumentará la producción ni vendrán nuevas inversiones si no se aumenta la capacidad de transporte”, manifestó. “A pesar del salvaje crecimiento tarifario, la expansión se estancó durante el gobierno de Macri”, resaltó Bernal.
Por otra parte, el interventor de ENARGAS señaló que “el uso que se va a dar va a ser el que necesite el país…energía eléctrica, servicio doméstico, industrial, petroquímico. Este Gasoducto va a permitir liberar el Gasoducto que une Vaca Muerta con Bahía Blanca”. En cuanto al ahorro en términos económicos, Bernal explicó que “mediante los datos que viene desarrollando ENARSA, los cálculos que están haciendo y nosotros compartimos, con el precio y la demanda actual, se van a ahorrar 1500 millones de dólares para finales de 2023”.
Por otra parte, el ingeniero y director del Centro de Estudios de Energía, Política y Sociedad, Víctor Bronstein, expresó: “Vamos a tener capacidad de producción tanto para el consumo como para exportar. El gas es la base de muchas industrias y también ayuda a llegar a los hogares”.
La primera escala del gasoducto es Salliqueló, en Buenos Aires, aumentando en 11.000.000 m3/día el suministro a usuarios y usinas de AMBA, reemplazando importaciones de combustibles con gas de Vaca Muerta.
La cabecera del gasoducto estará en Tratayén, provincia de Neuquén, para inyectar desde Vaca Muerta la producción de gas que hoy no puede evacuarse por falta de capacidad de transporte.
La escala final será San Jerónimo en Santa Fe y desde aquí, realizando obras en el actual sistema norte de gasoductos, se podrá abastecer el GNEA, reforzar el suministro de las provincias del NOA y los excedentes poder exportarlos a Brasil.
Fuente: El Destape