ADIF lanzó concesiones para crear un paseo comercial en un área lindera a las vías del Sarmiento entre Flores y Floresta. A la licitación se presentaron empresas que ya manejan otros importantes centros comerciales en la capital. Los vecinos cuestionan la iniciativa, ya que implicaría arrasar con un área arbolada y parquizada que constituye el pulmón verde de la zona.
Días atrás, Trenes Argentinos Infraestructura (ADIF) publicó dos licitaciones para concesionar para usos comerciales por un plazo de 25 años una franja de terrenos linderos a la traza de la línea Sarmiento en los barrios porteños de Flores y Floresta.
Se trata de un inmueble ubicado en la esquina de la Av. Nazca y Venancio Flores, de 1333,89 metros cuadrados, y de otros cinco emplazados sobre la calle Venancio Flores entre Cuenca y Joaquín V. González, que suman 4559,94 metros cuadrados.
El objetivo sería convertir dichos espacios en paseos de compras: a la licitación del primer inmueble se presentó la firma “Nuevo Passeo S.A”, que administra el “Paseo La Estación” de Constitución, mientras que a la del segundo se presentó la empresa “Paseo Viia Santa S.A”, que administra el “Paseo Gran Pompeya”, ubicado sobre la Av. Sáenz. Ambas firmas estarían vinculadas entre sí.
La decisión de concesionar estos espacios es fuertemente cuestionada por los vecinos de la zona, quienes critican “el crecimiento descontrolado de la zona comercial textil de Flores-Floresta”.
Las objeciones se concentran, principalmente, en el hecho de que el tramo de Joaquín V. González a Cuenca corresponde a un corredor parquizado y arbolado, que constituye uno de los pocos espacios verdes con los que cuenta el barrio.
El temor de los habitantes de la zona es que ese espacio público se pierda y que los árboles sean talados, para peor, a cambio de un canon mensual notoriamente bajo.
Si bien es la primera concesión comercial de terrenos que despierta resistencia ciudadana por tratarse de un espacio parquizado, desde hace varios meses Trenes Argentinos (tanto ADIF como SOFSE) viene entregando espacios ferroviarios a distintas empresas, entidades y municipios.
Tal como explicó enelSubte, la ADIF no ha licitado este año una sola obra de importancia y se ha limitado a licitar concesiones comerciales de espacios ferroviarios. Aunque con menor intensidad, la práctica se ha hecho extensiva a la SOFSE, que semanas atrás concesionó para usos gastronómicos el histórico hall de la estación 3 de Febrero de la línea Mitre. A estos episodios se suman las incesantes cesiones de “espacios ferroviarios no operativos” que semana a semana son entregados a título gratuito a diversas asociaciones por las autoridades de SOFSE y ADIF, y aún de la AABE.
El corredor verde que la gestión Marinucci pretende concesionar en Flores es parte de la reserva de traza del Ferrocarril Sarmiento que permitiría eventualmente instalar vías adicionales, extender la trinchera desde Caballito o aun tener espacio disponible para el obrador de un viaducto, todas soluciones que forman parte de la discusión electoral ante el evidente fracaso del soterramiento.
Su entrega sin más criterio que un pequeño rédito comercial a corto plazo no parece haber contemplado siquiera esta posibilidad, que sería central a la planificación de cualquier empresa ferroviaria. Cuando ni siquiera la gestión ferroviaria piensa en el ferrocarril, lo piensan otros: empresarios de ferias, inmobiliarias, municipios. El contraste es especialmente notorio entre la actividad inmobiliaria de las autoridades de Trenes Argentinos y la parálisis en la supuesta actividad central de la empresa: el transporte de pasajeros.
En paralelo también se suceden diversas intrusiones y ocupaciones ilegales en terrenos ferroviarios, sin que las empresas ferroviarias demuestren una rápida capacidad de reacción para frenarlas. Así las cosas, cabe preguntarse, ¿para quién trabaja Trenes Argentinos?
EnelSubte