El Gobierno intentó frenar la jornada de protesta convocada para este martes por la Asociación Trabajadores del Estado (ATE), así como el paro de 48 horas que afectará al Senasa, pero no lo logró. La Secretaría de Trabajo llamó a los estatales a una reunión paritaria en la tarde del lunes y anunció un aumento salarial del 8 por ciento en marzo para la administración pública nacional. Si bien hubo acuerdo con UPCN, ATE rechazó el incremento y confirmó las medidas de fuerza.
“La propuesta del Gobierno es inaceptable. Se trata de una oferta que configura el ajuste más grande que en los últimos años han sufrido los ingresos del sector público. Con esta decisión, el Gobierno empuja a la pobreza a decenas de miles de estatales. Ratificamos todas las medidas de fuerza que están en curso, seguimos demandando la reincorporación de todas las trabajadoras y todos los trabajadores despedidos y la renovación automática de todos los contratos que vencen el 31 de marzo”, dijo el secretario general de ATE Nacional, Rodolfo Aguiar, tras la reunión paritaria que tuvo lugar en la sede de Trabajo.
Este martes, ATE realizará una Jornada Nacional de Protesta, que incluirá a las 12 un acto frente a la Secretaría de Agricultura Familiar (Av. Paseo Colón al 900, CABA). “Vamos a construir trincheras en todo el país para que los trabajadores y las trabajadoras del Estado que sostienen políticas públicas destinadas a las mayorías populares y que reivindican el valor del Estado como nivelador de las desigualdades estructurales del sistema, puedan seguir sosteniendo esas políticas desde un Estado soberano y al servicio del pueblo”, detalló la secretaria adjunta del sindicato, Mercedes Cabezas.
Como parte de los reclamos, y ante la
amenaza de despidos, este martes y miércoles pararán los trabajadores
del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa). Se
prevé que la medida afectará el funcionamiento de los puertos,
aeropuertos y aduanas.
“Estamos viviendo en una Argentina en donde no hay plata para comprar comida, no hay plata para comprar remedios, pero sí hay plata para la represión -advirtió Aguiar-. Es inevitable que se multipliquen las protestas y que crezca la conflictividad en el Estado durante las próximas semanas.”
Página/12