LA INVERSIÓN EN CIENCIA REGISTRA LA MAYOR CAÍDA ANUAL EN 50 AÑOS

Podría alcanzar apenas un 0,222% del PBI después de haber llegado 0,301% en 2023; la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología ejecutó el 1,43% de su presupuesto

La inversión en la “función ciencia y tecnología”, que comprende los fondos distribuidos a todos los organismos (independientemente de en qué ministerio estén alojados), alcanzaba en 2023 a un magro 0,3% del PBI nacional. Es decir, que apenas tres pesos de cada mil se destinaban a la ciencia (o tres centavos de cada 100 pesos). La cifra distaba mucho del 1% fijado como el límite mínimo considerado deseable por la Unesco, y muchísimo más aún, en valores absolutos y relativos, de lo que invierten países que consideramos ejemplares, como Israel (4,9%), Estados Unidos (3,46%), Japón (3,26%), Alemania (3,14%), Francia (2,22%), Corea del Sur (4,93 %), China (2,43%), Suecia (3,30%), Finlandia (2,99%)… e incluso de otros de ingresos bajos, como la India (0,65%).

Pero en un escenario de derrumbe generalizado en todas las áreas, esa cifra no solo no se mantuvo sino que podría llegar a verse recortada en casi un 30% en lo que significaría la mayor caída presupuestaria anual desde que este indicador comenzó a medirse en forma desagregada, en 1972, algo sin precedente.

“Es como una guerra relámpago sobre el sistema: en cinco meses se llegó al mismo nivel de deterioro que se produjo en cuatro años durante el gobierno de Mauricio Macri –afirma Nicolás Lavagnino, que lideró un nuevo informe del grupo Economía, política y ciencia (EPC) del Centro Iberoamericano de Investigación en Ciencia, Tecnología e Innovación (Ciicti), alojado en la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) y la Universidad Nacional de San Martín (Unsam)–. Está ocurriendo en la construcción, en la industria, en el comercio, pero que por su especificidad, en la ciencia es muy delicado. El nivel del comercio se puede recuperar, pero va a costar mucho recuperarse de este retroceso que se genera en el sistema científico-tecnológico. Hay becarios que se van, proyectos que se interrumpen”.

Los números que refleja el análisis del EPC son alarmantes. “La consecuencia de la meta de ajuste fiscal del gobierno significará, para el sistema nacional de ciencia, tecnología e innovación, un retroceso que devolverá a la Función CyT al nivel que tenía en 2019 –escriben–. En 2024, se ajustará lo que al macrismo le tomó cuatro años llevar a cabo. Si bien la caída será más atenuada, el retroceso para el Conicet eliminará los importantes avances de los últimos años, que habían dejado al organismo casi al nivel presupuestario de 2015. El proyecto del gobierno implica situar la inversión en ciencia de 37 a 40 puntos por debajo de los valores de 2015 y desfinanciar al Conicet mediante una inédita caída de 18-22 puntos reales en un solo año”.

Dado que en la Argentina la inversión pública es el principal combustible de la investigación, el impacto sobre el sistema como un todo será demoledor y ya se está viendo en la parálisis en la que se encuentran innumerables grupos de investigación. “En términos históricos, la evolución de la inversión pública en CyT volverá a mínimos que solo tuvo en períodos críticos –agregan–. Tras cuatro años de alza, la “función ciencia y técnica” del Presupuesto de la Administración Pública Nacional volverá a valores propios de 2005, en la crisis pos-convertibilidad, o de 2019, en plena depresión económica. Lo notable de esta evolución es la rapidez con la que procede, marcando la retracción más abrupta de la historia de la Función desde que se mide como tal (1972)”.

Del análisis realizado, surge que debido a la reducción de la inversión en otros rubros, los gastos en sueldos y remuneraciones pasaron del 54,82%, en 2023, al 68,75% del total de lo ejecutado. Pero para agravar más la situación, no solo se prolongó la vigencia del mismo presupuesto del año pasado, sin ajustarlo de acuerdo con el aumento inflacionario, sino que no se están ejecutando los fondos que sí están disponibles. “La variación de la ejecución de la Función CyT en los distintos organismos y programas muestra que el primer cuatrimestre de 2024 presenta una retracción del 20,9% en términos reales respecto del mismo período de 2023 –destacan–. Con la excepción del Banco Nacional de Datos Genéticos, que exhibe un moderado incremento (10,9%), el resto de los organismos cae de manera significativa. (…) La proyección de la inversión en el Conicet apunta a convalidar un descenso a diciembre cercano al 20% real. Otros organismos afrontan situaciones críticas (Conae, CNEA, Agencia I+D+i), con caídas reales por debajo del 20% (…), pero ningún descenso es tan acusado como el de la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología (ex Mincyt), actualmente en la órbita de la Jefatura de Gabinete de Ministros, que cae un 97,9% real: solo ejecutó un 1,43% de su presupuesto”.

Ejecución

“Lo único que se va ejecutando es lo que se refiere a gasto en personal y pequeñas transferencias para proveedores por servicios, como ocurre con los proveedores del Polo Científico –explica Lavagnino–. Algo muy notable es que del programa de federalización de la ciencia y todas las transferencias a las provincias que eran 48.000 millones de pesos, se ejecutó menos de un millón. Las 23 ‘redes de alto impacto’, que eran programas de gran cuantía y cuatrianuales, que exigían realizar cuatro desembolsos, se encuentran en una situación paradojal, porque recibieron el primero a fines del año pasado y ahora no saben qué va a pasar. ¿Cómo programás actividades científicas cuando no sabés si vas a tener algún grado de continuidad en el financiamiento? Para el tipo de actividades que supone el avance de la ciencia, esto es destructivo”. 

Dice el ex ministro Daniel Filmus: “Las proyecciones de lo ejecutado del presupuesto para 2024 muestran que estamos frente a la caída en la inversión más importante de la historia. Esto va a contramano de la Ley de Financiamiento que plantea llegar al 1%.  Es lo que invierten los países que el presidente coloca como ejemplo. Esto implica la paralización de grandes proyectos nucleares, satelitales de bio y nanotecnología, de salud… Pero lo que es más grave aún es que el deterioro de los salarios de los investigadores y becarios, y las restricciones al ingreso a becas y carrera del Conicet producirá un éxodo masivo de nuestros jóvenes que es el principal capital que tenemos. Si no se resuelven estos temas, corremos el riesgo de que se produzcan daños irreversibles”. 

El informe completo está disponible en https://grupo-epc.com/2024/05/23/indicadores-macroeconomicos-de-contexto-cyt-abril-2024/.

El Destape

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