Axel Kicillof advirtió sobre el problema que plantea la implementación de la boleta única de papel en la provincia de Buenos Aires. La ley exige dos urnas y dos boletas separadas si se vota el mismo día para los cargos nacionales y provinciales, lo que generaría una logística compleja. En la Legislatura bonaerense ya se evalúan posibles modificaciones para sortear este desafío.
La provincia de Buenos Aires se enfrenta a un desafío electoral de gran envergadura con la llegada de la boleta única de papel (BUP). Un solo artículo de la ley de boleta única, el polémico artículo 37, dejó a la administración de Axel Kicillof en una encrucijada: ¿cómo hacer para que el nuevo sistema sea viable en un distrito donde se concentran más de 13 millones de votantes? Según la normativa, si se celebran en simultáneo elecciones nacionales y provinciales, los votantes deben realizar el sufragio en dos cuartos oscuros distintos, con dos urnas y dos boletas separadas.
Kicillof no tardó en expresar su preocupación: “El tema es cómo atajamos este quilombo. El Poder Judicial nos dice ‘va a ser un desastre’. Nunca hubo ningún problema para votar en la provincia. Ahora dicen que si sale mal va a ser culpa de la provincia. Minga va a ser culpa de la provincia, el culpable es Javier Milei”, arremetió, evidenciando que los problemas operativos también han escalado en el plano político.
El ejemplo reciente de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) es suficiente para encender las alarmas en PBA. En las PASO de 2023, los votantes de CABA lidiaron con una elección mixta: el sistema de boleta tradicional para las elecciones nacionales y un sistema electrónico para los cargos locales. La jornada fue caótica. Largas filas y confusión en el electorado marcaron el día, y nadie en la administración bonaerense quiere que la historia se repita.
Alternativas sobre la mesa
La provincia se enfrenta ahora a varias opciones, cada una con sus propios costos y complicaciones. Por un lado, se podría optar por hacer las elecciones en el mismo día, pero implementando sistemas separados, lo que implicaría una doble logística de urnas y cuartos oscuros. Esta opción, sin embargo, resultaría costosa y difícil de implementar, especialmente en localidades del interior bonaerense con menor infraestructura.
Otra posibilidad es la más simple en cuanto a ejecución, pero compleja para el bolsillo: desdoblar las elecciones, es decir, organizar los comicios provinciales en una fecha diferente a la de las nacionales. Pero esto podría disparar los costos y requeriría que los ciudadanos bonaerenses concurran a votar dos veces, un esfuerzo que Kicillof intentaría evitar a toda costa. “No se puede jugar con la paciencia de la gente ni con la billetera de la provincia. Esto es una locura”, dicen fuentes allegadas al gobernador.
La última opción implica adaptar el mismo sistema para ambos comicios, de modo que tanto las elecciones nacionales como provinciales se realicen con la boleta única de papel, pero siempre con dos urnas y dos boletas separadas, como establece el artículo 37. Esta alternativa parece ser la más probable y sobre la cual se podría centrar la reforma que ya se debate en la Legislatura bonaerense, pero incluso en este caso, no deja de ser un cambio complejo en el que se necesitaría una coordinación impecable.
Cambio en la representación
El sistema de boleta única de papel trae también cambios en la forma de votar. Hasta ahora, los ciudadanos bonaerenses estaban acostumbrados a la boleta tradicional, donde el listado completo de candidatos aparece en una sola papeleta, dándoles la posibilidad de elegir directamente a todos los nombres propuestos. Con la BUP, los votantes podrán ver solo los primeros cinco nombres de los candidatos en el frente de la boleta. Esta limitación no es menor en un distrito donde se eligen 35 diputados nacionales.
En cualquier caso, el desafío es grande y el tiempo apremia. La Legislatura bonaerense tendrá que debatir y votar una reforma en los próximos días para adecuar el sistema electoral provincial al marco legal de la boleta única de papel que establece la normativa nacional. Si bien el artículo 37 exige las dos urnas y boletas separadas, queda en manos de los legisladores definir si la PBA adoptará una solución que, de alguna forma, minimice el caos operativo que puede avecinarse.
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