POLARIZACIÓN A MEDIDA: ¿QUÉ Y POR QUÉ NEGOCIAN EL KIRCHNERISMO Y CASA ROSADA?

Ambos espacios avanzan en acuerdos clave que incluyen la Corte Suprema, el fin de las PASO y el futuro de Ficha Limpia. Un ajedrez político que redefine las alianzas en el Congreso y podría dejar en jaque a Macri.

Cristina Kirchner está en plena negociación con Javier Milei, el presidente que dijo que pretende poner “el último clavo en el cajón del kirchnerismo con Cristina adentro”. Los nombramientos en la Corte Suprema son solo una de las cuestiones sobre la mesa. Conversaciones que se dan dentro y fuera del Congreso incluyen también el freno definitivo a la ley de Ficha Limpia, la reelección de Martín Menem en Diputados y la eliminación de las PASO, proyecto que el Gobierno incluirá en sesiones extraordinarias y que la expresidenta ve con buenos ojos.

Los movimientos quedaron al descubierto esta semana, con el apoyo de la senadora Lucía Corpacci, vice de Cristina en el PJ, al pliego de Ariel Lijo para la Corte. También con el aporte del bloque de La Libertad Avanza (LLA) para que se cayera en Diputados la sesión de Ficha Limpia, el proyecto que podría dejar fuera de la carrera electoral a la expresidenta. El miércoles que viene se puede sumar el respaldo del bloque de UP a la reelección de Menem en Diputados.

En la mesa de conducción del bloque de UP niegan que haya un toma y daca con LLA por el proyecto de Ficha Limpia. Pero reconocen que, si se hubiera hecho, la sesión habría operado como un parteaguas que habría cancelado cualquier tipo de entendimiento. El jefe de la bancada de UP, Germán Martinez, lanzó una advertencia clara el martes a la noche, en una reunión con Menem y los jefes de todos los bloques. “¿Son conscientes de lo que van a hacer el jueves?”, les dijo, por la sesión de Ficha Limpia. “Si sacan esa ley, se va a romper la relación que con dificultades construimos este año. No pueden dejar a un polo político sin representación electoral, la sociedad nos va a llevar puestos”, agregó, palabras más, palabras menos.

Decidido a sostener la polarización con la expresidenta, Milei dio instrucciones al oficialismo en el Congreso para sacarle el cuerpo al proyecto que impulsan el PRO y la UCR. En la comunión de intereses que habilita la negociación entre el kirchnerismo y la Casa Rosada, hay otro factor de peso. El mandatario y la exmandataria tienen un enemigo en común: Mauricio Macri. Es el que saldría más perjudicado con el fin de las PASO. Sin esa instancia, se vería forzado a someterse en malos términos a un acuerdo electoral con Milei.

Las negociaciones se parecen en muchas ocasiones a una pulseada. Las conversaciones destinadas a cubrir las vacantes en la Corte entraron el miércoles en una fase de juego de la gallina. Después de habilitar, como gesto, la firma de Corpacci al dictamen de comisión para aprobar el pliego de Lijo, Cristina mostró su poder de fuego: logró que el interbloque de Unión por la Patria (UP) emitiera un acta en la que todos sus integrantes, incluidos los que habían firmado el dictamen de comisión, se comprometen a votar en contra de los candidatos de la Casa Rosada, Lijo y Manuel García-Mansilla, si el Gobierno avanza con el plan de designarlos por decreto.

Santiago Caputo, el negociador por la Casa Rosada, mostró los dientes. “Alguien que le avise al Gordo Mayans que si se hace el guapo de nuevo completamos todas las vacantes de la Justicia Federal en comisión. Incluido Procurador, Defensor General, y Defensor del Pueblo”, posteó en la red X @Mileiemperador, una cuenta que se le atribuye al asesor presidencial sin que él haga esfuerzos por desmentirlo. En el interbloque que preside José Mayans, de 33 miembros, advierten que cuentan con 25 senadores en firme para hacer caer eventuales designaciones por decreto, apenas empiece el próximo periodo legislativo. ¿Estarán firmes los 25, incluso para votar en contra de Lijo, un juez que tejió apoyos con la paciencia de un orfebre? Cuentan que él fue determinante para que la jueza electoral María Servini fallara a favor de Cristina en la discusión por la presidencia del PJ. Un dirigente radical al tanto de las negociaciones revela una opción que se puso sobre la mesa: que se apruebe la designación de Lijo y que nombren a García-Mansilla por decreto, mientras se negocia una ampliación del máximo tribunal.

Si bien, en un primer momento, el kirchnerismo intentó que la negociación por la Corte incluyera esa opción, así como las designaciones pendientes en la Procuración General, la Defensoría General, la Defensoría del Pueblo y las vacantes en la Justicia Federal, hoy todo está circunscripto a la cobertura de las vacantes de Elena Highton de Nolasco y Juan Carlos Maqueda. “La cosa es sencilla -blanquea un senador muy cercano a Cristina-: el Gobierno pone a uno, al que ellos quieran, y nosotros al otro”. El Gobierno, por ahora, se planta: los dos o ninguno, dice Caputo, y ofrece abrir una negociación posterior.

En el kirchnerismo avisan que no son tan tontos. La expresidenta aspira a cubrir un puesto vacante con una mujer. Se menciona a la exsenadora por Santa Fe María de los Ángeles Sacnun y a la legisladora porteña Graciana Peñafort. “Las candidatas y los negociadores solo los conoce Cristina”, dice una dirigente que habla seguido con la expresidenta. En el interbloque de senadores de UP hay quienes señalan como negociadores al exviceministro de Justicia Juan Martín Mena y al senador Eduardo “Wado” De Pedro. Ellos lo niegan. ¿Será verdad? Otra pregunta: ¿Por qué Cristina pagaría el costo de aparecer negociando con Milei si ni siquiera así se garantizaría una Corte favorable? ¿Bastaría una sola designación para revertir la condena en la causa de Vialidad? Responde una senadora: “Lo de Vialidad ya está jugado. Cristina sabe que le van a confirmar la condena. Pero la Corte es un cuerpo político y nuestra mirada tiene que tener una representación clara, es una cuestión estratégica”.

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