EL “FRENTE ANTIFASCISTA” POR AHORA CHOCA CON LA REALIDAD PARLAMENTARIA

La idea de Grabois de armar para las elecciones un gran frente con todas las fuerzas que estén contra las ideas de Milei se potenció luego del violento discurso en el Foro de Davos. Sin embargo, desde Unión por la Patria ponían la idea en estudio en tanto se verificara un acercamiento en el Congreso, que por el momento no se ve. Por el contrario, en las últimas horas hubo una denuncia de la Carrió contra el PAMI del gobierno de Fernández.

El “cordón sanitario” que conformó el arco político democrático resultó una eficaz herramienta en la política de Francia para evitar que la ultraderecha encarnada en el Frente Nacional de Marine Le Pen llegue al poder. Luego de las amenazas de Javier Milei a los “zurdos de hijos de puta” que prometió “ir a buscar hasta el último rincón del planeta”, el dirigente social Juan Grabois planteó recrear algo similar en Argentina en un gran frente para las elecciones legislativas de octubre en el que coincidan todos los que están en contra de las ideas violentas del Presidente. Sin embargo, puso como condición que esas fuerzas que se integren -mencionó al radicalismo de Martín Lousteau, a la Coalición Cívica de Elisa Carrió y a Margarita Stolbizer- se opongan en el Congreso a las medidas de Milei y rechacen sus decretos, algo que no siempre se verifica. Incluso, en las últimas horas se conoció una denuncia de Carrió y uno de sus diputados contra el PAMI por la entrega de medicamentos. Pero no el de ahora -que dejó de distribuir medicamentos gratuitos a los jubilados- sino el del gobierno de Unión por la Patria.  

“Todos los que estamos en contra de Milei hacemos una interna: el que gana, gana, el que pierde, acompaña. Es una interna táctica”, planteó Grabois, incluso antes del discurso de Milei en el Foro de Davos donde llevó su batalla cultural al extremo al atacar el feminismo, la ideología de género, el cambio climático, la justicia social y el “cáncer” del “wokismo”, en referencia a las políticas progresistas en general. Pero Grabois esbozó una hoja de ruta: “no se le votan a Milei las leyes antipopulares y antinacionales, se le vetan a Milei sus decretos dictatoriales, se le frenan a Milei sus pulsiones autoritarias, se frena el manejo de la SIDE como un aparato de propaganda política”. Lo planteó como parte del acuerdo electoral para octubre, pero podría comenzar a ponerse en práctica desde ahora y, claramente, no está sucediendo.

“El frente antifacista debe hacerse en el Congreso todos los días. Para empezar, no hay que bajar al recinto para dar quórum a las sesiones extraordinarias convocadas por el Ejecutivo”, adelantó el diputado de Unión por la Patria, Eduardo Valdés. “Esto es fascismo, estoy cansado de la crítica edulcorada de muchos a Javier Milei”, apuntó el jefe del bloque, Germán Martínez. En la conducción de la bancada sostenían que les parecía muy complicado llegar a un acuerdo electoral con bloques que plantean como prioridad un proyecto como Ficha Limpia, pensado principalmente para proscribir a Cristina Kirchner en los próximos comicios. “Hay algo que tenemos que resolver antes de avanzar en cualquier tipo de acuerdo”, planteaban.

En principio, quienes Grabois imaginó integrando un frente antifascista reaccionaron consecuentemente. Lousteau sostuvo que Milei avanzaba en una “espiral autoritaria” y propició un comunicado de la UCR en el que expresó su solidaridad con los ciudadanos y ciudadanas agredidos por el Presidente en su mensaje en Davos. Stolbizer calificó a Milei como “un ayatollah con peluca” e imaginó que no existía registro de alguien que hubiera esparcido “tantas barbaridades y odio en un foro mundial”. Lo mismo Carrió, que retuiteó una opinión del diputado Maximiliano Ferraro que repudiaba al Presidente por utilizar “ejemplos extremos” para descalificar a minorías. “Estas declaraciones fomentan prejuicios peligrosos y odio”, concluyó.

Pero en el mismo Twitter de Carrió era posible corrobar esa presunción de la que hablaban en el bloque de Unión por la Patria: que entre los bloques opositores todavía prevalece el antikirchnerismo antes que el antimileismo. Frente a un Gobierno que le quitó el acceso a medicamentos a miles de jubilados y a pacientes oncológicos, la Coalición Cívica optó por denunciar a la anterior gestión de Unión por la Patria. Con la firma del diputado Hernán Reyes y de Carrió presentaron una denuncia por supuestos sobreprecios en la compra de medicamentos. La ex titular del PAMI, Luana Volnovich, respondió en las redes la manera en que se realizan las compras en la obra social de los jubilados y desbarató la denuncia replicada en algunos medios. El diputado Reyes debió aclarar que la denuncia no era sobre su gestión sino sobre “el modelo ineficiente del convenio macro y la práctica cartelizada de los laboratorios”. 

La intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, enmarcó la denuncia en una operación para tapar el despido de trabajadores en el PAMI y en los centros de salud estatales en general. Un modus operandi que viene repitiendo el oficialismo es inventar casos de corrupción para desmantelar una política gubernamental. Pero lo que también vino a dejar claro fue que las reticencias que existen en el bloque de Unión por la Patria a un gran frente antifascista tienen sustento. “Primero el frente tiene que mostrarse en los hechos en el Congreso, para las elecciones falta casi un año”, insistían en la bancada peronista.

El Destape