Por impericia, agravó los frentes político, legislativo y económico. ¿Cuánto impacta el repliegue de Santiago Caputo? La vocería de Fantino, el mapa electoral en PBA y la rebeldía de los gobernadores.
Entre el amateurismo y la fatiga de su método extremo, Javier Milei construyó una crisis. Un mes atrás, en ningún radar aparecía que a esta altura del año pudieran presentarse las tormentas que, en tres frentes, amenazan al Gobierno. No sólo el libertario se enfrenta a la peor semana legislativa sino que puede, además, convertirse en un raid tremendo para la economía y preconizar una mala noticia política.
Fue todo mala praxis y amateurismo dejar que se geste, y luego se espiralice, el pacto de los gobernadores para llevar al Senado dos proyectos que, de aprobarse, más que daño fiscal le producirá un shock político: por primera vez, quizá como no haya antecedentes en la historia argentina, los 24 jefes territoriales se ponen de acuerdo para votar una ley contra la voluntad de la Casa Rosada.
Este jueves, a las 14, si hay 37 senadores para juntar el quórum, Victoria Villarruel prometió sentarse a presidir la sesión. Puede ser una catástrofe para Milei. “Estamos tratando de que no sea el desastre que va a ser”, confió a Cenital un operador que habla con los gobernadores. “Va a ser una paliza”, anticiparon desde una provincia que, en general, ha sido colaborativa con los proyectos de la Casa Rosada.
Zona de desastre
Las tensiones entre los sectores opositores pueden operar a favor de Milei y, en una cadena perfecta de sucesos, evitar que se vote. Pero es probable que se apruebe todo: siete proyectos, dos de los gobernadores por Impuestos a los Combustibles y ATE, dos previsionales –aumento del 7,2% para todas las jubilaciones y subir el bono de 70 a 120 mil pesos–, más la reapertura de la moratoria, la Emergencia en Discapacidad, el rechazo al veto a la ley de asistencia por la catástrofe climática de Bahía Blanca y un proyecto de defensa de YPF.
Las 24-J, veinticuatro jurisdicciones, fueron todo lo criteriosas que no fue el Gobierno: al final, los proyectos que enviaron al Senado casi no tienen impacto fiscal. “Son migajas, pero es un mensaje político”, confió un gobernador a Cenital. Se trata de menos de 1 billón de pesos en el año. El 1% del presupuesto anual. En lo que falta del 2025, equivale a 0,11% del PBI. El mismo reclamo pudo ser mortal. Bajaron el tono hasta volverlo casi inocuo.

Hasta anoche hubo gestiones –y seguramente habrá durante todo el jueves– para evitar la sesión. Hubo una en particular: tratar de que Raúl Jalil, gobernador de Catamarca, retire a su senador, Guillermo Andrada, que integra el interbloque peronista. Sin ese voto, estaría en riesgo el número mágico de los 37. Pero todo está abierto: la cordobesa Alejandra Vigo y el correntino Carlos “Camau” Espínola dijeron que darían quórum. ¿Qué cambió? Arrancó la temporada electoral y Milei choca con el cordobesismo y Karina Milei excluyó de su armado a Camau en Corrientes. Una cadena de disfavores. Habrá que ver.
Un detalle: Martín Llaryora salió a jugar fuerte, a través de su ministro Manuel Fernando Calvo, para exponer a Luis Juez, senador electo por el PRO que ahora frecuenta Olivos, que anticipó que los proyectos de los gobernadores son “un acto de desestabilización institucional imposible de no señalar”. A su entorno Juez le dijo que “si se junta una mayoría el tema impositivo va a ser una anécdota ante la posibilidad que hace mucho viene buscando los desestabilizadores de siempre”. Llaryora, de rebote, expone además a la senadora Cármen Álvarez Guerrero, que entró por el PRO, responde a Patricia Bullrich y se convirtió en una libertaria pura y dura.
Efecto San José 1111
La impericia, y una manifiesta incapacidad le impidió a Milei evitar que la Corte Suprema acelere la condena contra Cristina Kirchner, hecho que fue determinante para que, a la medianoche del miércoles, sellen un acuerdo no sólo dos tribus hostiles –como La Cámpora de Máximo Kirchner y el sector de Axel Kicillof– sino que además se sumen silvestres y nómadas como las de Guillermo Moreno y Juan Grabois.
Es contrafáctico, pero esa unidad panperonista hubiese sido mucho más compleja sin la prisión de CFK. De manera indirecta, Milei fue el artífice de ese armado cuando, como ya se contó en Cenital, había una apuesta a que escale a un punto sin retorno la pelea Cristina-Kicillof y eso sea funcional para la Casa Rosada. No ocurrió. Cristina siguió, desde San José 1111, las negociaciones e intervino hasta en la definición de la marca electoral que será “Fuerza Patria”.
El armado del frente Somos Buenos Aires es, a simple vista, otra mala noticia. En La Libertad Avanza (LLA) esperaban que hubiera muchas y dispersas expresiones de centro y, finalmente, entre enfrentados a Milei y despreciados por Milei se armó una sola tercera vía. La UCR, a la que el armado libertario ignoró, Hacemos de Juan Schiaretti, Para Adelante de Facundo Manes, la CC de Elisa Carrió, el Partido del Diálogo de Emilio Monzó, el socialismo de Mónica Fein y el GEN de Margarita Stolbizer armaron un bloque que sumó, además, a intendentes.
La novedad extra fue la incorporación de jefes territoriales como Julio Zamora (Tigre) –puede, además, plegarse Fernando Gray de Esteban Echeverría– y libertarios desplazados como Joaquín De la Torre, que controla San Miguel, a través de Jaime Méndez, a quien quiso postular como candidato a senador para que otro De la Torre, su hermano Pablo, quede al frente del municipio. Méndez le dijo que no. Queda abierta una negociación con el excomisario de Chivilcoy, Guillermo Britos, un multipolar que habla con Schiaretti, Kicillof y hace poco recibió con honores a Victoria Villarruel.
LLA pactó con un PRO disminuido que quedó roto por todos lados, al punto que cuentan un entrevero entre Cristian Ritondo y María Eugenia Vidal. Destrató, además, a la UCR, convencido de que no le aporta nada. Habrá, al margen de la boleta de LLA, dos armados libertarios: uno del MID que se llamará Potencia BA –que llevará como candidata a María Eugenia Talerico–, una suerte de ex PRO, y otro de exlibertarios, encabezados por Carlos Kikuchi. Es incierto qué pueden capturar estas versiones blue, igual de incierto es a quién le quita votos la tercera vía.
El tifón Alejandro
Entre todo ese minué de conflictos y tropiezos, ocurrió algo más: un extraño, y peligroso episodio, que protagonizó el animador Alejandro Fantino al decir, citando al ministro Luis “Toto” Caputo que se vienen meses turbulentos para la economía –con detalles como un dólar en el techo de la banda, es decir $1450, razonamiento que claramente lo excede y solo pueden ser la repetición de lo que le dijo Caputo–, lo que obligó a Caputo a tuitear y luego a romper su feriado para ir a hablar al programa de Luis Majul.
Caputo confirmó que habló con Fantino. Fantino posteó un video que dice, con más detalles e hipérboles, lo mismo que decía el video editado que circuló más temprano, el que desató la tormenta. Todo el Gobierno tuvo que salir a tratar de apagar una potencial crisis.
Este jueves, cuando abran los mercados, se verá si el tifón Alejandro se desata sobre la frágil economía argentina, que viene de varios días con el dólar inquieto. La noche del miércoles, el periodista Juan Pablo Marino, rastreó el comportamiento del dólar crypto, y registró que operaba con una tendencia levemente alcista.
En Economía decían el miércoles que Fantino dijo lo contrario a lo que le explicó, en la charla privada, Caputo. Pero el animador hizo lo que hizo para darle una mano al Gobierno y terminó generando una crisis cuyo efecto está por verse. En medio, se produce una curiosidad: Santiago Caputo, el operador todoterreno que suele asistir a Milei en los momentos más delicados, ensaya una especie de repliegue. Mandó a avisar que no participa del cierre de listas ni del armado electoral.
Puede tener que ver con el valijas-gate pero, en general, estos hechos no lo han alterado al gurú. Responde, coinciden las fuentes libertarias, a que está en su peor momento la relación con Karina Milei y, en año electoral, la hermanísima está decidida a hacer valer la lapicera para imponer su estrategia y sus candidatos. Caputo mira de lejos. Intervino, con sigilo, para tratar de apagar la rebelión de los gobernadores que tiene, en su matriz, dos derivadas: la falta de respuestas del Gobierno y la avanzada de Karina, con los Menem (Martín y Eduardo “Lule”) como escuderos, para armar en los territorios aunque eso moleste a gobernadores aliados.
Cenital