domingo, noviembre 23, 2025
Ingreso Policía Provincia de Buenos Aires
HomeIndustriaLA CUNA ASIÁTICA DE UN GIGANTE ELÉCTRICO QUE YA RUEDA EN LA...

LA CUNA ASIÁTICA DE UN GIGANTE ELÉCTRICO QUE YA RUEDA EN LA ARGENTINA

Se llama Yangwang U8. Irónicamente, mientras estaba abordo durante una prueba, este cronista lo bautizó dólar porque… “¡Flota!”. Diseñado para asistir en emergencias e inundaciones, este SUV tiene capacidad anfibia de media hora. Off road, tiene adherencias a pronunciadísimos ángulos y pendientes, y su sistema de inteligencia artificial -combinado con tracción en cada rueda- deslinda al humano de cualquier intervención -sólo la activación del sistema- en el cruce de cimas o peligrosos caminos de cornisa. Autos de calle equipados con tecnología de parking autónomo, que estacionan el auto en tres movimientos sin importar el ángulo en el que esté, como si el trayecto lo trazara un compás imaginario. Un súper deportivo, el Yangwang U9, que no sólo es el vehículo eléctrico sino el de producción en serie más rápido del mundo: 496,22 kilómetros por hora, certificados en el ATP Automotive Testing de Papenburg, Alemania. Potencia de 3000 caballos de fuerza en su versión más extrema, sumado a 14 agentes de IA que asiste en la conducción y la vida personal al que, desde el celular, además, se le puede indicar que haga bailar -literalmente- al auto en movimientos sincronizados con cómo uno balancee el dispositivo con su mano. Sistemas de súper carga, que permiten tener energía para hacer 400 kilómetros en 5 minutos.Son las más recientes maravillas que BYD exhibió en Zhengzhou, capital de la provincia de Henan. En este lugar, afamada mundialmente por albergar el legendario Templo Shaolin que es cuna del Kung Fu, la automotriz china inauguró en agosto su fábrica más moderna, automatizada en un 96% y con capacidad para producir 550.000 unidades anuales, escalable al doble en algún futuro próximo. Desde allí, Stella Li -Executive VP y World Car Person of the year 2025, votada por 96 periodistas referentes de la industria automotriz global- anunció la llegada de esos prodigios a distintos mercados, a partir de 2026. “BYD lleva esta tecnología de China al mundo”, proclama, envuelta en vítores y aplausos de su feligresía, que celebra un slogan que ya es mantra en la empresa, “BYD Number One”, con el dedo índice para arriba.Sigla de “Build your dreams”, BYD nació en 1995. Su fundador, Wang Chuanfu -actual presidente-, la inició como una fabricante de baterías. Autodefinida como una tecnológica que, además, produce autos, hizo su primer vehículo en 2005. Veinte años después, la empresa -que cotiza en la Bolsa de Hong Kong y tiene un market cap de u$s 125.000 millones– se consolidó como la mayor fabricante de vehículos eléctricos del planeta. Entre enero y octubre, vendió 3,7 millones de unidades, contra 1,2 millones de su némesis, Tesla. Li también celebra que BYD ya es la cuarta automotriz del planeta.Muestra sus números en el exterior. Las ventas fuera de China crecieron 181%, a 785.000 vehículos entregados en 10 meses, entre Oriente medio, el resto de Asia, África, Europa y “las Américas”, término que -no casualmente- excluye a los Estados Unidos. Individualmente, Brasil es el mayor mercado foráneo: 77.196 unidades vendidas desde enero, un crecimiento del 51%. Recién en julio, la empresa puso en marcha la colosal fábrica que construyó en Camacarí, Bahía. En la pantalla gigante, el video mostró imágenes de los distintos rincones del mundo en lo que BYD ya plantó bandera. Entre ellos, Rio de Janeiro y Buenos Aires.“Nos costó. Hacía mucho que queríamos entrar”, dice José Miranda, chileno que supervisa el marketing y las comunicaciones de la empresa en 80 países. Habla de la llegada de la marca a la Argentina, donde se lanzó en octubre. Es la única automotriz china con filial directa -no a través de un representante- y eso está vinculado directamente a la operación brasileña: la expectativa es que, en 2027, la fábrica bahiana empiece a abastecer autos al mercado local. “Tenía que ocurrir el momento. Era algo de coyuntura local. Se dieron las condiciones”, dice, en relación a la forma, a la que Miranda reconoce como distinta a la del resto de los mercados: a través de cupos que liberan de arancel la importación de vehículos híbridos y eléctricos. Un corsé que no pisa pero sí limita sus planes de crecimiento. “Dentro del cupo, buscaremos traer lo máximo posible. Hay por lo menos 10 modelos que podríamos vender en la Argentina”, asegura.“¿Cuánto podrían afectar a esos planes el alineamiento de la Argentina con los Estados Unidos, con todo lo que eso significa como barrera contra los productos chinos?”, le preguntó este cronista, una semana antes del anuncio del acuerdo entre la Casa Blanca y la Rosada pero con intuición -y algo de información- de que el contenido podía incluir el comercio de vehículos.“En la coyuntura internacional, siempre pasan cosas”, respondió rápido el chileno. “El negocio debe tener una visión clara. Hoy, BYD es primero en eléctricos y la tercera automotriz del mundo. Si lo logró, es porque hubo una visión clara de que quería ser ese player. Tiene una condición: es de China. Eso siempre hará que haya situaciones coyunturales. Esas presiones te impactan si se piensa sólo en el corto plazo. No cuando hay una visión consistente”, continuó. “Cuando BYD entra a un mercado, lo hace mirando el largo. Si entramos, es porque tenemos la convicción de liderar y ser un player relevante de ese mercado”, cerró. Aunque se la haya escuchado con acento trasandino, la definición se forjó con esa visión de largo plazo que está grabada a fuego en una cultura milenaria como la china. Parafraseando al Maestro Po, de Kung Fu, la popular serie de los ’70: “La confianza es armadura, pequeño saltamontes”.

El Cronista
Notas similares
- Advertisment -
Google search engine

Más vistas