Trenes Argentinos Infraestructura adjudicó la licitación para la renovación de vías de los tramos Temperley – Burzaco y Turdera – Llavallol de la línea Roca, que había sido lanzada en enero pasado. También se renovarán los aparatos de vía, pero su compra todavía está pendiente de adjudicación. La situación de las obras en la línea Roca, en detalle.
Trenes Argentinos Infraestructura (ADIF) adjudicó la licitación para la renovación de vías en los tramos Temperley – Burzaco y Turdera – Llavallol de la línea Roca, que había sido lanzada en enero pasado.
De acuerdo con el acta oficial, la obra fue asignada a la UTE Herso–Zonis–Concret Nor–Ferromel, uno de los tres consorcios que competían por el contrato.
Los trabajos a ejecutar comprenden la renovación de unos 6,8 km de vía doble de los tramos Temperley – Burzaco, en el ramal Alejandro Korn, y Turdera – Llavallol, en el ramal Ezeiza. En este último caso, la obra complementará la renovación Luis Guillón – Ezeiza, ejecutada entre 2022 y 2023.
Se proyecta el retiro del tendido de vías actual, la renovación de la vía con riel largo soldado y durmientes de hormigón, trabajos sobre desagües y obras en el sistema de señalamiento, así como la realización de trabajos en ocho pasos a nivel vehiculares y ocho peatonales y en obras de arte (alcantarillas y desagües).
A su vez, se contempla la renovación de 11 aparatos de vía a instalar en Llavallol y Burzaco, cuya provisión es objeto de una licitación separada que fue lanzada en mayo pasado y que cuenta con dos empresas interesadas, pero que hasta el momento se encuentra pendiente de adjudicación.
La licitación adjudicada es una de una de las escasas obras contempladas o en curso para la línea Roca, pese a la vigencia de la “emergencia ferroviaria”.
Los trabajos que presentan mayor nivel de avance son aquellos vinculados al crédito del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), como la elevación de andenes de la estación Avellaneda o la renovación de vías en tramos del ramal La Plata y la vía Circuito. A estos se sumaron, recientemente, la compra de materiales para retomar la electrificación entre Bosques y Gutiérrez, trabajos de señalamiento en el ramal Ezeiza – Cañuelas y de mantenimiento en las estaciones Avellaneda y Plaza Constitución.
Sin embargo, obras de urgencia, como la reparación del viaducto Sarandí y de puentes entre Avellaneda y esta última, se encuentran muy demoradas o pendientes de adjudicación desde hace meses.
Otras fueron directamente dadas de baja, como los contratos de construcción de las nuevas estaciones Quilmes Sur, Universidad de Almirante Brown y Hospital Ezeiza -estas últimas dos transferidas a los respectivos municipios para su terminación-, cuya paralización le costó al Estado varios cientos de millones de pesos, o como las obras de señalamiento en el Tren Universitario de La Plata.
A estas se suma la cancelación de la licitación para la reforma de la estación Hipólito Yrigoyen, que está cerrada desde hace casi dos años por obras que nunca comenzaron.
La compra de nuevos trenes para la línea -destinados a jubilar a los veteranos Toshiba-, a su vez, fue eliminada del proyecto de Presupuesto 2026. Solo recientemente fue relicitada la compra de triplas diésel para los servicios suburbanos del AMBA, que pese a estar adjudicada había sido dada de baja en abril pasado.
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