Lejos del objetivo deseado, la estrategia del oficialismo no sólo no aumentó el caudal de votos sino que “perjudicó” sus chances de balotaje.
Para encarar las últimas semanas de campaña, Mauricio Macri optó por realizar una marcha de 30 días para recorrer 30 ciudades. La denominó “la marcha del Sí se puede” que, lejos de obtener el resultado deseado – aumento de votos para el 27 de octubre -, no logró reflejar una mejora de las perspectivas en las urnas, según una encuesta de Clivajes.
Para la consultora, las manifestaciones que comenzaron a fines de septiembre y se extenderán hasta la veda electoral, así como la estrategia de deslegitimar el resultado de la PASO bajo la premisa de “la elección no sucedió”, no dieron el resultado deseado para el oficialismo sino que “perjudicó las chances de forzar al menos una segunda vuelta”. El estudio se realizó entre el 2 y 6 de octubre, primera semana de la caravana oficialista por el país.
El escenario de polarización es tal que, según la encuesta, las dos principales fuerzas políticas acapararán el 85% del electorado, al tiempo que se ampliaría la brecha entre uno y otro, llegando a los 20 puntos. Así, Alberto Fernández, con el Frente de Todos, cosecharía 53% de los sufragios mientras que Mauricio Macri y Juntos por el Cambio apenas llegarían al 33.20%.
Con este panorama, el 72,8% de los consultados, sin importar a quién votarán el 27 de octubre, manifestó que Alberto y Cristina serán los próximos gobernantes mientras que sólo el 25,1% sostuvo que el oficialilsmo logrará reelegir.
Muy lejos de estas dos fuerzas predominantes están Roberto Lavagna, con el 8,2%, seguido de Nicolás del Caño con el 2,8%; Ricardo Gómez Centurión, con el 1,2% y José Luis Espert con el 0,9%.