A Ismael Raúl García, más conocido como «Peque», la Prefectura lo detuvo en pleno verano, el 14 de enero, en San Bernardo. Tres empleadas lo habían denunciado por explotación laboral, pero desde entonces nunca más nada se supo del empresario que solía mostrarse con las principales figuras de Cambiemos ni de sus víctimas. Hasta hoy. Territorio Narco pudo reconstruir la historia de explotación por la que «Peque» enfrentará un juicio.
Todo empezó en el verano cuando García contrató a tres mujeres venezolanas para que trabajaran en «Bar de Playa», su parador en San Bernardo, ubicado en la avenida Costanera y Joaquín V. González.
«Peque» García les había prometido una casa para descansar luego de la jornada de trabajo, pero en realidad obligaba a sus empleadas a dormir en colchones tirados en el vestuario del parador a la vista de los clientes.
Todo cambió cuando una de ellas se animó a llamar a la Línea 145 de «Asistencia y Denuncias por Trata de Personas» para contar lo que estaba pasando. De inmediato, el juez federal de Dolores, Alejo Ramos Padilla, le ordenó a la Prefectura detener al empresario.
Una de las denunciantes ratificó ante el magistrado: «Todos los días era discutir por algo nuevo: si estaba en la cocina, no tenía derecho a comer ni ayudar a mis compañeras a preparar el café. Nos daba el pan viejo. Los últimos dos días no almorcé ni cené porque, como me decía que hasta que no terminara la cocina no comía, se me pasaba el horario de comida».
Y lo que agregó luego fue revelador: «La mirada de Ismael me daba miedo, me intimidaba, que me muestre las fotos con Macri o Vidal y que me diga ‘vos no sabés quién soy yo’ o ‘vos no sabés lo que les puede pasar a tus hijos’, porque presumía de sus contactos».
«Peque» García no era funcionario de Cambiemos ni financista de las campañas -al menos de manera legal-, pero de alguna manera se las ingeniaba para estar cerca de algunos referentes del espacio. Fotos con el Presidente, con la Gobernadora y con la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, destacan en sus redes sociales. Incluso subió al escenario el 10 de diciembre de 2015 cuando el jefe de Gobierno porteño se convirtió en presidente de la Argentina.
La Justicia ya no tiene dudas de por qué quería las fotos: para extorsionar, por ejemplo, a sus tres empleadas venezolanas. Lo denunció una de ellas; lo creyó el juez Ramos Padilla; y ahora lo confirmaron los camaristas Alejandro Tazza y Eduardo Jiménez. Por eso «Peque» García irá a juicio.
(De todonarco.com.ar)