Mientras que el Gobierno argentino sostiene su postura oficial de negarse a denunciar la existencia de un golpe de Estado en Bolivia, siguen creciendo las voces disidentes, incluso dentro de la propia alianza de Gobierno. Este lunes la UCR salió a tomar distancia de los dichos del canciller argentino Jorge Faurie, lo mismo que la Asociación Profesional del Servicio Exterior de la Nación (Apsen), y hoy fue la ex ministra de Relaciones exteriores Susana Malcorra la que hizo lo propio.
“En Bolivia hubo un golpe de Estado por razones muy objetivas. No es una cuestión debatible”, afirmó Malcorra, quien fuera la canciller argentina durante el primero año y medio de gestión de Cambiemos. Durante una entrevista radial, añadió: “El mandato de un presidente electo democráticamente fue interrumpido por mecanismos no constitucionales. Es decir que no fue el Congreso el que usó los resortes que puede tener reservados para destituir al presidente; sino que fue por la ‘sugerencia’ de un general, con lo cual las Fuerzas Armadas intervinieron en el proceso. Estas tres cosas combinadas, para mí, objetivamente, hacen que sea un golpe de Estado. No me parece que haya demasiada vuelta”.
En ese sentido, la ex canciller argentina planteó la necesidad de ser “muy enfáticos” en cuanto a este posicionamiento “porque esto retrotrae la región a un período oscuro”. Y añadió: “Si hay algo de lo que estamos orgullosos es esta noción de que ya no se aceptan más las intervenciones por mecanismos no democráticos para destituir a presidentes. Hemos sufrido mucho en la región y me parece muy peligroso”.
“No sé por qué el Gobierno tomó esta postura. Me parece que la región está dividida por cuestiones ideológicas, pero esto no tiene nada que ver con la apreciación que uno pudiera tener respecto de cómo el presidente Morales llegó a una re-reelección. Hay que ser muy cuidadosos al objetivizar el análisis. Esto no es de derecha ni de izquierda, es el quiebre del orden constitucional”, concluyó Malcorra.
Este lunes también los diplomáticos de carrera de la Cancillería, organizados en la Asociación Profesional del Servicio Exterior de la Nación (Apsen), se habían rebelado contra la posición oficial fijada por Faurie en conferencia de prensa y condenado el golpe: “Seguimos con atención la situación de los funcionarios diplomáticos que están asistiendo a los argentinos en la Embajada y nuestros 6 consulados en Bolivia, a raíz de la violencia y el golpe de Estado que depuso al Presidente Evo Morales, el cual condenamos”.
(De Estado de Alerta)