El Ministerio de Transporte pondrá en marcha un nuevo proceso para licitar la terminal portuaria, diferente al del anterior gobierno de Cambiemos
Como viene ocurriendo con todas las medidas que durante su gestión al frente del Ministerio de Transporte fue tomando Guillermo Dietrich, la licitación del Puerto de Buenos Aires también será anulada y el proceso para buscar nuevos concesionarios modificado en su totalidad.
Así lo definieron las nuevas autoridades de esa cartera que hoy orienta Mario Meoni, quien también anuló el llamado para cambiar de concesionario en la Terminal de Ómnibus de Retiro; reorientó los lineamientos de la política aerocomercial y modificó la estructura de liquidación de los subsidios para las líneas de colectivos con el objetivo de congelar las tarifas por lo menos hasta abril próximo.
En el caso de la terminal portuaria de la Capital Federal se puso en “revisión” el proyecto de licitación armado por las anteriores autoridades de la Administración General de Puertos (AGP) y Dietrich que se orientaba a entregar las actividades de la terminal marítima porteña a un solo operador internacional.
En concreto, el Frente de Todos rechaza entregar el puerto porteño a un solo grupo multinacional y evalúa cambiar profundamente los pliegos de la licitación y, en especial estudiar los reclamos gremiales y de sectores peronistas que piden modificar las condiciones y hasta en algunos casos proponen dividir las actividades entre dos operadores.
Es decir, dejar totalmente de lado la iniciativa del anterior gobierno de Cambiemos que se dio a conocer bajo el título de “Plan de Modernización del Puerto Buenos Aires”, y que se diseñó como una de las obras más ambiciosas del ex presidente Mauricio Macri por el volumen de las inversiones previstas que rondaban los u$s1.800 millones y porque, se suponía, iba a trascender a su propia gestión.
Con el cambio de gobierno, esa premisa quedará en el olvido, ya que para la política portuaria del Frente de Todos no hay chances de entregar todo el negocio a un solo grupo.
Fuentes oficiales admitieron el cambio de horizonte aunque aclararon que se respetará el objetivo de licitar las concesiones de las cinco terminales que actualmente son administradas por cuatro grupos operadores.
La principal es Terminales Río de la Plata (TRP), que controla las zonas 1,2 y 3 de Puerto Nuevo y está formada por Dubai Ports Word, holding estatal de Emiratos Árabes y el grupo local Román. Pero también están Maersk, a cargo de la Terminal 4, y Hutchinson Ports, de la Terminal 5.
Sin embargo y como parte del proceso licitatorio armado por Cambiemos, todas deben entregar sus concesiones en el 2020. Así quedó establecido en una Resolución del Ministerio de Transporte de la Nación que fue publicada en el Boletín Oficial de diciembre del 2018.
En este caso y mientras se elaboran nuevos pliegos el Gobierno analiza la posibilidad de ampliar ese período hasta mayo del 2021, teniendo en cuenta que todo el proceso se va a retrasar por el cambio de escenario político.
“No creemos que el camino sea centralizar en un solo operador”, remarcaron desde Transporte ante las consultas de iProfesional sobre el destino de la licitación. “No nos cierra la idea y por eso estamos pensando un nuevo esquema”, agregaron.
Si bien las fuentes no quisieron profundizar en los detalles, son por lo menos dos las alternativas que se barajan en el entorno de Meoni. Una es, mantener el statu quo actual. Es decir, convocar a una nueva licitación por cada una de las terminales permitiendo la participación de los actuales operadores y otros grupos que puedan estar interesados. La otra es dividir la terminal portuaria en dos y armar los nuevos pliegos con ese objetivo.
Ambas variantes difieren de lo que se pensaba en la administración de Cambiemos donde se consideraba que el beneficio de entregar el control del puerto porteño a un solo grupo se observaría en los costos ya que las tarifas máximas iban a ser establecidas por pliego para garantizar una mayor transparencia y competitividad.
De hecho, en la agenda planteada por el ex titular de la AGP, Gonzalo Mórtola, se establecía que la apertura de los sobres con las ofertas para hacerse cargo de la concesión se deben abrir en marzo próximo.
Hasta ahora se habían presentado ante la AGP ofertas concretas para asumir las operaciones por parte de TRP; APM Terminals; Hutchinson Ports y el grupo inversor filipino International Container Terminal Services (ICTS).
Pero con la llegada de Mario Goicoechea a la AGP, el proceso quedó suspendido y bajo revisión total con la promesa de estructurar políticas que permitan potenciar el puerto porteño, por donde transita el mayor porcentaje de la carga de contenedores de la Argentina.
En este marco también estaría en el freezer la posibilidad de que se traspase la jurisdicción de la zona hoy nacional al ámbito de la Ciudad de Buenos Aires, aunque se estudiaría finalizar con la intervención nacional en la actividad portuaria.
Además se analiza el comportamiento de los actuales grupos concesionarios de las terminales durante los últimos años, en especial ante las acciones sobre responsabilidad empresaria y ciertas actitudes que habrían adoptado que terminaron por perjudicar a pymes del sector. Un caso en este sentido, es el conflicto que protagonizó TRP a mitad del año pasado, cuando intentó despedir trabajadores, solicitó al Gobierno la apertura de un proceso preventivo de crisis y hasta incumplió contratos con algunos de sus proveedores.
De manera adicional, se estudiará la viabilidad o no de continuar con las inversiones que se vienen llevando a cabo en terrenos cercanos al Puerto de Buenos Aires para complementar la zona de Puerto Madero y que fueron impulsadas con el argumento de que si no se realizan inversiones orientadas a la infraestructura y calado de los buques, la zona de Puerto Nuevo podría quedar obsoleto en una década.
Según sostenía Mórtola, la renovación de la infraestructura portuaria duplicará la capacidad actual de carga y contará con un diseño flexible, adaptable a las necesidades del mercado de una manera más competitiva y sustentable.
Hasta el momento, Puerto Buenos Aires realizó obras de ampliación por u$s75 millones, ganando nueve hectáreas para operaciones logísticas en la Dársena F y 15 hectáreas al norte del sexto espigón que funcionará como una terminal de carga externa, y permitirá el ingreso de buques más grandes y con mayor capacidad de carga.
Se trata de un plan a 50 años en el que Cambiemos estuvo trabajando junto a la consultora internacional ALG y a los operadores del puerto de Rotterdam, que incluye la unificación de las tres concesiones actualmente vigentes para lograr una mayor competitividad.
(De iProfesional)