El Gobierno publicó la resolución que vuelve a extender, sin cambios, el cepo al alza de precios. Alimenticias presentarán un recurso para no tener que abrir sus números al Gobierno
La tensión entre las empresas alimenticias y el Gobierno va en ascenso. Este miércoles se publicó en el Boletín Oficial la Resolución 281/21 de la Secretaría de Comercio Interior, que dispone la continuidad del programa Precios Máximos, una medida que cae muy mal en el sector.
Para colmo, ni se quitaron productos ni se habilitaron incrementos de los precios, lo que todavía empeora la situación de las empresas.
“Se nos ahorca cada vez más y el panorama en algunos casos ya es grave. El año pasado la mercadería que estaba comprometida en Precios Máximos apenas logró el visto bueno para subir sus precios hasta un 6%, contra una inflación de 33%. La situación es realmente compleja”, sostuvo en diálogo con El Cronista el directivo de una de las empresas líderes del sector.
Incluso, en las compañías sostienen que en muchos casos los incrementos en los costos subieron hasta un 70%.
Atento a que uno de los ejes centrales de la gestión del Gobierno pasa hoy por contener la suba de la inflación, todo indica que a Precios Máximos le quedan todavía varios meses de vida, por lo que esta situación se mantendrá en el tiempo.
El titular de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (Copal), Daniel Funes de Rioja, mostró en diálogo con El Cronista la desilusión ante la negativa del Gobierno para modificar algunos de los puntos que resaltaron los industriales.
“En varios de los encuentros que mantuvimos con el Gobierno se dejó en claro que no somos los culpables de la suba de la inflación, sino que somos parte de los perjudicados. Es por esto que no se entiende por qué ahora terminamos pagando nosotros al no poder ni subir precios ni al menos tener menos productos incluidos en este programa, de modo de amortiguar un poco el problema. Tenemos un enorme desfasaje de costos y creíamos que nos habían entendido los problemas planteados”, afirmó el ejecutivo.
La exigencia máxima de la industria en este sentido tiene que ver con que se ponga fin a Precios Máximos, aunque al menos verían con buenos ojos que se vaya saliendo de a poco al ir eliminando productos de este programa, algo que sí se dio hace dos meses -la anterior postergación-, pero que no ocurrirá ahora.
Además, dicen, esto también juega en contra de la búsqueda de normal abastecimiento que busca garantizar el Gobierno desde hace algunos meses.
Los industriales sostienen que las pérdidas que les genera ya a esta altura producir la mercadería que hoy está dentro de Precios Máximos es importante, por lo que no siempre se podrá lograr el volumen necesario para abastecer sin inconvenientes las góndolas.
En medio de esto, hoy los fabricantes de alimentos y bebidas sumarán una nueva controversia a esta disputa.
En descontento con la puesta en marcha del Sistema Informativo para la Implementación de Políticas de Reactivación Económica (Sipre), que obliga a las compañías de varios sectores a abrir sus números al Gobierno, presentarán un recurso administrativo ante la Secretaría de Comercio Interior para saltar esta instancia.
Según Funes de Rioja, el sector alimenticio ya cumple por diferentes vías con algunas de estas exigencias y, además, representa “una carga burocrática muy importante”, ya que se les reclama información “que no tiene nada que ver con la cuestión de los precios”.
“Hay un sobreexceso de pedido de información”, sentenció el ejecutivo.
El Cronista