El Presidente sostiene desde diciembre una imagen positiva cercana o superior al 50%, pese a las medidas que provocaron caída del salario y destrucción de empleo. Qué sectores de la sociedad respaldan y dan sostén político al Gobierno, según las consultoras más importantes. Las razones que esgrimen. La alianza de jóvenes y “viejos meados”, la penetración en las capas menos instruidas y la instalación de la corrupción en la agenda.
Varones jóvenes enojados con la política que viven fuera de las grandes capitales. La caracterización del prototipo de votante de Javier Milei en las PASO de agosto pasado resulta insuficiente para describir el fenómeno de un presidente que, pese a haber tomado medidas con un costo social enorme, mantiene un nivel de respaldo similar al que obtuvo en el ballotage, superior al 50%. Después de casi seis meses de gestión, Milei logró una base de sustentación propia, estable y heterogénea, que confirma su penetración en las capas más plebeyas del electorado históricamente inclinadas hacia el peronismo y que se nutre cada vez más del perfil del votante hegemónico de Juntos por el Cambio (JxC): antiperonista, predominantemente urbano y mayor de 60 años.
Así surge del análisis de los últimos estudios de opinión de cinco de las consultoras más importantes, a los que accedió Cenital. Aresco, Trespuntozero, Opinaia, Escenarios y Opina Argentina coinciden en que la imagen del Gobierno se recuperó en mayo, después de una leve caída en abril, y que el respaldo social, de poco más de la mitad de los argentinos, se mantiene inalterable desde diciembre, pese a la caída de 15% de los salarios reales y a una pérdida de 90.000 puestos de trabajo. “Desde 1983 para acá todos los presidentes tuvieron este respaldo o mayor a esta altura del mandato. Lo llamativo es que lo conserve pese a las medidas que tomó. Hay un malestar por el presente con expectativas por el futuro, como si la gente sintiera que el esfuerzo vale la pena”, explica Facundo Nejamkis, director de Opina Argentina, que tiene a Milei con un 53% de imagen positiva.
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El informe de expectativas económicas de Nejamkis incluye un dato clave: el porcentaje de gente que cree que su situación económica personal estará mejor en los próximo meses creció 20 puntos desde diciembre y hoy se ubica en 33%, marca récord de la serie. En Casa Rosada entienden que la clave del apoyo sostenido al Gobierno radica en un acierto comunicacional del Presidente: “Nunca generó falsas expectativas, siempre dijo que al principio íbamos a sufrir”, dice un colaborador. Consultores y funcionarios coinciden en que la caída leve de abril obedeció al conflicto universitario, que en Casa Rosada procuran dar por superado. “Esa bala nos entró, porque en la marcha hubo votantes nuestros, que nos dijeron ‘con esto, no’”, agrega el colaborador del Presidente.
Otro acierto del Gobierno, según surge de los estudios de opinión, es haber logrado instalar agenda. A medida que se desaceleran los aumentos de precios y que la inflación cae en porcentaje entre los que la identifican como el principal problema de la Argentina, aumenta la cantidad de personas que eligen como preocupación principal la corrupción. Otra muestra de la fusión con el electorado de JxC. “Hay un deseo de un nuevo orden, no solo de un cambio”, dice Shila Vilker, directora de Trespuntozero.
Lo más interesante para entender quiénes bancan a Milei aparece en los datos desagregados. Si bien los hombres jóvenes siguen siendo el epicentro de la base de sustentación del Presidente, la composición de la mitad de la sociedad que lo respalda sugiere que Milei logró fidelizar el apoyo de los que lo votaron en el ballotage, entre los que tiene un 90% de aprobación. Es decir, en estos meses fue incorporando como propios a los votantes de JxC que se habían inclinado por Patricia Bullrich en las elecciones generales de octubre. Esa fusión entre jóvenes libertarios y “viejos meados”, como los bautizaron en campaña desde La Libertad Avanza, hizo que los rasgos que caracterizaron al voto de Milei en las PASO, más masculino que femenino, más joven que viejo, más del interior que del AMBA, se diluyan en una identidad política en desarrollo, que combina esas características iniciales con las del perfil del votante antiperonista clásico.
En este sentido, es revelador un cuadro del último estudio de Escenarios, que muestra la evolución de identidades políticas autopercibidas. Los independientes encabezan la tabla, con un 32%. Ese porcentaje cayó en mayo, al igual que la identidad kirchnerista, que viene en un largo declive y ya está por debajo del 9%. En cambio, hay dos identidades que vienen escalando posiciones: los peronistas no kirchneristas y los que se definen como libertarios, las dos casi en 16%. “La crisis de la oposición es muy grande. Milei es la única bolilla en el bolillero. Encuentra cierto apoyo en el peronismo no kirchnerista, el que votó a Schiaretti, y hasta en una parte de los que votaron a Massa”, dice Federico Zapata, director de Escenarios.
“Todo el antiperonismo lo capitaliza hoy La Libertad Avanza”, sentencia Federico Aurelio, director de Aresco. “Milei se comió al PRO, por eso en promedio se le envejeció el electorado y se armó una base más parecida a la de Menem, con ricos y pobres. Se ve también en la distribución por zona geográfica: sigue siendo más fuerte en el Norte, donde es una suerte de rockstar, pero creció mucho en la provincia de Buenos Aires e incluso en el Gran Buenos Aires”, dice Zapata. El último estudio de Opinaia, de Valentín Nabel y Juan Mayol, muestra que los mayores porcentajes de imagen positiva de Milei se registran en los dos extremos de la franja etaria. “Hoy el apoyo es superior entre los mayores de 61 años (63%) que entre los menores de 25 (57%)”, detalla Nabel. En Casa Rosada incorporaron el dato: reconocen incluso que la decisión de atenuar el aumento de las prepagas respondió a una necesidad de atender al sector de adultos mayores, un electorado aportado por JxC que el Gobierno ahora intenta asumir como propio. Un rasgo de la composición original del electorado de Milei, que todavía mantiene entre los que aprueban su gestión, es el diferencial por género. Todos los estudios marcan una mayor popularidad del Presidente entre los varones, con cifras en torno del 60%, que entre las mujeres, de alrededor del 40%.
Otro dato súper interesante es que la grieta socioeconómica que separó durante los últimos veinte años a los electorados del peronismo y del antiperonismo parece haber perdido utilidad para entender el nuevo escenario. Lo muestra muy bien el último estudio de Trespuntozero, con un desagregado sobre el respaldo al Presidente de acuerdo con el nivel educativo de los consultados. Es el dato que suelen usar las consultoras para deducir el nivel socioeconómico. El apoyo al Gobierno entre quienes solo terminaron la primaria se ubicó este mes en un 58,5%, cinco puntos por encima del nivel de diciembre. Entre quienes solo terminaron la secundaria alcanzó el 54,9% y entre los egresados universitarios, el 41,7%. Coinciden con ese diagnóstico los estudios de Escenarios y Opina Argentina: a mayor nivel educativo, menos respaldo al Gobierno. “El apoyo entre los sectores populares creció 20 puntos desde octubre. Los universitarios suelen ser más reactivos a figuras como Milei, pasa lo mismo con Bolsonaro y con Trump”, analiza Nejamkis. Aunque con diferencias en sus programas de gobierno y en sus alianzas políticas, los paralelismos con los líderes de la extrema derecha mundial se consolidan de manera muy clara cuando se analizan sus electorados.
Cenital