La agenda de Olivos: debate por un IFE que no debe ser universal, revisar toda asistencia social, 240.000 empresas en ATP y moratoria cuanto antes.
Alberto Fernández decidió esta vez monitorear personalmente la discusión económica que cada semana se da dentro de su propio Gobierno. Así, la reunión del gabinete económico que habitualmente se hace en Casa Rosada con Santiago Cafiero este miércoles se trasladó a la Casa Rosada.
Esos encuentros mantienen hasta ahora un doble estándar informativo: se comunican con mayor o menor profusión algunas de las decisiones que toma el gobierno en materia de ayuda económica en medio de la pandemia, pero poco o nada se dice sobre las elucubraciones de Matias Kulfas, Martín Guzman, Miguel Pesce, Mercedes Marcó del Pont, Cecilia Todesca o Claudio Moroni en esas reuniones sobre medidas que se proyectan para el futuro de la economía argentina más allá del día en que el virus no esté entre nosotros.
Esa ausencia de información sobre la existencia o no de un plan económico para el futuro salpica fuerte en las expectativas dentro del país y en la misma medida en el exterior. La negociación de la deuda es un escenario donde el tema se menciona con dureza. Y la presencia de Alberto Fernández en la cabecera de la mesa tuvo bastante que ver con esos argumentos, aunque también con la preocupación porque los fondos alcancen a los bolsillos en medio de esta cuarentena agravada.
Una cuestión excluyente que une los dos momentos (el ahora y el después del virus) es la moratoria recargada que la AFIP prepara ampliando los alcances de la que se había lanzado ni bien Alberto F. llegó a la presidencia. Está claro que no existen casi pymes o monotributistas y tampoco muchas empresas grandes, que puedan enfrentar la salida de la pandemia con la mochila fiscal de deudas que cargaron estos meses. Ese tema fue central en el informe al Presidente y quizás será la próxima medida a poner en práctica en lo inmediato.
El Gobierno también debatió delante del Presidente como continuar con el IFE. El tema no es menor: hay preocupación en algún sector del Gabinete porque ciertos ministros hablan de la universalización de ese beneficio (con el mismo nombre u otro) cuando en realidad el cálculo de ese costo no está asumido aun y menos la decisión de implementarlo in eternum.
Se ratificó, como se sabe, el pago de una tercera etapa del IFE, con variantes del acuerdo a la zona y al impacto de la cuarentena. Algo similar está decidido con los ATP que ayudan a pagar sueldos en empresas. De eternidad en estas medidas, como piden muchos sectores, no hay precisión alguna: “Se pagan ahora y en 15 días vemos de nuevo”, le confesó a Ámbito uno de los presentes en Olivos.
Además de revisar Precios Máximos que sigue por otros 60 días, hubo análisis profuso sobre un tema que el gobierno aún no publicita: reorganizar y eficientizar el gigantesco aparato de asistencia social que incluye la AUH, Asignaciones familiares, las deducciones de Ganancias por hijos y los subsidios al consumo de energía. El Presidente quiere que todo ese paquete tenga un número y se sepa claramente a quienes llegan. “Hay que darle una forma racional”, es la definición.
Frente al escenario de la emergencia por el Covid-19 está ese otro mundo que es la Argentina del día después de la pandemia. “¿De eso hablan en esas reuniones?”, se preguntó. “Sí, pero la decisión es mantener silencio estratégico”. Ese debate ya es un tema que el propio Presidente tomó en sus manos. De ahí vendrán las respuestas.
Ambito