Ese fue el presupuesto que el Estado Nacional destinó a la Universidad de Luján durante 2019, y en contraparte su infraestructura cada vez se encuentra más deteriorada. Gran parte de la comunidad educativa se pregunta en qué se ha gastado y exige explicaciones.

El rector de la Universidad Nacional de Luján, Antonio Lapolla, parece ir en contra de los intereses de los docentes y alumnos. Claro ejemplo es lo que se observa desde hace años en la sede San Fernando, donde la infraestructura est{a cada vez m{as deteriorada y el desprestigio de la institución formativa de profesores de educación física es notable.

En el último año, el Estado Nacional destinó 1.900 millones de pesos para la institución, sin embargo no se evidencia ninguna inversión ni mejoras en las condiciones edilicias para la formación de los estudiantes. Es por eso que la comunidad educativa cuestiona la administración de estos fondos, que deberían ser destinados para una mejor calidad educativa.

En el ex INEF (Instituto Nacional de Educación Física) ‘Manuel Belgrano’, la situación es alarmante: el edificio histórico está en pésimas condiciones, hace 2 años que no funciona un natatorio que era modelo y el equipo de Handball abandonó su sello por el mal estado de un gimnasio. Además, un predio con 10 hectáreas con salida al río se está convirtiendo en un basural por falta de mantenimiento.

Como si fuera poco, en los últimos 10 años dejaron afuera a las históricas colonias de verano y a miles de alumnos de escuelas secundarias que utilizaban las instalaciones para la práctica de Educación Física.