CÁRCELES SUPERPOBLADAS Y SIN APENAS MÉDICOS EN ARGENTINA: ¿CÓMO SUPERARÁN LA CRISIS DEL CORONAVIRUS?

La Corte Interamericana de Derechos Humanos sugirió la evaluación de las prisiones preventivas, así como mejoras en las condiciones de salud y alimentación de los reos.

La Suprema Corte de la provincia de Buenos Aires suspendió los efectos de una sentencia que permitía que decenas de presos cumplieran sus penas en casa por pertenecer a grupos con factores de riesgo ante el virus.

“La gente tiene pánico de morirse acá con esa pandemia porque acá no tenés asistencia médica, no la había, históricamente no hay asistencia en la prisión, no es ahora”, cuenta Alejandro Guevara, preso de la cárcel de Devoto, en Buenos Aires. 

Alejandro cree que con el coronavirus en la cárcel, su futuro tiene una sentencia irreversible. Dice que transita sus últimos meses de condena a 24 años con camas a 40 centímetros de distancia y casi sin elementos de limpieza.

Este hombre es uno de los tantos que pidieron prisiones domiciliarias para descomprimir un penal antiguo y superpoblado. Sus allegados lo esperan con incertidumbre y preocupación.

“Están todos muy estresados, como yo. Es mucho tiempo, afuera tengo a mi esposa, a mi hija de siete años y a mi hijo de 25. Y los extraño muchísimo”, cuenta. 

Alejandro explica que está considerado dentro del grupo de riesgo por varios problemas de salud. “Yo tengo asma y soy EPOC [enfermedad pulmonar obstructiva crónica] porque padezco de tabaquismo. Tengo un doble riesgo, si me agarra el covid-19, no duro ni 24 horas”, asegura. 

“Graves consecuencias”

Desde que se declaró el aislamiento social, hubo varios fallos de tribunales superiores que recomendaron medidas alternativas a la prisión para evitar la propagación del virus. El temor a la pandemia intramuros derivó en violentas protestas de los internos, que denuncian hacinamiento.

Algunos expertos afirman que desatender este problema, puede traer graves consecuencias. “Si no se genera una descompresión en este momento en la población de las cárceles, lo que vamos a tener es un problema sanitario”, argumenta Roberto Carlés, secretario adjunto de la asociación latinoamericana de Derecho Penal y Criminología.

Carlés recuerda que hay situaciones de contagio de hasta tres cuartas partes de la población carcelaria en Perú, Colombia y en algunas cárceles de los EE.UU. “Aquí los presos que se contagien lo que van a hacer es colapsar los hospitales públicos donde se tiene que ir a atender el resto de la gente”, añade.

Argentina estuvo lejos de las denominadas liberaciones masivas. Según el Ministerio de Justicia, se concedió arresto domiciliario por riesgo sanitario a más del 2 % del total de los internos de cárceles federales.

“Externar es inapropiado”

Concretamente, en la provincia de Buenos Aires, el porcentaje fue similar pero hubo errores en la aplicación de la medida que derivaron en la suspensión del fallo por parte del máximo tribunal territorial. Quienes bregan por los derechos de las víctimas creen que externar es inapropiado.

“Es algo totalmente injusto. Es algo que a todos nos tiene muy mal”, afirma Mirta Pérez, madre de un niño asesinado en un robo.

Pérez piensa que hay que dar marcha atrás con esta medida. “Demostrar un poco de justicia hacia las personas que hemos vivido cosas tan terribles, porque nosotros tenemos que estar a lo largo de los años fijándonos que completen las condenas los que nos hicieron esto, matarnos a nuestros hijos o violarlos o secuestrarlos”, asevera. 

Varios organismos internacionales calificaron de “alarmante” la situación carcelaria en América Latina, con especial foco en Brasil, Colombia y Perú. La Corte Interamericana de Derechos Humanos no solo sugirió la evaluación de las prisiones preventivas, sino mejoras en las condiciones de salud y alimentación de los reos.

En Argentina, se anunciaron la construcción de nuevas plazas penitenciarias y centros de aislamiento dentro de los penales. Todo resulta urgente cuando el estado actual es preocupante.

Los penales federales funcionan al límite de su capacidad y, según datos oficiales, hay ocho cárceles en la provincia de Buenos Aires que presentan una sobrepoblación de más del 100 %. Estos son problemas previos a la llegada del coronavirus, una pandemia que expuso un sistema penitenciario con fallas y que, por ahora, poco ayuda a la reinserción de quienes están tras las rejas.

Argentina alcanzó el miércoles el número más alto de contagios diarios desde el la pandemia en el país con 474 positivos, lo que aumentó el total a 9.283 infectados y el número de muertes se eleva a 403.

RT

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