Advierte que el ajuste se percibe en la calle por la caída del consumo que estimó en un 30 por ciento. Cree que la Ley Ómnibus y el DNU golpean en los sectores productivos de la provincia.
Axel Kicillof asumió su segundo mandato en medio de la incertidumbre por los recursos nacionales con los que contaría la provincia por fuera de la coparticipación federal. Más de un mes después, no hay respuestas y el diálogo con Nación es casi nulo. «La incertidumbre es total», resume a Tiempo el ministro de Gobierno, Carlos Bianco, quien explica cómo viene impactando en la economía bonaerense el plan económico del presidente Javier Milei y cuál es el margen que tiene la provincia para pagar salarios, gastos corrientes y seguir con la obra pública.
Asegura que el ajuste es «brutal» y que Buenos Aires es la más perjudicada por el recorte de fondos. También reitera el rechazo al DNU 70 y a la Ley Ómnibus, contra los que la dirigencia peronista marchará el miércoles: «Son totalmente nocivas para una provincia productiva como Buenos Aires».
–¿Cómo impactaron las medidas nacionales en la Provincia? ¿Y cómo evalúan que impactarán el DNU y la Ley Ómnibus?
–Hay varias cosas más allá de la ley y del DNU. Primero, el plan económico de Milei que ni siquiera es el que planteó él públicamente y que, en la reunión con gobernadores, dijo que no había pensado en este plan, pero que era lo único que podía hacer ahora. Es un ajuste, llamémoslo clásico, que es una súper devaluación, de cerca del 120%, apretón fiscal y apretón monetario.
El impacto que está teniendo en la economía bonaerense, en el pueblo, es muy muy complejo porque con el aumento de la inflación vinculado a la devaluación, se han licuado muchísimo los salarios, con la baja de la tasa de interés se están licuando los ahorros de muchos bonaerenses, que tienen como única opción de inversión tener un plazo fijo. Entonces están licuando los ingresos, los salarios y también los ahorros. Ese impacto se verifica en la calle con menos consumo, por ejemplo, las ventas con Cuenta DNI cayeron un 30% en comparación con la misma época del año pasado, a pesar de los descuentos. Cayó un 30% el gasto real.
Es decir que, más allá de las leyes, tenés un ajuste muy brutal, que está impactando muy fuerte en la economía nacional y en la economía bonaerense. Hay muchos sectores productivos que están teniendo muchos problemas. Después están el impacto de las desregulaciones que implica el DNU para distintos sectores como la pesca, el biodiesel y las farmacias.
Es un golpe muy muy fuerte sobre varios sectores productivos, para la provincia con mayor industria de la Argentina, que explica más del 50% de la producción industrial. Hay una definición conjunta de los sectores productivos y del trabajo en que, tanto el plan económico como el DNU y las medidas económicas que implica la Ley Ómnibus, son totalmente nocivas para Buenos Aires, que es una provincia productiva.
De hecho, los bonaerenses lo votaron a Axel para que siga promoviendo la producción, no la especulación financiera, no la desindustrialización, no la apertura económica. Nosotros tenemos un mandato del pueblo bonaerense que está totalmente en contra de lo que determinan estas dos medidas, el DNU y la ley. En otras provincias puede ser distinto porque ganó Milei, acá no ganó Milei. O sea que en la provincia de Buenos Aires nadie eligió lo que está haciendo Milei.
–¿Los gobernadores e intendentes de UP van a marchar el miércoles?
–Sí, con distintos esquemas porque los gobernadores –por fuera de la provincia de Buenos Aires– van a tener sus propios paros. En el caso de Buenos Aires ahí va a haber un esquema mixto, que es que el Conurbano va a movilizar hacia Capital, pero después las otras ciudades más grandes del interior van a tener sus propias movilizaciones. Se está trabajando con las regionales de la CGT para que toda la zona cercana a Bahía Blanca movilice ahí; lo mismo con Mar del Plata.
No va a ser una movilización, van a ser muchas las movilizaciones que se van a suceder el 24 de enero. La idea es que todo el Conurbano movilice hacia Capital y nosotros también: gobierno provincial, intendentes, todos los sindicatos de la zona del AMBA y las organizaciones sociales, todos vamos a movilizar en Capital.
–¿Hoy hay diálogo con Nación? ¿Quién es el interlocutor con la Provincia?
–Bastante cortado. Hay algunos intentos nuestros de tener vínculos con algunos ministros, algunos secretarios, pero es muy difícil sobre todo porque en los casos en que se produjo alguna reunión no tienen línea y no tienen definiciones.
–¿El diálogo es con el ministro del Interior, Guillermo Francos?
–El gobernador tuvo dos reuniones: una con Francos y otra reunión con Milei, pero no tuvimos ninguna precisión. Francos se mostró muy bien predispuesto, pero de todo lo que le preguntamos no tuvimos todavía ninguna respuesta. Hablamos por varias cosas. En primer lugar, para que nos definan cuáles son los parámetros macroeconómicos para planificar el año: recaudación, inflación, actividad, porque sin eso es muy difícil planificar el año.
Después les pedimos precisiones respecto de la obra pública que se ejecuta en la provincia con financiamiento y/o ejecución nacional, la que está en marcha. Ahí tampoco hubo una definición y las grandes obras se fueron parando como en las autovías en la ruta 3, en la ruta 5, en la ruta 7, en la ruta 8. Está parada esa obra pública nacional, inclusive varias cárceles y alcaidías que se estaban ejecutando de modo mixto: 80% financiamiento nacional y 20% financiamiento provincial.
Y después los fondos para la provincia, que como indicó el informe de IARAF, se recortaron para todas las provincias, pero la más perjudicada fue la provincia de Buenos Aires y, casualidad, la más beneficiada fue la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Nosotros estamos pidiendo que nos digan cuántos recursos vamos a tener para poder planificar. Pero no te dicen nada y te van cortando los fondos y no sabés cuánto.
–¿De cuánto fue el recorte en este primer mes de mandato de Milei?
–La caída fue del 11% en estos primeros días, eso muestra el informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) que se conoció esta semana, pero hay un montón de definiciones que nos tienen que dar, inclusive de deudas que quedaron consolidadas del año pasado y no nos dicen si las van a pagar o no, cuándo o a qué ritmo. O sea que la incertidumbre es total.
–¿Hoy Buenos Aires está recibiendo sólo las transferencias por coparticipación federal?
–Sí. Y algunas otras menores, pero parte de los convenios que tiene firmados la Provincia y vigentes con Nación, como el fondo de Fortalecimiento Fiscal o la actualización del Fondo del Conurbano, no los están mandando.
–¿La Provincia puede sobrevivir con la coparticipación y la recaudación propia?¿Puede pagar salarios y qué más?
–Sí, salarios vamos a poder pagar porque el total de la masa salarial es aproximadamente un 65% de los recursos del año pasado de la provincia. El punto es que, bueno, después el resto se tiene que usar para los demás gastos corrientes, por decir algo: los pizarrones, tizas, borradores de las escuelas, los insumos de los hospitales, etc. Y después lo que se nos va a dificultar mucho es tener los fondos necesarios para continuar con nuestro plan de obra pública.
Nosotros lo seguimos manteniendo en la medida de lo posible con las dificultades que van apareciendo cuando tenés un salto tan brutal de la inflación. Por ahora, la instrucción de Axel es que todo lo que se pueda mantener se mantiene, todo lo que se pueda redeterminar y trabajar con las empresas se mantiene porque la idea es continuar con la obra pública. Por eso ahí tenés dificultades de dos tipos: el financiamiento que vas a tener disponible y los inconvenientes que se generan con un salto tan fuerte de la inflación.
–¿Piensan que hay una decisión política de ahogar a Buenos Aires?
–Creo que hay una decisión política general de hacer un ajuste muy fuerte sobre las transferencias del Estado Nacional a las provincias y que, en particular, se enfocó el recorte en Buenos Aires, porque eso es lo que dicen los números. Si ellos se piensan que esto es un problema para debilitar al gobernador Kicillof, no es así: el problema es que están ajustando al pueblo bonaerense.
Que no envíen los fondos que corresponden, que solidariamente nosotros ponemos a disposición de otras provincias al generar el 40% de los recursos coparticipables y a recibir solo el 20%, ese no es un problema político, es un problema con los bonaerenses.
–¿Cuánto más representan los otros fondos por fuera de la coparticipación?
–De coparticipación estamos recibiendo más o menos el 21% del total de los recursos coparticipables y con esos otros fondos nosotros estamos entre 24 y 25%, es decir que son cuatro puntos más de esos fondos adicionales por convenio. Por ejemplo, el Fondo de Fortalecimiento Fiscal es el que nos permitía fortalecer el sistema de seguridad. Comprar patrulleros, tener disponibilidad de recursos para el combustible, para el equipamiento de la policía, etc. Después, el Fondo del Conurbano se usa para hacer obra pública.
Con nuestra recaudación y la coparticipación nos alcanza para pagar salarios, pero el problema es que no solo se pagan salarios en una provincia, tenés que pagar gasto corriente, hacer gasto de inversión, obra pública. Lo que se pone en peligro fundamentalmente es el gasto de capital y la obra pública, cuando te ajustan de esta forma.
–¿Evalúan emitir una moneda propia o cuasimoneda o esa opción sigue sin estar en el menú?
–Todas las provincias pueden emitir cuasimoneda, pero la única provincia que puede emitir moneda de curso legal, es decir, un equivalente al peso argentino, es la provincia de Buenos Aires. Hoy no tenemos como proyecto inmediato ninguna de las dos cosas, a pesar de que lo puede hacer el gobernador porque tiene la potestad. Eventualmente, si el gobernador lo considera lo va a hacer.
En general, cuando uno lanza sobre todo una cuasimoneda es porque tiene algún tipo de crisis de liquidez, es decir, que no tiene el recurso para hacer frente a los pagos. Hoy no tenemos ese problema. Veremos cómo se desenvuelve la economía. «
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