CON ESCASO MARGEN, SE IMPUSO LA CONTINUIDAD DE LA LEY CLAVE PARA LACALLE POU

La opción favorable al presidente uruguayo se impuso ajustadamente a la iniciativa de derogación, con 51,17% a 48,82% de los votos cuando se había completado el 97,37% del escrutinio oficial del referendo celebrado este domingo.

La ciudadanía uruguaya otorgó este domingo un muy ajustado triunfo al Gobierno nacional en un referendo a favor de mantener vigentes decenas de artículos de una amplia ley de reformas impulsadas por el presidente Luis Lacalle Pou, quien cerca de la medianoche, en su primera aparición pública tras los resultados, consideró la consulta como “una etapa superada, una ley que queda firme”.

La opción SÍ, a favor de derogar varios artículos de la Ley de Urgente Consideración (LUC), alcanzó el 48,8% de los votos válidos, mientras que la papeleta del NO, para mantener la ley intacta, alcanzó el 49,9%, según números de la Corte Electoral con el 99% de las mesas escrutadas. En números brutos, son alrededor de 20.000 votos de diferencia.

En concreto, la postura oficial recibía además 1,32% de votos en blanco, que según las normas del referendo, al no apoyar la derogación implícitamente se pronunciaban por la vigencia de la ley. Con estos números, el NO superaba 51% del total de los sufragios.

“Una etapa superada, una ley que queda firme”, dijo Lacalle Pou cerca de la medianoche del domingo en conferencia de prensa, reseñó la agencia de noticias AFP.

El mandatario saludó el resultado y aseguró que “puede haber dos visiones políticas distintas, pero no hay dos Uruguay”.

Al conocerse esos guarismos, cientos de partidarios del oficialismo salieron a las calles de Montevideo a celebrarlos y a concentrarse en la plaza Independencia, según los diarios montevideanos El Observador y El País.

El presidente del Frente Amplio -FA, opositor de izquierda-, Fernando Pereira, se negó en principio a reconocer la derrota y advirtió que “a esta hora no pueden decir que ganó el No”, al pronunciar un discurso ante sus simpatizantes en la explanada de la intendencia de la capital.

“Con todo el poder, con todos los medios, con toda la estructura a su favor les hicimos un partido parejo y con 15 minutos más, seguro se lo ganamos”, agregó Pereira.

Poco antes, el presidente de la Federación Nacional de Profesores de Educación Secundaria (Fenapes) y dirigente de la Comisión por el Sí, José Olivera, dijo que los resultados mostraban un “mensaje político” para el gobierno y sostuvo que “no se puede seguir dando la espalda a la mitad de la población”.

Votó 85% de las más de 2,6 millones de personas que estaban habilitadas, informó la Corte Electoral.

El director de Convivencia y Seguridad Ciudadana del Ministerio del Interior, Santiago González, aseguró al Canal 5 de televisión que no se registraron incidentes y calificó la jornada como “ejemplar”.

En la consulta se votó a favor de derogar o ratificar 135 de los 476 artículos de la LUC, que fue sancionada en 2020 y generó reformas en varias áreas, incluyendo educación, seguridad, trabajo, administración pública y finanzas.

El politólogo Ignacio Zuasnábar consideró en charla con el canal 10 de televisión que “el SÍ tiene motivos para festejar, porque tuvo una votación muy buena”.

“Para un Frente Amplio y una izquierda en proceso de renovación de liderazgo y reconstrucción de figuras, es un resultado significativo”, afirmó.

En tanto, la analista Mariana Pomiés opinó en canal 12 que si, a pesar de haber sido derrotada, la oposición logra capitalizar la elección, saldrá “fortalecida”.

Durante varios meses, las consultoras de opinión daban una holgada diferencia a favor de la opción por mantener el paquete legislativo de Lacalle Pou, quien ostenta un alta aprobación a dos años de iniciada su gestión.

El referendo había sido impulsado por organizaciones sociales, la central sindical PIT-CNT y el FA, que recolectaron muy por encima de las 672.000 firmas necesarias, equivalentes al 25% del padrón electoral, para hacerlo realidad.

Dada la heterogeneidad y complejidad de asuntos tratados, la elección se terminó transformando en una suerte de plebiscito sobre la gestión de Lacalle Pou.

Las encuestas previas habían vaticinado una consulta de resultado ajustado que, además del futuro mismo de la iniciativa, aireará o erosionará lo que queda del mandato del Ejecutivo -tres años- y marcará al menos parte de la estrategia de la oposición.

El secretario de la Presidencia, Álvaro Delgado, luego de emitir su voto en Montevideo, sintetizó que “acá está en juego cómo va a ser Uruguay para adelante” porque si se imponía la derogación, “el gobierno deja de tener herramientas para trabajar”.

Tras votar en Canelones, a unos 50 kilómetros al norte de Montevideo, Lacalle Pou destacó el hecho de que el futuro de los 135 artículos de la LUC se resolviera a través de “un instrumento de democracia directa”.

No obstante, recordó que la norma cuestionada “tiene un gran porcentaje de artículos votados por todos” los partidos con representación en el Parlamento.

Asimismo, afirmó que “no se adecua a la realidad” un pedido de dirigentes del Frente Amplio (FA) de izquierda para reunirse este lunes, porque “el diálogo siempre estuvo abierto, siempre hay diálogo”, según el Portal de Medios Públicos.

En tanto, el expresidente José Mujica (2010-15), del FA, votó en una escuela en el oeste de Montevideo y sostuvo sobre el referendo que “no hay ningún triunfo ni ninguna derrota, es un paso cívico de madurez que da el país”.

Mujica, cuyo partido gobernó 15 años hasta el triunfo de Lacalle Pou, en 2019, dijo que un eventual triunfo del No a la derogación de los artículos no podría interpretarse como un respaldo al gobierno.

“El gobierno es más que un presidente; nosotros elegimos presidente, no monarca, somos una democracia de partidos”, dijo.

Por otra parte, Mujica criticó a Lacalle Pou por haber hecho campaña a favor de la ratificación de los artículos: “¿Qué le parece? Es la primera vez que un presidente se mete en campaña electoral“, dijo a un periodista.

En cambio, otro expresidente, Julio María Sanguinetti (1985-90 y 1995-2000), consideró que Lacalle Pou intervino “muy poco” en la campaña y agregó que, en su lugar, él habría “intervenido más, porque el presidente tiene el derecho y el deber de participar”.

Sanguinetti remarcó que, según lo establecido por la Constitución, “queda claro que el presidente no puede participar en lo electoral, candidaturas, listas, etcétera, pero sí naturalmente defender su programa y actuación”.

El año pasado, un conjunto de organizaciones, entre ellas la central obrera PIT-CNT y el FA, se propuso juntar más de 700.000 firmas para forzar el referendo, un logro que se consiguió en plena pandemia.

Qué comprende la Ley de Urgente Consideración

La LUC fue sancionada el 8 de julio de 2020 en el Congreso, con 476 artículos, aunque había ingresado con 501.

Entre otras cuestiones, limita el derecho de huelga, declara ilegítimos a los piquetes en espacios públicos o privados que “afecten la libre circulación de personas, bienes o servicios”, establece la figura de la “apariencia delictiva” y aumenta el límite de transacciones en efectivo hasta 100.000 dólares, lo que algunos sectores consideran que habilita el lavado de dinero y permite la evasión de impuestos.

Además, elimina la obligación de la educación inicial y recorta las funciones del Estado en el área, crea una modalidad de desalojo exprés de viviendas alquiladas y evita el modelo cooperativo de construcciones de casas, y habilita el cierre y/o la privatización de áreas estratégicas de la petrolera estatal Ancap.

En los cuartos oscuros, la gente encontró este domingo boletas rosadas con el Sí a favor de derogar los artículos cuestionados y papeletas celestes con el No, favorables a mantener la LUC como está.

Las últimas encuestas vaticinaron un resultado muy apretado, con una leve ventaja para el No, aunque con un número importante de indecisos, claves en las horas finales.

Los cinco partidos que integran la alianza de gobierno pusieron a jugar en la campaña a sus principales dirigentes y el mismo mandatario se involucró, primero tímidamente y después de lleno, al punto que la campaña del No se cerró con una conferencia de prensa que él mismo encabezó.

Del lado del Sí, al Frente Amplio le queda -aun ante un resultado adverso- la satisfacción de haber podido mostrar un enorme poder de presencia territorial, una movilización notoria incluso en tiempos de pandemia de coronavirus y una revitalización que, incluso, atravesó su proceso de renovación de autoridades.

Por la complejidad de lo que se votó se trató de una campaña atípica: hubo que explicar el contenido de decenas de artículos de una ley extensa.

Por eso, más que de grandes actos, se trató de una tarea cara a cara, de concientización en pequeños encuentros, de mucha presencia en medios y de charlas-debates en los ámbitos en los que se pudiese.

Télam


Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *