El presidente de Ferrocarriles Argentinos salió al cruce de la propuesta de Javier Milei para privatizar el sistema ferroviario nacional. En esta columna para enelSubte, el titular del holding ferroviario nacional explica por qué el ferrocarril debe continuar bajo la órbita estatal y por qué debe guiarse por criterios de rentabilidad social antes que una mera rentabilidad de mercado.
Ante las distintas propuestas de algunos candidatos presidenciales que competirán en estas Elecciones Generales respecto a la privatización del sistema ferroviario y la pérdida de miles de puestos de trabajo en el sector, es necesario aclarar por qué es fundamental que el sistema siga siendo controlado desde el Estado, ya que el ferrocarril es sinónimo de accesibilidad e igualdad, es una pieza clave para la conectividad de las regiones más alejadas de Argentina y subsidiarlo desde el Estado Nacional garantiza que personas y familias enteras que viven en lugares que el mercado considera que “no son rentables” puedan acceder a un servicio esencial y de calidad, promoviendo la equidad y la inclusión social.
El ferrocarril es vital para el desarrollo de las economías regionales, tanto las rurales como las periféricas. Hoy el ferrocarril permite que el trabajo de los argentinos y las argentinas llegue a los puertos, se pueda exportar y que el país crezca. Esto también debe fomentarse con inversión pública para potenciarlo aún más y que nuestros trenes sigan ganando terreno en el transporte de cargas, generen más empleo y reduzcan la migración de las zonas rurales a las áreas metropolitanas.
El ferrocarril es el medio de transporte más amigable con el medio ambiente por persona transportada, además de reducir congestiones en el tráfico tanto en las carreteras como en las zonas urbanas, esto vinculado a la creación de los distintos pasos bajo a nivel que venimos llevando adelante desde el Ministerio de Transporte de la Nación.
El ferrocarril, siempre y cuando sea estatal, asegura que los intereses del país estén protegidos y siempre apunten al bienestar nacional, y no a los intereses de algunos privados que sólo quieren ganar más plata a costa de todos los argentinos.
El ferrocarril genera empleo, no sólo de forma directa, sino que también impulsa el desarrollo de la industria ferroviaria nacional. Eso lo vemos, lo vivimos y lo trabajamos a través del Centro Nacional de Desarrollo e Innovación Ferroviaria, cuyo objetivo es fomentar la industria ferroviaria y generar oportunidades económicas para que empresas nacionales fabriquen distintos elementos que antes debíamos importar, cambiando la matriz productiva de Argentina.
Por todas estas razones, una Argentina soberana, justa y que asegure una igualdad de oportunidades real es imposible sin un sistema ferroviario fuerte, consolidado y que llegue a todos los puntos de nuestro hermoso país y sin la mirada estratégica del Estado.
EnelSubte