DE URNAS Y BRAVATAS OFICIALISTAS

En 4 de las 5 elecciones provinciales del año se impuso la continuidad. El batacazo ocurrió en Neuquén, en contra del histórico MPN. Este domingo en Salta, La Pampa y Tierra del Fuego hay clima favorable hacia los oficialismos. De ser así, celebrará la Casa Rosada por el triunfo del peronista pampeano Sergio Ziliotto. También, por la suerte del fueguino Gustavo Melella, aliado del Gobierno desde una coalición amplia.

Por el salteño no del todo alineado Gustavo Sáenz festejará especialmente Sergio Massa. Pese a que Sáenz no integra formalmente la familia disfuncional del frentetodismo, fue compañero de fórmula de Massa en 2015. Si hubiera que encasillarlo en un “ismo”, sería el del massismo. Ante un Massa que los últimos días empezó a hablar abiertamente con tono de presidenciable, ¿se potencia la identidad massista en detrimento de un albertismo que nunca terminó de nacer? ¿El oficialismo marcha hacia una sociedad de dos tribus, la del tigrense y la de CFK? Es una posibilidad. Habrá que esperar que el renunciamiento de Cristina Kirchner sea definitivo.

Mientras tanto, Axel Kicillof amenazó con desdoblar las elecciones bonaerenses para atrincherarse en su pago y desengancharse de la suerte nacional del FdT. Al Massa candidato ese despegue no le convendría. Y además de bochar las PASO es presumible que, en caso de convertirse en la esperanza electoral del peronismo ampliado, ordene la bravata del gobernador.

Respecto al audaz fallo de la Corte Suprema (al borde de la provocación por el timing, mucho más que por un contenido previsible), el propio Juan Manzur dejó en off side la (un poco sobreactuada) reacción presidencial. El tucumano evitó confrontar con los supremos. Y finalmente se bajó con perfil bajo de su postulación a vicegobernador.

El Cronista

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