Un joven de 25 años resultó herido y perdió la visión de uno de sus ojos tras haber recibido un escopetazo en el rostro por policías bonaerenses que lo interceptaron cuando circulaba a bordo de una moto con un amigo, en la localidad de Rafael Castillo, y por el hecho, dos efectivos quedaron detenidos y la familia denuncia que se trata de un caso de violencia institucional.
Fuentes judiciales aseguraron a Télam que el hecho que trascendió hoy ocurrió el viernes 10 de diciembre cerca de las 18.15, en jurisdicción de la mencionada localidad del partido de La Matanza, en la zona suroeste del conurbano, cuando la víctima, identificada como Esteban Daniel López (25), volvía de trabajar en su moto en la que iba junto con un amigo hacia la casa de su suegro.
Al llegar a una esquina, un móvil del Comando de Patrullas del partido de La Matanza se puso casi a la par del rodado y los policías aparentemente le hicieron señas para que detengan la marcha, pero como los jóvenes no aminoraron la velocidad y pretendieron continuar, uno de los efectivos efectuó disparos de escopeta cargada con postas de goma.
“Yo venía levantando las manos porque ellos venían tan rápido que si frenábamos en ese segundo nos quedábamos abajo de la camioneta, nosotros veníamos muy despacio”, sostuvo López en declaraciones al canal Crónica Televisión.
La víctima afirmó que el patrullero se les “pegó atrás sin dar un aviso” y que pensaron que los querían rebasar, pero al doblar “ellos lo hicieron disparando de la nada”.
Según las fuentes, ambos cayeron al piso, pero López recibió perdigonadas en el rostro que le ocasionaron la pérdida de la visión del ojo izquierdo y tiene comprometido el derecho.
Al respecto, Norberto, suegro del joven, recordó que estaba en su casa cuando escuchó los disparos, se fijó por el ventanal el movimiento de los vecinos, tras lo cual salió y lo vio a Esteban tirado en la vereda.
“Lo primero que pensé es que le quisieron robar porque le pregunté al policía qué había pasado y éste le respondió ‘el otro salió corriendo’, nada más que eso, pero los mismos vecinos me dijeron que él le había tirado”, dijo el hombre, quien agregó que el chofer del patrullero se le “reía en la cara”.
En ese sentido, el abogado Marco Tirendi, representante de la familia de la víctima que estaba por constituirse en el expediente como particular damnificada, aseguró a Télam que los oficiales “están usando como defensa que el amigo (de López) salió corriendo, pero la realidad es que se fue a la casa de la madre, no es que se escapó”.
El hecho comenzó a ser investigado por la Ayudantía Fiscal de Delitos de Gravedad Institucional que caratuló el expediente como “lesiones gravísimas calificadas por ser miembros de una fuerza de seguridad”.
“Estamos esperando porque los oftalmólogos le dijeron que tenía que bajar la inflamación para poderle hacerle los estudios y tener un diagnóstico claro”, indicó el abogado Tirendi,
El letrado añadió que el amigo del joven sufrió golpes menores producto de la caída contra el piso.
Los investigadores judiciales ordenaron el secuestro de las armas tipo Ithaca utilizadas por los policías como así también un relevamiento de las cámaras de seguridad de la zona, para intentar reconstruir los hechos.
Además, ordenó un peritaje para establecer el movimiento que realizó el patrullero en el cual se movilizaban los policías involucrados, quienes finalmente quedaron detenidos en el marco de la causa y fueron desafectados de sus cargos.
“Ellos dicen que el amigo iba a descartar un arma, cosa que no fue cierto porque si hubiese sido así los policías hubieran entrado a la vivienda”, explicó.
Ambos efectivos continuaban hoy detenidos en la comisaría de Tapiales a disposición del Juzgado de Garantías 1 de La Matanza, que ordenó que las pericias sean realizadas por la Gendarmería Nacional Argentina (GNA), mientras que López continúa la recuperación en su casa.
“Me arruinaron la vida, no se qué hacer por la desesperación de no poder volver a ver con mi ojo y que no quede bien el otro”, concluyó el joven.