El directorio del Banco Nación presentó en las últimas horas un informe de más de 100 páginas que describe, desde la lupa de dos expertos que estudiaron el caso, lo que llama “el proceso de vaciamiento de Vicentin SAIC”. Desde esta perspectiva, que ahora está bastante bien documentada, la aceitera que ingresó en default en diciembre pasado y dejó un tendal (entre ellos cientos de productores y la propia entidad financiera estatal), realizó una serie de maniobras ex profeso para perjudicar a sus acreedores y beneficiar a sus accionistas.
Ahora descartado por las autoridades políticas, el reciente intento de expropiar e intervenir la firma nacida hace 90 años en el norte santafesino, y que en 2019 llegó a exportar el 10% de los granos y subproductos de la Argentina, tuvo como uno de sus principales soportes ideológicos y técnicos al director del Banco Nación Claudio Lozano, que desde el vamos denunció un presunto vaciamiento. Este informe agrega mucha leña a ese fuego.
El análisis frío sobre la situación de Vicentin fue realizado por Alejandro Gaggero, doctor en Ciencias Sociales de la UBA, investigador del Conicet y magister en Generación y Análisis de Información Estadística; y Gustavo García Zanotti, licenciado en Economía de la UNR, doctor en Desarrollo Económico de la Universidad de Quilmes y también becario del Conicet. Puede descargar el trabajo completo a continuación:
¿Y qué afirman estos especialistas? En primer lugar, que “Vicentin SAIC realizó compras de empresas que nunca declaró en sus balances”.
“Por ejemplo, según la justicia española en 2012 la firma le compró el 30% de Terminal Puerto de Rosario a Jordi Pujol Serrusola, empresario e hijo de un ex presidente de la Generalidad de Cataluña, involucrado en causas de lavado de dinero. Esta transacción no fue informada”, describió.
Otra conclusión del nuevo informe del BNA es que “a partir de 2013 el grupo Vicentin llevó adelante un desdoblamiento e internacionalización de su estructura empresarial”.
“Como parte de ese proceso, se crearon empresas holding en Uruguay a las cuales se transfirió activos. El desdoblamiento de la estructura corporativa les permitió a los accionistas vender las participaciones de algunas de las principales empresas (como por ejemplo Friar) luego de que Vicentin SAIC entrara en concurso de acreedores”, se explayó el banco.
El tema es complejo, pues el grupo familiar que es dueño de la aceitera que está en concurso de acreedores, llamado Vicentin Family Group, acaba por ejemplo de vender al fondo de inversión BAF las acciones que tenía ene le frigorífico Friar de Reconquista, pues al parecer esta empresa no tenía ligazones con la aceitera. Pero las dudas sobre cómo se componen realmente los activos de esta compañía podrían entorpecer esta operación. De hecho, autoridades del Banco Nación dijeron que objetarían la maniobra en la justicia.
Hace un par de meses, Bichos de Campo entrevistó a Claudio Lozano, que expuso muchas sospechas de este tipo sobre las operaciones del grupo:
¿Cómo se verifica ahora el supuesto vaciamiento en perjuicio de los accionistas? “Vicentin SAIC asumió obligaciones de empresas que había vendido a las empresas holding uruguayas del grupo (como Vicentin Family Group y Nacadie) y de las que había conservado sólo una participación mínima”, se explicó.
En el caso del frigorífico, Vicentin conservó sólo el 0,4%, pero “avaló créditos para capital de trabajo”.
Hay otros ejemplos. “En el caso de Terminal Puerto de Rosario, Vicentin compró la mayoría accionaria entre los años 2010 y 2012 y la fue vendiendo en los años siguientes, conservando sólo el 10,2 (mientras 39,8% está en manos del holding radicado en Uruguay. Sin embargo las empresas a las cuales le compró las acciones figuran como acreedores en la causa judicial con pasivos que, a principios de 2020 todavía superaban los 150 millones de pesos”.
Otro flanco que surge del trabajo es que en este 2020, Vicentin SAIC se vio imposibilitada de vender al exterior su producción. “En este contexto, emergieron nuevos exportadores que incrementaron sustancialmente su comercialización al extranjero y que podrían esconder acuerdos tácitos con la compañía. El caso más notable es el de la empresa Díaz & Forti”.
Bichos de Campo