Se terminarían las indemnizaciones, pondrían límite a las licencias por enfermedad y en pequeñas empresas podrían otorgar vacaciones fragmentadas. Eliminarían las multas para quienes tienen trabajadores no declarados.
El fin de la vigencia de los Convenios Colectivos de Trabajo, la negociación por empresa y no por actividad, facilidades para la subcontratación y la tercerización, y un límite en los aportes a los sindicatos figuran, entre otros puntos, en borradores de la reforma laboral que le prometió el presidente Mauricio Macri al Fondo Monetario Internacional en caso de ser reelecto en las elecciones 2019.
Según un documento, al que tuvo acceso el periodista de Ámbito Financiero y C5N Mariano Martín, el proyecto contempla también la creación de nuevas figuras como la del “trabajador de plataformas” y flexibiliza mecanismos de despidos y pasantías.
El paper lo está preparando el Ministerio de Producción y Trabajo y se titular “Plan Productivo 2020-2023, Relaciones laborales y empleo de calidad”. Apuestan a un blanqueo laboral, facilitar a los empleadores informales y desalentar los juicios.
El documento aborda las “medidas indispensables” para 2019, de adopción inmediata en caso de reelección de Macri, y otras para el período 2020-2023. Entre las primeras destaca la urgencia en avanzar en la reducción y hasta eliminación de las multas por trabajo informalque estaban contempladas en el proyecto de blanqueo, limitación de los juicios a empresas por solidaridad con sus tercerizadas, regulación de contratos para personal de aplicaciones y promoción del primer empleo con una “agencia de talentos”.
Entre 2020 y 2023 ensaya el fin de la ultraactividad, el mecanismo por el cual los Convenios Colectivos de Trabajo se mantienen vigentes de manera indefinida en tanto no son reemplazados por nuevos (por esa razón buena parte de la estructura data de 1975) y de los aportes solidarios que perciben los gremios por encima de la cuota de sus afiliados. También postula la necesidad de reducir la negociación colectiva al nivel de las empresas que hoy rige sólo por actividad. Varios de esos puntos están contenidos en la reforma que Brasil aprobó en 2017.
También menciona como ítems a ser reformulados la presencia de delegados en las empresas y el encuadramiento sindical, en lo que se presume ideado para darles margen a los empleadores para definir el gremio que debe representar a su personal. Una línea similar a la que implementó Mercado Libre con el sindicato de Carga y Descarga en un centro de logística.
En cuanto a las nuevas modalidades de trabajo propone crear las figuras de “autónomo económicamente vinculado” para aplicar en pequeñas unidades productivas donde las relaciones laborales son más horizontales que las habituales de dependencia, y la de “trabajador autónomo de plataformas” con el alegado propósito de formalizar a asalariados que de otro modo estarían en situación irregular sin obra social, ART ni aportes previsionales.
En el capítulo “Subcontratación (solidaridad)”, el documento desarrolla la tesis de que “las regulaciones actuales desincentivan la tercerización de servicios” e incluso les asigna un peso mayor a los juicios iniciados por trabajadores no directos del empleador. “Limitar la solidaridad favorece la especialización en tareas de mayor valor agregado y permite mayor adaptabilidad a cambios en la demanda”, añade, y menciona los casos de Chile, España y Brasil en donde está limitada al máximo la responsabilidad judicial del empleador principal.
También consagra la vuelta de las pasantías sin relación de dependencia y su extensión por hasta un año de plazo y otras formas ya propuestas con anterioridad como los “fondos de cese laboral” en reemplazo de las indemnizaciones habituales, la “polivalencia” que permite “que las partes puedan pactar cambios en las tareas y condiciones laborales”, la instauración de “bancos de horas” y una redefinición del concepto “salario” para acotar los rubros con peso en el cálculo indemnizatorio.
En tanto que plantea una reformulación de las licencias por enfermedad o por otras razones por un “régimen de días personales” y la limitación de los días no laborales “por enfermedades de larga duración”.
Plantea, además, la creación de “licencias parentales compartidas” y de centros de primera infancia, una jornada escolar extendida y de contratos a tiempo parcial. Mientras que para las microempresas de menos de diez empleados propone un régimen específico que pudiese incluir “banco de horas, vacaciones fragmentadas”, posibilidad de sostener el cobro de planes sociales, la reducción en el pago por preaviso, la extensión del período de prueba, vigencia de convenios por empresa y registración simplificada, entre otros puntos.
(De Minuto Uno)