La integrarán Otermín, Mariel Fernández, Magario, Katopodis y el propio líder de La Cámpora. El cierre de alianzas es el miércoles. Gesto de unidad, con rostros tensos.
A pesar de las internas, el Partido Justicialista (PJ) bonaerense logró dar una señal de unidad entre el sector que responde a Máximo Kirchner y los alineados con Axel Kicillof, al designar una comisión formada por dirigentes de ambos campamentos que estarán a cargo de la negociación del frente que competirá en las elecciones provinciales del 7 de septiembre.
En un clima tenso y sin la participación de Kirchner, el Congreso del PJ que se reunió este sábado en Merlo nominó al intendente Federico Otermín (Lomas de Zamora) y la intedenta Mariel Fernández (Moreno), por el sector cristinista; y a la vicegobernadora Verónica Magario y el ministro provincial Gabriel Katopodis, alineados con Kicillof, como responsables del armado de la alianza que tendrá al PJ como columna vertebral.
La mesa del PJ
La definición de los nombres fue producto de una negociación previa que se terminó de concretar en una reunión que mantuvieron, más temprano, referentes de los dos sectores en la Municipalidad de Merlo. Allí estuvieron el intendente anfitrión, Gustavo Menéndez, y sus pares Otermín, Mariel Fernández, la camporista Mayra Mendoza (Quilmes), Fernando Espinoza (La Matanza), Marisa Fassi (Cañuelas), Mariano Cascallares (Almirante Brown), Julio Alak (La Plata), Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas); además del ministro Katopodis y el diputado provincial Facundo Tignanelli, mano derecha de Máximo Kirchner.
Desde la municipalidad salieron todos juntos en una combi rumbo al Teatro Municipal. Llegaron a las 12.30 con caras serias, pero con algunos acuerdos cerrados. “Libertad a Cristina Fernández de Kirchner y apoyo incondicional a Kicillof”, abrió desde el escenario Espinoza, presidente del Congreso partidario. También se habló sobre la situación de las militantes detenidas por el escrache a José Luis Espert.
Junto a Espinoza se sentaron los intendentes Menéndez, Mariel Fernández, Fassi y Ariel Sujarchuk (Escobar), la vicegobernadora Verónica Magario y la jefa de asesores de Kicillof, Cristina Álvarez Rodríguez. Todos los que tomaron la palabra hicieron un denodado esfuerzo por cuidar el frágil balance interno, tal como habían acordado en el encuentro previo en la municipalidad.
El anfitrión, Menéndez, enrolado en el sector de Cristina, cumplió con su parte y, además de hablar de la situación judicial de la expresidenta, llamó a cuidar a la gestión de la provincia de Buenos Aires y al gobernador Kicillof, a quien mencionó como blanco de los ataques del presidente Javier Milei.
Así se calmaron los temores de los que presuponían que podía haberse generado un desmadre y percibían tensiones en la platea desde que comenzaron a ingresar al teatro, alrededor de las 11. “Estuvo bien la reunión previa, todos llegamos con espíritu colaborativo y con la idea de sacar esto adelante”, resumió ante Letra P uno de los dirigentes que participó del encuentro.
Tensión por la reunión de intendentes en José C. Paz
Una convocatoria que este viernes encabezó el intendente Mario Ishii en su distrito, José C. Paz, provocó ruido interna en la previa de la cumbre en Merlo. El encuentro contó con la presencia de unos 35 intendentes, entre los cuales apenas hubo dos representantes del kicillofista Movimiento Derecho al Futuro (MDF), Alberto Descalzo (Ituzaingó) y Fernando Moreira (San Martín). El gobernador no quiso darle mayor volumen.
Del encuentro surgió que cristinistas y massistas insistieron sobre la necesidad de pedirle a Kicillof que diera marcha atrás con el desdoblamiento electoral. El ruido fue inflado por las filas cristinistas y minimizado por el kicillofismo. “Todos saben que eso no va a pasar. Estuvimos meses explicando por qué había que desdoblar, ahora no vamos a dar marcha atrás de un día para otro”, le dijo a Letra P un hombre del gobernador. Con más enojo, otro referente del sector señaló que la convocatoria sólo había tenido como objetivo presionar a Kicillof y “cargarle una eventual derrota electoral”. En ese clima se llegó a la reunión del sábado, aunque se buscó dar vuelta la página.
La trampa de la comisión del PJ bonaerense
El Congreso dio como resultado el armado de la mesa que parece, a priori, balanceada, aunque con algunas particularidades. La comisión estará integrada por dos dirigentes de cada sector, pero la resolución final sobre el armado de alianza que integrará el PJ requiere de un sistema de firmas a la que también se suma la del titular del partido, Máximo Kirchner. La composición es igual a la de 2023.
“Se faculta al compañero presidente conjuntamente con al menos dos (de los integrantes de la comisión)”, anunció el intendente Cascallares, encargado de leer el documento. Al agregarse la firma de Kirchner, el sector que integran el cristinismo y La Cámpora quedará con la mayoría de tres frente a los dos que tiene Kicillof, representado por Magario y Katopodis. Sin embargo, el acuerdo contempla también que el armado del frente “debe garantizar la estricta ecuanimidad” de la representación de los tres sectores.
Habrá que esperar hasta el miércoles 9, cuando se inscriban las alianzas, si lo dicho tiene correlato en los hechos. En particular, será clave si la constitución del frente respeta la distribución equitativa de apoderados de cada sector. Será el punto más caliente de la discusión, porque los apoderados deberán convalidar la integración de las listas. El kicillofismo pelea para que se decida el mecanismo de firma conjunta: o sea, que la lista deba ser refrendada por todos los sectores.
Por lo pronto, el PJ dio el primer paso formal con asistencia casi perfecta. Hubo 455 congresales de manera presencial y 236 conectados de forma virtual, y arengas a la unidad de los principales referentes. Kirchner no fue de la partida. El diputado es presidente del Consejo del partido, mientras que el encuentro de este sábado correspondió al Congreso. Igual algunos se sorprendieron por su ausencia y En La Cámpora explicaron que nunca estuvo prevista su asistencia.
La intendenta Mariel Fernández llamó a enfrentar en conjunto al armado de La Libertad Avanza y el PRO, y Espinoza pidió hacer “un juramento de sangre para reventar las urnas”, en septiembre y en octubre.
Letra P