Pese al ASPO, el Parlamento -tras el recambio legislativo y de signo político del Gobierno- sesionó en más ocasiones que en los últimos tres años, sancionó un 66% más de leyes que en 2019 y redujo el ausentismo al nivel más bajo de los últimos 5 años: 7,4%.
El 2020 va a ser recordado como el año de la pandemia y el Congreso no estuvo exento de la necesidad de tomar medidas de aislamiento y reconfigurar su trabajo para poder sesionar y sancionar leyes ante el avance del Covid-19. Aún así, el balance legislativo, tras el recambio en ambas cámaras y el giro de signo político del Gobierno, muestra que se realizaron 48 sesiones desde el 10 de diciembre, más que en los últimos tres años, y se sancionaron 65 leyes, un 66% más que en 2019.
Y si bien la primera parte del año estuvo dominada por la puesta en marcha de los protocolos para sesionar de forma remota -la primera sesión virtual mixta de ambas Cámaras tuvo lugar el 13 de mayo, casi dos meses después de iniciado el ASPO-, durante el segundo semestre la actividad se aceleró, pese a que la pelea por la virtualidad o presencialidad dominó buena parte de las discordancias entre el oficialismo y la oposición.
Así surge de un informe de la Secretaría de Relaciones Parlamentarias, Institucionales y con la Sociedad Civil, dependiente de la Jefatura de Gabinete, que también destacó como datos relevantes la caída del nivel de ausentismo en las votaciones, la más baja de los últimos 5 años, y los intercambios entre el Poder legislativo y el Ejecutivo con la participación de más de 200 funcionarios nacionales en las reuniones informativas de comisión, uno cada 29 horas hábiles.
“En un año marcado por la excepcionalidad de la pandemia, en donde el mundo se encontró frente a una situación sanitaria y económica inédita en la historia, es importante remarcar la inestimable labor que se llevó a cabo en ambas cámaras del Congreso”, explicó Fernando “Chino” Navarro, secretario de Relaciones Parlamentarias.
En tanto para Cecilia Gómez Mirada, subsecretaria de Asuntos Parlamentarios, “los datos muestran que la actividad parlamentaria de 2020 fue muy alta y tanto el Congreso como la Casa Rosada trabajaron de manera articulada, cumpliendo cada uno con sus roles correspondientes en el proceso de sanción de las leyes”.
Si se desglosan los números, puede verse que desde el 10 de diciembre de 2019 al 30 de noviembre de 2020, la Cámara de Diputados se reunió 22 veces. De este total, 15 fueron sesiones en el período ordinario, más que en los últimos tres años -en 2019 fueron 9; en 2018, 11 y en 2017, 14- y por sobre el promedio del período 2016-2019. En 2016, primer año del macrismo, aunque sin pandemia, Diputados sesionó en 20 oportunidades.
En el caso del Senado, desde el 10 de diciembre de 2019 al 30 de noviembre de 2020, la Cámara alta se reunió en 31 ocasiones. De ese total, 24 veces durante el período ordinario. Este número es positivo si se tiene en cuenta que, entre 2016 y 2019, el Senado se reunió un promedio de 16 veces por año.
La virtualidad también facilitó el trabajo en comisiones, al no tener que depender de los viajes de los legisladores hacia la Ciudad de Buenos Aires. En Diputados, se celebraron 253 reuniones de comisión y se emitieron 72 dictámenes de proyectos de ley -68 de los cuales tuvieron lugar en el 138 período ordinario de sesiones y 4 en extraordinarias del período anterior, entre el 11 de diciembre de 2019 y el 28 de febrero de 2020. En tanto, durante el período 138, las diferentes comisiones del Senado se reunieron 227 veces en total y emitieron 145 dictámenes.
Si pasamos a las leyes, del total de 65 aprobadas desde la asunción de Alberto Fernández, 58 se sancionaron durante la cuarentena: el 15% entre el 1 de marzo y el 29 de julio y el 85% restante durante el segundo semestre del año.
En cuanto al origen, 19 fueron enviadas por el Poder Ejecutivo Nacional -entre las que se destacan la Ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva, el Presupuesto 2021, las modificaciones a la ley de Economía del Conocimiento, la ampliación de la moratoria y la autorización para la compra de vacunas para el Covid-19-; 8 fueron enviadas durante la presidencia de Mauricio Macri y 38 fueron iniciativas de los propios legisladores -15 del oficialismo, 11 de la oposición y 12 con firmas transversales-.
El coronavirus también fue eje de la actividad legislativa, así ambas cámaras convirtieron en ley la receta digital, la denominada “ley Silvio” de protección al personal de Salud, la promoción de la donación de plasma de pacientes recuperados y la modificación a la ley de Educación para habilitar las clases a distancia.
Como todo primer año de un nuevo Gobierno, el Poder Ejecutivo envió al Senado 117 pliegos para el nombramiento de funcionarios, traslados y promociones de grado, de los cuales fueron aprobados 89, con mayoría simple.
Algo similar ocurrió en 2016, tras la asunción de Mauricio Macri, pero con una salvedad. Ese año, la Cámara alta le dio acuerdo a 3 de los 4 nombramientos propuestos por el Ejecutivo que requerían mayoría de dos tercios, pese a que el oficialismo era marcadamente minoritario. En tanto, en 2020, con el Frente de Todos dominando el recinto, no se aprobó ninguno de los pliegos enviados por Alberto Fernández, entre los que se encuentra la candidatura del juez Daniel Rafecas a la Procuración General de la Nación.
Este dato explica en parte porque el oficialismo en el Senado impulsó y dio media sanción a un proyecto de ley para reducir la mayoría necesaria a la hora de designar al jefe de los fiscales, que ahora será por mayoría simple. La norma aún deberá ser tratada por la Cámara baja para que se convierta en ley.
A su vez, el Gobierno nacional emitió 77 Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU), de los cuales gran parte están motivados en forma directa por la pandemia del Covid-19 y sus consecuencias económicas. En el Congreso, la Comisión Bicameral Permanente de Trámite Legislativo, emitió dictámenes de mayoría y minoría en 34 ocasiones y el Senado durante el año se pronunció aprobando DNU en 37 oportunidades.
Otro punto destacado por el informe de la Secretaría de Relaciones Parlamentarias fue la participación de funcionarios nacionales -ministros, secretarios, subsecretarios-en las distintas reuniones del Congreso para dar cuenta de acciones de Gobierno y explicar los alcances de distintos proyectos en tratamiento. En total, se concretaron 208 visitas de funcionarios del Ejecutivo, lo que equivale a un promedio de uno cada 29 horas hábiles.
A esto se suman los informes del jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, al Congreso. Según el artículo 101 de la Constitución Nacional, el jefe de ministros debe visitar de forma alternada una cámara por mes. Durante 2020, defendió su gestión en cuatro oportunidades y respondió 4934 preguntas de los legisladores.
Por último, cabe destacar que pese a los reiterados problemas de conectividad que se registraron en las sesiones y reuniones telemáticas, más de uno con anécdotas que quedarán para la posteridad, la virtualidad contribuyó a la caída del ausentismo.
En la Cámara de Diputados, si se toman en cuenta las votaciones de los proyectos enviados por el Poder Ejecutivo, el promedio de ausencias fue del 12,3% -33 ausencias por votación-. En 2016 el nivel de ausentismo en esas instancias había sido casi el doble: 24,1% o 62 ausencias por votación.
En cambio, si se analiza el total de sesiones celebradas por la Cámara de Diputados, el nivel general de ausentismo disminuye. Los datos del total de sesiones celebradas indican que el nivel de ausentismo fue el más bajo de los últimos 5 años: 7,4%.
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