En días de caos para el presidente, Karina cede ante Caputo y abre una negociación con Macri. Se licúa la batalla cultural y se desmarcan los gobernadores. Los riesgos de la sesión del 6-A. Grabois, la rosca peronista y la matemática del triángulo de hierro peronista.
La mano invisible de Karina Milei redactó el tuit con el que José Luis Espert se sumó al coro libertario que, encabezado por Luis “Toto” Caputo, buscó apagar la crisis que se reflejó en la disparada del dólar que cerró julio con una suba de casi 15%. “La macro está ordenada y sólida. 0 chances de crisis”, escribió el economista, sin una pisca del entusiasmo y la efervescencia que pone en otros temas.
Espert tuiteó 24 horas después de participar de una cumbre en Casa Rosada, el miércoles a media tarde, convocada por la hermanísima. Fue para poner en marcha la mesa de campaña para las elecciones del 7 de septiembre en la provincia de Buenos Aires. Karina dijo que Espert debe bajar al territorio y, para eso, lo quiere discursivamente alineado. “Está todo difícil, no hay margen para librepensadores”, dijo a Cenital un operador libertario.
Hay un backstage. En el karinismo circuló una queja porque Espert –a quien lo persigue el fantasma de una campaña anterior en la que se movió en un vehículo vinculado a “Fred” Machado, detenido y con pedido de extradición de Estados Unidos por una causa narco–, en charlas con empresarios y otros diputados, expuso diferencias sobre el plan económico y pronosticó que luego de las elecciones de octubre era inevitable un cambio de rumbo.
Karina, que sabe escuchar, lo supo enseguida y lo ordenó. Al economista lo asiste un argumento: lo haya dicho o no, son muchos los analistas y economistas que advierten que antes de fin de año será necesario un volantazo e, incluso, un refresh de la conducción económica. La duda es, incluso, si no ocurre algo antes del 26-O. Igual, en medio del temblor del jueves, salió a tuitear que cero crisis, tudo bom, tudo legal.
Cambiar al DT
El miércoles, Karina sentó a Espert en la mesa libertaria donde Santiago Caputo quedó bendecido como estratega de campaña para el 7-S. El lunes previo, el gurú había participado de la sentada política con la hermanísima, Guillermo Francos y los primos Menem, “Lule” y Martín. El miércoles, compartió mesa con Sebastián Pareja, a quien Las Fuerzas del Cielo caputistas responsabilizan por un hipotético derrape electoral.
La tesis Karina fue que en la elección pesan los referentes territoriales y no los trolls que patrullan las redes. Resulta interesante, bajo ese prisma, un informe de la consultora Tendencias que escaneó la “calle virtual” en estos veinte meses de la presidencia de Milei. ¿Qué detectó?. Uno: que hubo un retroceso del respaldo digital al presidente que se observa, cuantitativamente, en una reducción en la cantidad de “likes” a los posteos de Milei. Ese dato matchea con un indicador que registran analistas de opinión pública como Shila Vilker y Federico Aurelio: el apoyo a Milei, aunque se sostiene en volumen, perdió solidez y se volvió más blando. Dos: dentro de la baja de apoyos virtuales a los mensajes del presidente y de sus replicantes, como La Derecha Diario y otras cuentas del ejército troll, fue más cuantioso el descenso en contenidos vinculados con la batalla cultural. Aplica, parece, una vieja regla: si la economía no arranca, toda la coreografía simbólica se vuelve irrelevante.

“La mitad del partido está jugado. Estamos 2 a 0 abajo y de visitantes. Hay que cambiar DT y entrar a jugar el segundo tiempo”, metaforizan en La Lbertad Avanza. La objeción, más allá de los candidatos que arrimó Pareja y que, como en el caso del excomisario Maximiliano Bondarenko, pueden volverse complicados, es sobre el diseño político que dejó afuera a referentes con mucho peso territorial –como los Passaglia en San Nicolás o el macrista Petreca de Junín, que van en Somos (Hechos en la Segunda)– y que puede tener consecuencias electorales para LLA porque, a simple vista, dividen el voto libertario. O, al menos, el voto antiperonista.
Ante eso, Caputo despliega una picardía de manual: plantea un escenario de derrota, cuyo responsable es el armado karinista, que si sale mal tiene culpable predestinado (Pareja, los Menem, Karina) y si sale bien será porque él tomó el control en el tramo final y salvó al Gobierno de un Titanic electoral. El asunto es infinitamente más delicado: el salto del dólar y el frenazo de una economía, con una caída del consumo cada vez más notable, son factores que no resuelve la táctica electoral ni el relato de campaña.
El «riesgo K-rina»
Es obvio, en la lógica Milei, que a «Bambi» Caputo se le pida que haga lo que demostró que sabe hacer: campaña. La autopsia del cierre de listas bonaerenses, en la que Las Fuerzas del Cielo quedaron afuera, dejó una enseñanza para el gurú. “Santiago se equivocó cuando pensó que podía intervenir en las listas. Llama la atención, porque él conoce como funcionan los hermanos. Maneja el Gobierno, o gran parte, si además maneja las listas directamente se convierte en presidente”, describe un dirigente que lo quiere bien.
Con los días, Caputo cambió el eje de las críticas: ya no son los candidatos, con pasado “casta” y prontuario, sino los errores políticos que podrían derivar en que el 7-S las listas de LLA queden terceras –detrás del peronismo y de Somos u/o Hechos– en secciones como la Cuarta y la Segunda. Eso deslizan, con intencional exageración, cerca de asesor premium. Hay más. Lejos de renunciar a marcar los tropiezos del karinismo, entienden que lo que ocurrió en estos días con el dólar y el mercado fue un efecto retardado de aquella mala praxis.

El origen del dólar en $1.385, con una suba de casi 14% en un mes y un aumento de 200 pesos desde que “Toto” Caputo lanzó su “comprá, campeón”, hay que rastrearlo en la sesión del Senado en la que se aprobaron seis proyectos que pusieron en riesgo la principal ancla del Gobierno: el superávit fiscal. Aquella derrota, dicen en ese vértice del Triángulo de Hierro, se sigue pagando porque la incertidumbre económica tiene una matriz política.
Cada tanto reaparece aquel concepto de que los mercados no votan. El economista Esteban Domecq incorporó una categoría que ilustra el presente argentino (que ofrece ganancias enormes para el sistema financiero y recibe fondos cuantiosos del FMI, pero no logra perforar los 750 puntos del Riesgo País). “El mercado apoya pero no financia”, dijo. El mercado, así visto, no cree en los argumentos de Milei y Toto, que están en un loop permanente de diario del lunes: decir que lo que ocurre estaba previsto, planificado, aunque sea lo opuesto a lo pronosticaron antes.
Bullrich senadora
El plus de incertidumbre fue la interna a cielo abierto que agita, hace tiempo pero se agudizó en julio, al Gobierno. “Todo eso genera clima de quilombo”, admite un armador. Karina, al volver a sentar a Caputo en la mesa, buscó emitir un mensaje de orden interno. Hizo, en paralelo, otros movimientos: avanzó con acuerdos electorales con los gobernadores Rogelio Frigerio (Entre Ríos), Alfredo Cornejo (Mendoza) y Leandro Zdero (Chaco) y abrió una negociación con el PRO en CABA.
Como se contó en Cenital el jueves, se abrió una chance cierta de acuerdo entre LLA y el PRO en Ciudad de Buenos Aires, operación que Karina validó y que permitió la extraña coincidencia entre Patricia Bullrich y Mauricio Macri a favor de esa fusión. La ministra será candidata a senadora y quiere juntar los dos espacios para ganar la elección con más de 50%. Mauricio busca “gobernabilidad” para los dos años de mandato que le quedan al macrismo. Bullrich y Macri ven un win-win en la unidad LLA-PRO.
La ministra, como ya se relató en este sitio, quiere que Alejandra Monteoliva, su vice en Seguridad, quede al frente de la cartera. Los que la vieron esta semana la notaron muy calma, como si alguien le hubiese dado la certeza de que así será. Bullrich, por otro lado, llega liviana a la mesa de negociación de listas nacionales porque solo pide lugares para la reelección de dos leales: Laura Rodríguez Machado, por Córdoba, y Sabrina Ajmechet, por CABA.
Entre las prioridades no está pelear una banca para que reelija Gerardo Milman –su mujer, Florencia Retamoso, repetirá como diputada bonaerense– ni Fernando Iglesias, que consiguió, en una paritaria personal con Milei, la promesa de una embajada o un cargo en organismo multilateral. Iglesias, prolífico viajero con pasajes del Congreso, es parte ganancial del pacto que alguna vez firmaron Macri y Milei. El jefe del PRO fue, en su momento, quien premió a exentrenador de voley con una banca.
Los peligros del 6-A
Si el 6 a 0 del Senado fue un terremoto, el próximo miércoles en Diputados puede ocurrir un cataclismo. La oposición convocó a una sesión especial para tratar catorce proyectos –entre otros, para coparticipar parte del Impuesto a los Combustibles y de los ATN, además del financiamiento universitario y la emergencia pediátrica que incluye el Garrahan– que pueden ser otro sablazo político y fiscal para la Casa Rosada.
Un miércoles negro para Milei puede, además, agregar dificultades al plan para blindar los vetos a los aumentos a los jubilados. Esa matemática está en crisis porque, otra vez, se vincula con el modo en que Karina y los Menem negocian, pactan o chocan con los gobernadores. Un caso testigo: Osvaldo Jaldo, el peronista de Tucumán que se convirtió en el primer gobernador que cambió de piel y se hizo mileista, acaba de declarar una especie de guerra santa contra el presidente.
El jueves, en un acto en la localidad de Concepción, Jaldo dijo que en Tucumán el peronismo unido tiene “lista la tijera para cortarle la peluca al león”. El gobernador negocia con el sector de Juan Manzur para conformar una lista de unidad que tiene un dibujo en borrador: el propio Jaldo iría como primer candidato, pondría a la segunda y le dejaría el tercer casillero a Javier Noguera, exintendente de Tafí Viejo, celebrado en el mundo peronista por haber bautizado “domador de reposeras” a Macri.
Una tijera para la peluca de Milei
Jaldo hizo a los gritos lo que los gobernadores Ignacio “Nacho” Torres (Chubut), Maximiliano Pullaro (Santa Fe); Martín Llaryora (Córdoba), Claudio Vidal (Santa Cruz) y Carlos Sadir (Jujuy) –al que se sumó, a la distancia, Gustavo Valdés (Corrientes)– desplegaron con más elegancia y tibieza al acordar el armado de un frente electoral que no irá con Milei ni con el peronismo K. El impacto es un enigma: en el PJ los miran con recelo porque, según un jefe territorial, “son una colectora” de Milei para “capturar voto anti Milei”.
En Casa Rosada no están tan seguros. En la foto de los no-alineados ven un gesto público para despegarse del presidente, lectura con la que coinciden otros mandatarios. Explicita, al menos, el hecho de que no irán juntos en las elecciones. Cada provincia es un mundo y, dentro de las fronteras, cada ciudad es un continente con sus particularidades, pero vale mirar los climas. Una encuesta de INNOVA, sobre 400 casos domiciliarios en la ciudad de Santa Fe, refleja un deterioro de la imagen de Milei –la positiva llegó a 41%, el punto más bajo de la serie– y el rechazo al rumbo del gobierno tocó un techo de 66%. Aquello de las golondrinas y los veranos.
La adversidad opera de manera misteriosa y hace que, en un mal clima, todo salga mal. La última aventura de redes de los trolls caputistas que regentea Daniel Parisini, el @gordodan_, mostró otra vez falta de timing. Su avanzada contra la transmisión submarina del CONICET fue una cruzada precaria, por varias razones. El amparo contra la exploración en el Mar Argentino frente a Mar del Plata lo presentó Guillermo Montenegro, candidato a senador libertario. Es decir: el freno a la prospección fue de un aliado.
Además una tanda de estudios se hicieron y, lamentablemente para el país, indicaron que no hay petróleo: la empresa Equinor hizo una exploración junto a YPF en parte de la cuenca y se topó con un “pozo seco”. Equinor se retiró y hasta puso sus activos en Argentina en venta. Hay otros buscadores. En abril hubo análisis en 3D, la llamada fase sísmica, entre Shell y Qatar Petroleum. Se esperan resultados para fin de año. El fervor es relativo. Es más: hasta el boom Vaca Muerta se amesetó.
Triángulo de hierro peronista
Como nadie, Axel Kicillof se ilusiona con que la exploración offshore sea positiva. Pero es, por supuesto, un asunto a mediano plazo, ya que el gobernador tiene urgencias a la vuelta de la esquina. Camino al 7-S se le aparecieron, en simultáneo, dos asuntos inquietantes. Uno es operativo y tiene que ver con una decisión de la Justicia, específicamente del juez federal con competencia electoral Alejo Ramos Padilla, que dispuso reorganizar los lugares de votación. Kicillof alertó que eso puede ser un problema que agudizará la baja concurrencia. Hubo un mensaje a los intendentes para que estén atentos a cómo puede impactar. Detrás aparece esa tendencia a creer que todo lo que ocurre forma parte de una operación para generar daño.
Es la misma sospecha en torno a los movimientos y dichos de Juan Grabois, que pulsea para encabezar la boleta de diputados y, en paralelo, amenaza con ir con boleta propia. Los tres habitantes en el triángulo de hierro del PJ bonaerense –Kicillof, Sergio Massa y Máximo Kirchner- coinciden en que no quieren a Grabois como cabeza de lista. Por razones diferentes pero, además, por las batallas internas, la intensidad de la negativa cambia. A Máximo, por ejemplo, si bien hizo un movimiento para despegarse de la rebeldía de Grabois, le resulta funcional en su propósito de licuar a Kicillof.
La amenaza del referente de Patria Grande genera reacciones diferentes. Massa –o los que lo rodean– plantean que se lo habilite a competir por afuera y poner en escena los votos que junta. Kicillof –o los que lo entornan– cree que dividir el voto será un error porque garantiza una derrota. Máximo tiene, a priori, el propósito de despegarse del candidato para que no se le atribuyan a él –y a Cristina- los movimientos rupturistas de Grabois.
El jefe de Patria Grande invoca una matemática legislativa según la cual la división en dos listas no implica perder diputados. Es discutible. Pero el asunto de fondo es otro: ¿no es demasiado riesgoso, para los planes presidenciales de Grabois, ir en una lista suelta frente al riesgo de una mala elección?
El martes hubo una cumbre de intendentes en San Fernando y, en la previa, varios alcaldes advirtieron que en sus territorios Grabois es “espanta votos”. Hay, detrás, un ruido extra: los legisladores de Patria Grande, entre ellos Federico Fagioli, votaron en contra de un proyecto para autorizar las reelecciones de legisladores, en un movimiento anticipado de que harían lo mismo con la de intendentes. “Pero después llamaron para pedir lugares en las listas”, se quejó uno en voz alta.
Cenital