El análisis de la expresidenta sobre las elecciones legislativas indica que no cederá en la disputa por el liderazgo opositor. El desafío de la renovación de la conducción del PJ bonaerense.
Fueron días de catarsis en todos los sectores y de reproches cruzados. Entre los dirigentes allegados a Cristina hubo, además, bastante molestia; incluso indignación. El enojo era con una interpretación que se hizo visible en redes: que el baile de CFK presa en el estrecho balcón de San José 1111 había sido algo así como un festejo por la derrota del peronismo en la provincia de Buenos Aires. Un posteo de la cuenta Cristina Libre, reproducido por Mayra Mendoza, resumió ese sentimiento en la red social X: “Lentos para denunciar persecución política. Rápidos para criticar un baile”. Algunos representantes del kirchnerismo hicieron pública su “calentura”. Hablaron de operaciones políticas que, según plantearon, buscarían perjudicar a Cristina y a Máximo. Pero luego llegó la carta de CFK, que impactó en la agenda como un misil. Desde su lugar de detención, la expresidenta cuestionó otra vez el desdoblamiento, aunque sin mencionar a Axel Kicillof. Hacia el final de la semana, lo visceral fue dejando paso a lo racional. El espacio del peronismo que responde a la dos veces presidenta empieza a prepararse para seis meses de debates, tensiones y un desafío abierto por el liderazgo opositor.
A partir de este lunes, con un acto en el Salón Dorado de la gobernación, arrancará un tiempo en el que la lupa del heterogéneo arco antimileísta estará concentrada en lo que suceda en PBA. El distrito más grande del país debe resolver dos cuestiones en el corto plazo: la primera, institucional-financiera y esencial para el funcionamiento básico del Estado bonaerense; la segunda, partidaria. El primer punto ocupará la centralidad de las discusiones legislativas en las próximas semanas. Se trata del paquete de leyes económicas que requiere Kicillof para administrar la provincia en el segundo tramo de su gobierno (Ley Fiscal-impositiva, presupuesto 2026 y autorización de endeudamiento). Kicillof lo presentará este lunes, acompañado por su Gabinete, en un evento al que fueron invitados legisladores provinciales, representantes sindicales y sociales, más intendentes de todos los partidos. El otro tema a resolver tiene implicancias políticas y está urgido por el almanaque: es la renovación de autoridades en el PJ bonaerense, ya que el 18 de diciembre vence el mandato de Máximo, su actual presidente.
La discusión bonaerense estará monopolizada por este temario, que no es para nada menor. En La Plata están dispuestos a poner sobre la mesa algunas variables que venían siendo demandadas por diputados y senadores provinciales, de distintos partidos. Son, entre otras, las designaciones pendientes en el Grupo Bapro (Banco Provincia) y la definición de los cuatro lugares que están vacantes en la Suprema Corte bonaerense, que debe tener siete miembros y hoy solo cuenta con tres: Hilda Kogan, Sergio Torres y Daniel Fernando Soria. Para las distintas tribus del peronismo (La Cámpora, Frente Renovador y Movimiento Derecho al Futuro), esas negociaciones correrán en paralelo -y, por lo tanto, se superpondrán- con la puja por la presidencia del PJ bonaerense. Con relación al futuro del justicialismo provincial, desde las filas camporistas y de otros sectores ligados a CFK se escucharon voces variadas. La diputada bonaerense Teresa García -quien fue electa el último domingo y a partir del 10 de diciembre pasará al Congreso nacional- dijo que a ella le parece que Máximo “debe seguir” al frente del partido. “Tiene que manifestar la voluntad de seguir en el PJ bonaerense, porque representa a un espacio político. Después, si sobre el final decide lo contrario, se abrirá otra discusión; pero en principio yo creo que debe seguir”, sostuvo en declaraciones al streaming Uno tres cinco.
En diálogo con Tiempo, el también diputado nacional electo Horacio Pietragalla comentó que aún no conversó del tema con Máximo aunque no descartó una interna. “No sé cuál es su decisión, lo que quiere llevar adelante. Lo más lógico, como siempre sucede en un partido como el PJ, es que haya internas y se presenten los que quieran ser candidatos. No creo que eso genere ningún problema”, agregó. Miembro de La Cámpora y exsecretario de DD HH, Pietragalla ocupó el séptimo lugar de la lista de diputados nacionales que llevó primero a Jorge Taiana. Reside en Monte Grande, comuna de Esteban Echeverría, donde impulsa una construcción política -el Ateneo Néstor Kirchner- que tensó su relación con el intendente Fernando Gray. Con relación al jefe comunal, Pietragalla cuestionó que Gray se haya postulado por una lista paralela (Unión Federal) a la del PJ: dijo que acarreó un perjuicio importante para Fuerza Patria.
“Gray ya tenía cocinado todo lo que hizo. En la elección anterior (la provincial y municipal, desdoblada, del 7 de septiembre) fue por Fuerza Patria porque cerró para ir adentro. Pero después lo que hizo es armar una lista por afuera. Y es más, cuando firmó para participar con una lista propia (el 26 de octubre) todavía estábamos en la campaña de la elección anterior (por la del 7 de septiembre)”, criticó Pietragalla. El último domingo, la propuesta electoral que postuló al propio Gray como primer candidato estuvo en la Boleta Única de Papel y obtuvo el 0,89% de los votos: ese porcentaje implicó unos 78.000 votos cuando la diferencia entre la lista oficial del peronismo y La Libertad Avanza fue de alrededor de 46.000. Dicho de otro modo: sin la lista de Gray, Fuerza Patria hubiera salido en el primer lugar, por un pequeño margen.
Consultado por el desenlace de las elecciones del 26, Pietragalla compartió los argumentos de Cristina. “Lo que pasó es algo natural, que iba a pasar: los intendentes pusieron muchos recursos (el 7 de septiembre) porque querían cuidar sus territorios, y mucho más ante un panorama en el que muchos de ellos no podrán renovar. Entonces, están dejando un legado, visibilizando a los primeros concejales”, evaluó, aunque también mencionó como factor al ‘miedo’ a un estallido cambiario, que fue reforzado por la intervención extorsiva de Donald Trump. “Claramente, el desdoblamiento fue un error. Pero no porque lo dice Cristina, porque lo dice el resultado. Fue como un balotaje”, insistió en alusión al agrupamiento casi absoluto del voto antiperonista.
Por último, el diputado nacional electo introdujo en el análisis un aspecto hasta ahora no muy explorado. Dijo que en la campaña del peronismo bonaerense para el 26 de octubre faltaron recursos económicos, que no había -ni tampoco se repartía- cartelería de vía pública con la foto de Taiana. “En la elección anterior se pusieron muchos recursos y hubo mucha campaña. En esta última no hubo nada. Y los fondos para esta campaña los manejó la provincia de Buenos Aires”, aseguró. En esta cuestión circulan explicaciones contradictorias: desde el espacio de Kicillof sostienen que el responsable económico formaba parte de la estructura del PJ nacional (comandada por CFK) y era Carlos Castagneto. Desde el cristinismo, por el contrario, dicen que esa tarea cuasilogística estaba a cargo del ministro de Infraestructura bonaerense Gabriel Katopodis y del intendente de Almirante Brown, Mariano Cascallares, ambos adherentes al MDF.
Máximo Kirchner: “Tenemos en la cabeza un país y vamos a dar la pelea»
Así lo expresó Máximo Kirchner en la inauguración del Ateneo Néstor Kirchner, en el partido de Quilmes. El presidente del PJ Bonaerense señaló que “de las derrotas también se aprende” y destacó la figura de Cristina y Néstor Kirchner. Cuestionó la reforma laboral, y al FMI por el condicionamiento que impone a la Argentina.
“Tenemos en la cabeza un país, tenemos en el corazón a nuestro pueblo. Vamos a dar la pelea, no se terminó nada. De las derrotas, también se construye, cuando Néstor salió a caminar para presidente, medía dos puntos. Estamos mucho mejor que esos dos puntos. A caminar, a construir, a organizar, a interpretar los sueños y anhelos de nuestro pueblo. Nadie se quiebra, nadie se rinde. Vamos para adelante”, le dijo Kirchner a la militancia y dirigencia presente en el Ateneo.
En relación al modelo económico del gobierno de Milei, señaló que “lejos de integrar y contener a las mayorías trabajadoras de nuestro país, las excluyen, las someten y que ahora, ante un debate de cómo debe organizarse el trabajo en la Argentina, la mejor idea que es darle más poder al poder y que el débil sea más débil. ¡Eso no es reforma, sino es empezar a garantizar la esclavitud en Argentina!”
“¿Cómo puede ser entonces que algunos responsabilicen a la mujer que no puede salir de su casa, mientras los que pueden salir se esconden cuando los resultados salen mal? Es un gran problema el que tenemos en el peronismo hay cosas, hay cosas que no se hacen. Hay cosas que entre los compañeros en el peronismo no se hacen. Y algo que no debe perderse nunca en el peronismo es el respeto por lo que todos los días lo dan todo, como lo ha hecho ella”, expresó en referencia a la carta de Cristina y las críticas a su conducción. Agregó: «Y lo recuerdo porque el día, el 27 de octubre del 2010, cuando se nos fue Néstor, los días posteriores, quisiera ver a muchos en esa situación. Agarró, recibió el cariño de su gente, lloró, puteó, maldijo. También se habrá enojado con él, supongo, por no cuidarse como debía, quizás, porque aparte el otro también era otra tromba. En vez de ir al reposo como hacen algunos. Vieron que ahora hay algunos compañeros que no los encontramos porque se fueron diez días a descansar, o siete porque pasaron las elecciones. Néstor no, Néstor no descansaba. Néstor encaraba, iba, iba.”
Cerró: “Ese Néstor, ejemplo de militante que en el 2009 salió a poner la cara por todos en la provincia de Buenos Aires y hubo muchos que le sacaron el cuerpo a aquella pelea. Sin embargo, aquellos que le sacaron el cuerpo a la pelea de Néstor en el 2009, fueron a colgarse de la pollera de Cristina en el 2011, por la cantidad de votos que arrastraba la compañera. Esa es la realidad, esa es la verdad”.
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