Se nos va yendo abril y llega el tiempo de decisiones importantes para el país. Por eso, te propongo tomarte unos minutos para analizar juntos de dónde venimos y hacia dónde vamos.
La última semana fue una muestra cabal de ello. La Argentina atravesó un hecho clave para el futuro de la gestión de Javier Milei. Cerca de un millón de personas se volcó a las calles en diferentes ciudades del país para manifestarse en favor de la educación universitaria pública y expresar sus críticas al congelamiento presupuestario que la puso en vilo. Una masiva y pacífica manifestación que superó la brecha -más allá de que, como siempre, no faltaron quienes quisieron sacar rédito político de ella- y abrió los ojos del Presidente. En definitiva, la educación superior representa un buen negocio para un país, como nos señala Matías Castro en este envío.
Milei apeló al pragmatismo una vez más, como lo hizo con la marcha atrás a la suba de las prepagas, y tras señalar que ya habían soltado partidas, garantizó fondos para el funcionamiento de las universidades, aún sin detener su ya clásica y cada vez más caliente verborragia en redes y escenarios, en la que no faltan hasta los exabruptos para referirse a su optimismo en la mejora de la economía, ni tampoco las burlas públicas para quienes señalan disidencias con el plan, como debió soportar Carlos Melconian, entre otros, durante la cena de la Fundación Libertad, en la que no hubo ni fideos ni tuco y mucho menos buzos con problemas digestivos.
Pero por encima del discurso está la acción y las decisiones, por lo que tras la promesa presidencial por la red X, este martes los rectores se reunirán con la ministra Sandra Pettovello y el secretario Carlos Torrendell para avanzar en una solución al problema.
Quizá, para ese momento, aún estén a la espera de la media sanción en Diputados de la segunda y reducida versión de la ley Ómnibus y el paquete fiscal, cuyo tratamiento arranca mañana con un poroteo favorable pero algunos signos de interrogación, que hoy nos revela Mariano Beldyk. En la fila de espera, está la sesión pedida por el kirchnerismo para ese mismo día, en la que pretende rechazar el DNU.
Y también la marcha de la CGT, que el miércoles se manifestará en ocasión del día del trabajador con sus caciques y los de la CTA en contra de la gestión mileísta, más allá de los cambios concedidos por el Gobierno en la reforma laboral prevista en la ley Bases. Un mundo de hombres el que domina la dirigencia sindical, así como los directorios de empresas, tal como nos revela Ricardo Quesada en el cierre de este newsletter, anticipando los resultados que nos arroja el estudio que El Cronista dará a conocer mañana con su nueva edición del Quién es quien en el mundo empresario.
El Cronista