EL VÉRTICE DEL ‘TRIÁNGULO DE LITIO’ QUE LE INTERESA A LOS EMPRESARIOS, HOY ES SOLO EL ARGENTINO

La Argentina logró destacarse en el mundo por apostar a un mineral cuya incipiente producción genera expectativas tan optimistas como hace tiempo no daba ninguna otra industria local. Se trata del litio, este recurso con alta demanda global por su necesidad en la electromovilidad y las energías renovables, que además abunda en el país que está ubicado en el clave ‘Triángulo del Litio”.

Si bien la Argentina comparte ese prometedor triángulo con Chile y Bolivia, decisiones políticas sobre el mineral en esos dos países los ubicaron detrás en la carrera por las inversiones. Y generaron que por no seguir ese camino, hasta ahora, la Argentina tenga ‘el modelo más conveniente‘ para la llegada de inversiones.

Así lo expresan, de forma unánime, los empresarios del sector. Los más importantes de ellos, reunidos en la feria Arminera (el evento que contó con la presencia de las principales compañías mineras de todo el mundo en Buenos Aires) no dudó un segundo en establecer que para las empresas “la situación argentina con el litio no debe cambiar”, aun con muy diferentes proyectos e iniciativas que hacen tambalear el modelo.

El punto central de la discordia, que con cierta cautela mencionan los hombres de negocios para no intensificar un debate que todavía está amesetado en la Argentina, es la nacionalización del litio. Lo que entre los empresarios describen como “sentarse sobre los recursos”. Una mirada nacional sobre la renta que dejan los proyectos, hoy relevantes para las provincias de Jujuy, Salta y Catamarca. También, la idea de “industrializar” el sector, para que no se trate solo de la extracción de una materia prima sino de ponerle más y más valor agregado.

Para los empresarios no hay discusión ideológica. Las inversiones van a donde están los negocios rentables. Incluso la discusión de por sí, coinciden, enturbia los planes de inversión. El CEO de una de las empresas de litio que está actualmente en producción lo explicó de esta forma: “Chile y Bolivia, con las concesiones intervenidas, no tienen proyectos que avancen hace décadas mientras que en la Argentina ya hay tres proyectos en producción y al menos cinco que entrarán en ese proceso en el corto plazo“. Otros CEO presentes lo apoyaron. Aun cuando la discusión esté planteada en porcentajes de regalías, “si las compañías pueden plantear con claridad y previsibilidad sus ecuaciones, los proyectos siguen viento en popa. Pero si el viento cambia, todo queda condicionado“, dijeron.

Hoy la Argentina cuenta con alrededor de 22 millones de toneladas en recursos y 2,7 millones de toneladas en reservas de mineral de litio. Una diferencia fundamental donde hacen énfasis los empresarios para comparar países. Las reservas y los recursos disponibles no son lo mismo. De nada sirve contar con el mineral si no puede extraerse o, al menos, no puede probarse que sea sostenible hacerlo.

Pensar en toda una cadena industrial desde la producción hasta un auto eléctrico es también un proceso que los inversores ven muy lejano. “Intervenir en el carbonato de litio hoy, pensando en asegurar una disponibilidad en el mercado doméstico que recorra una cadena de producción hasta fabricar un auto eléctrico en el país, con todos los productos que deben intervenir, es ilógico. Es como intervenir en la arena para impulsar la construcción de rascacielos“, sintetizó otro CEO.

El Cronista

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