EL VIRUS SE DESCONTROLA EN ARAGÓN, LA REGIÓN EUROPEA CON MÁS CASOS

La incidencia se multiplica por 10 en apenas 20 días. Preocupan Zaragoza y los brotes en residencias, que la autonomía atribuye a una “tormenta perfecta” de temporeros y ocio juvenil

Aragón, y más concretamente su capital, Zaragoza, es ahora el epicentro del incremento descontrolado de los casos de coronavirus. No solo en España, sino en toda Europa. Aragón se ha convertido en la región europea con mayor incidencia acumulada: 567 casos por 100.000 habitantes. Se ha multiplicado por 10 en apenas 20 días. Para ponerlo en contexto, la tasa española está en 72. La siguiente comunidad autónoma con peor dato de contagios es Cataluña, con 153 por cada 100.000 habitantes. Los hospitales aragoneses empiezan a notar la presión. Tienen ocupadas 491 camas con pacientes de coronavirus, 42 de ellos en la UCI. En poco más de 10 días se han duplicado los ingresos y el Gobierno regional se plantea suspender vacaciones del personal y pedir ayuda a médicos jubilados.

El pico de contagios, aseguran fuentes sanitarias, aún no se ha alcanzado. La tendencia es ascendente. Aragón lleva días detectando entre 400 y 650 nuevos casos (el miércoles fueron 614 diagnosticados el día previo), la gran mayoría en Zaragoza capital, donde más que de brotes hay que hablar ya de transmisión comunitaria, es decir, de contagios en los que no se puede trazar el origen. El confinamiento selectivo o las pruebas diagnósticas masivas en barrios concretos, al estilo de lo que va a hacer Cataluña en Sabadell, Terrassa y Ripollet, ya no funcionarían: los casos están extendidos por toda la ciudad. A ello se suman numerosos brotes en residencias, donde vive la población más vulnerable. Se están infectando personas cada vez más mayores, como muestra la edad media de los ingresos hospitalarios: la semana pasada rondaba los 60-65; esta semana ya supera los 70. El miércoles falleció un sexto residente de la residencia de Burbáguena (Teruel), donde ya se han detectado 80 positivos.

El presidente autonómico, Javier Lambán, ha destacado el martes el “rasgo singular” que define a la capital aragonesa: se juntan los problemas de ocio nocturno y juvenil que tienen otras ciudades con el hecho de que un buen número de los temporeros que recogen la fruta en zonas agrícolas residen allí o visitan a familiares o amigos entre campañas. Una “tormenta perfecta”, ha dicho, en un municipio de más de 700.000 habitantes. “Esto no ocurre en otras ciudades”, ha subrayado.

En Zaragoza los contagios se extienden por todos los distritos, pero el mayor número se localiza en el barrio de Delicias, el más densamente poblado, el que más población extranjera concentra y el que tiene varios códigos postales entre los de menor renta de la ciudad. La elevada densidad de población, el hacinamiento, la movilidad y las malas condiciones salariales y de vida de los trabajadores temporeros son algunas de las características que más preocupan a los expertos, porque dificultan el control de las cadenas de transmisión. El epidemiólogo Fernando Rodríguez Artalejo asegura que habrá que esperar al menos 14 días para ver si las medidas implantadas en Zaragoza consiguen estabilizar el crecimiento.

Zaragoza pasó a lo que la consejera de Sanidad, Sira Repollés, llamó “fase 2 rígida” el 23 de julio, junto con otras tres comarcas que hasta entonces estaban en el equivalente a una fase 2 más flexible. Han pasado 13 días y los casos siguen creciendo. “Si el porcentaje de positivos según la fecha de aparición de síntomas, es decir, si el contagio se ha producido en los últimos tres o cinco días, sigue aumentando, habrá que pensar en ser más estrictos”, opina Rodríguez Artalejo. El confinamiento es muy eficaz para contener una epidemia, suele explicar este epidemiólogo. Se sabe que funciona. Lo que no está tan claro que funcione, ni en cuánto tiempo, son las medidas intermedias, pero hay que ir ensayándolas. Pone el ejemplo de un enfermo con tensión arterial alta. “Un médico va probando tratamientos hasta que se la controla. Esto es parecido”.

José María Abad, director de Asistencia Sanitaria de Aragón, cree que la comunidad está alcanzando el pico y que a partir de ahora los casos disminuirán, pero sabe que no todos los expertos de su departamento opinan lo mismo. Mientras reconoce que en Zaragoza hay transmisión comunitaria y que los profesionales de atención primaria están saturados, la situación en los hospitales, asegura, es manejable, ya que los 491 pacientes de covid-19 ocupan solo el 12% de las camas disponibles. Sin embargo, “preocupa que se pueda desmandar”. Más de la mitad de las camas están ocupadas por otras patologías. Sigue habiendo accidentes, ictus, infartos… Se empiezan a cancelar operaciones no urgentes y el Departamento de Salud está sopesando suspender vacaciones del personal y pedir que médicos jubilados se reincorporen a tareas de apoyo o a ver a pacientes que no tengan covid.

Salud no descarta ninguna medida de restricción si no consigue bajar la incidencia, asegura Abad. El Gobierno de Aragón decidió este lunes extender a toda la comunidad la reducción de horarios de la hostelería, la prohibición del ocio nocturno y de los botellones y la limitación del número de personas que pueden reunirse. Esta comunidad sufrió el primer gran brote tras el confinamiento, en varias comarcas orientales que lindan con Cataluña donde hay mucha actividad de recogida de fruta. Salud cree que esos brotes volvieron a activarse y que la situación de Zaragoza está relacionada con esos temporeros que, entre campaña y campaña, van a casas de amigos o familiares en la capital. De esta población procederían también los casos en las residencias, según la hipótesis que maneja Salud.

Aragón es la región europea con mayor incidencia de coronavirus (a 14 días), según datos recopilados por el semanario The Economist. El Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) publica por su parte la incidencia acumulada de las regiones de 17 países de la UE. Según la última actualización, territorios de Suecia (Gävleborg, al este), Croacia (el condado de Vukovar-Sirmia) y Portugal (área metropolitana de Lisboa) son las que actualmente acumulan mayor número de casos, pero están muy lejos de los datos de Aragón: su incidencia oscila entre los 120 y 185 casos por 100.000 habitantes.

El País

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