El espionaje realizado sobre periodistas y la elaboracion de material de inteligencia durante el gobierno macrista provoco la indignacion y el repudio generalizado en forma casi unanime
(Por Walter Onorato) Desde el ambito de la politica pasando por el mundo del espectaculo, la cultura y la intelectualidad, en comunion con comunicadores y entidades gremiales profesionales se pronunció el rechazo en duros comunicados al espionaje ilegal efectuado durante el gobierno del ex presidente Mauricio Macri.
Desde todos los sectores el pedido es el mismo, celeridad en la intervención de la justicia para determinar las responsabilidades. Fue casi unánime desde todos los sectores.
Pero llama poderosamente la atención que después de varios días de realizada la denuncia por la interventora de la AFI, Cristina Caamaño, aún no se haya sumado un mensaje solidario de Clarín y La Nacion con los trabajadores de prensa que sufrieron el espionaje ilegal.
Desde Clarín, se trató de vincular la situación con una “ofensiva K para recuperar el control de las escuchas judiciales que ahora depende de la Corte Suprema de Justicia.” Una clara y evidente estrategia para desviar la atención y encubrir que ciertos medios periodísticos formaron parte del entramado de espionaje ilegal macrista.
Debemos recordar que la AFI, al mando de Gustavo Arribas elaboró reportes que informaba sobre la orientación politica, afinidades ideológicas, participación en sociedades, información de familiares e incluso el culto que profesan mas de 403 periodistas. Una actitud que transita por fuera de los valores democráticos y republicanos, tantas veces mencionados desde Juntos por el Cambio de manera inerte.
Tambien falta y no llama mucho la atención, la solidaridad del Foro de Periodismo Argentino (FOPEA) y de la Asociacion de Entidades Periodisticas Argentinas (ADEPA). Estas dos entidades que nuclean a las pincipales empresas periodisticas del país que se dedicaron a defender y a “militar” el proyecto neoliberal de Mauricio Macri. Sin olvidar de recordar que estas asociaciones junto a la ex Ministra Patricia Bullrich intentaron por medio de un “protocolo” la regulación del periodismo.
Lejos de la actitud de Clarin y La Nacion quedaron aquellas instituciones que salieron a pedir rápidamente explicaciones y repudiando lo ocurrido. Hacemos referencia al Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SIPREBA), la Federacion Argentina de Trabajadores de Prensa (Fatpren), la Asociacion de Reporteros Graficos (Argra) y la Asociacion de Corresponsales Extranjeros (Acera).
Mientras que Adepa en un tibio mensaje aclaró que de confirmarse los hechos la conducta de la administración macrista “resultarian incompatibles con el estado de derecho”.
De esta manera el grupo hegemónico de empresas dedicadas a la distribución de la información de la cual se note una gran cantidad de argentinos, son además los responsables de la “creación de realidades” que ahora lo pondran todo en duda. De ser verdad, como dice ADEPA, quizas algún día se solidarizen con los periodistas y de ser verdad quizás algún día recuerden el código de ética periodística que es simplemente comprometerse con el derecho que tiene el pueblo a una informacion veridica.
EN ORSAI