Las negociaciones del sindicato y los empresarios pasaron a un cuarto intermedio hasta este viernes a las 13, pero el líder gremial citó previamente a representantes de todo el país para amenazar con medidas de fuerza. Qué posición tiene cada sector
Hugo Moyano ya volvió a la CGT en reemplazo de su hijo mayor para dar señales de buena voluntad al Gobierno, pero en los próximos días, paradójicamente, podría adoptar el mismo perfil combativo de Pablo: este viernes reunirá a dirigentes de Camioneros de todo el país para decidir un plan de lucha ante la perspectiva de que fracasen las negociaciones salariales con los empresarios.
El líder sindical se los anticipó este miércoles a las cámaras en otra audiencia oficial que finalizó sin acuerdo, realizada en la Secretaría de Trabajo, para tratar de cerrar un aumento salarial para el período diciembre-febrero. Moyano reclama un 15% trimestral (5% para cada mes), más un bono de $650 mil y un aporte extraordinario para la obra social (que ascendería a $20 mil por trabajador).
Formalmente, las partes aceptaron la propuesta de Trabajo de pasar a un cuarto intermedio hasta el viernes a las 13. Poco antes, el mismo día, Moyano juntará a su tropa en la Federación Nacional de Trabajadores Camioneros para presionar a los empresarios con amenazas de medidas de fuerza.
En las cámaras del transporte automotor de cargas advierten que están muy lejos de la cifra reclamada y contraofertaron un 1% mensual, que está por debajo del 3% de la pauta del Ministerio de Economía para que las paritarias acompañen la inflación a la baja prevista para los próximos meses.
Julio Cordero, secretario de Trabajo, se comprometió de nuevo ante Moyano a mediar para llegar un final feliz, como sucedió en las traumáticas negociaciones de abril pasado. El ex abogado de Techint sabe que el Gobierno debería ayudar como sea al líder de Camioneros luego de su gesto de haber empujado a Pablo a la renuncia a la CGT cuando desautorizó su propuesta de otro paro general.
Hace quince días, Cordero recibió a Hugo Moyano y su hijo menor, Jerónimo, en Trabajo, en una reunión secreta para hablar del recambio en la CGT y, sobre todo, de las paritarias: al Gobierno le preocupa el reclamo de Camioneros de lograr una mejora del 5% mensual por un trimestre.
Moyano padre construyó una relación con Cordero desde que el funcionario destrabó en abril pasado la paritaria de Camioneros, que Trabajo no homologaba porque consistía en un aumento del 45% para marzo y abril (en dos tramos del 25% y del 20%), que superaba la pauta salarial del Ministerio de Economía y que, además, había sido impugnado por cuatro cámaras del interior.
Gracias a la gestión de Cordero, el líder sindical aceptó renegociar el convenio salarial con cifras acordes a la pauta oficial y así pudo ser homologado. A partir de entonces, Hugo Moyano tuvo gestos significativos hacia el secretario de Trabajo. En junio, por ejemplo, ordenó a su hijo Hugo Antonio, alias “Huguito”, abogado laboralista y secretario de Coordinación de Asuntos Jurídicos del sindicato, que participara de un acto con Cordero en la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en Ginebra, mientras Pablo Moyano impulsaba una movilización contra el Gobierno ante el Congreso.
Algo similar sucedió el 21 de noviembre pasado, cuando “Huguito” apareció de manera inesperada como parte de una delegación de la CGT en una reunión tripartita con Cordero, luego de que Pablo había justificado su idea de un paro contra Milei y la mesa chica de la CGT desestimó una nueva protesta. Esa presencia de un Moyano en un encuentro con el Gobierno fue una forma del titular de Camioneros de diferenciarse de Pablo y ratificar que, antes que un paro general, prefiere negociar.
Este martes, Hugo Moyano volvió a la CGT para afianzar la estrategia dialoguista mediante un esquema original (él irá a la mesa chica y un dirigente de su confianza, Octavio Argüello, al triunvirato), pero el jefe de Camioneros necesita que la Casa Rosada le dé alguna señal que justifique su giro negociador y mantenga neutralizado a su díscolo hijo mayor, de una postura ultraopositora.
La versión ampliada de la mesa chica de la CGT (con 45 dirigentes) recibió a Moyano padre y a Argüello en una curiosa reunión en la que casi nadie mencionó a Pablo, empezando por su propio padre. Recién cuando Verónica Espósito, de Aeronavegantes, habló de él para agradecerle su apoyo en el conflicto de Aerolíneas, Hugo pidió hablar de nuevo para enmendar su “olvido” y referirse a Pablo: “Quiero agradecerte la mención a mi hijo. El es así de loco. Va por todo”, resaltó Hugo Moyano. Además, aseguró que Pablo “va a colaborar” con la CGT y señaló: “Camioneros es uno solo”.
Infobae