GARCÍA LARRABURU PROPUSO LA VUELTA DE LA JUNTA NACIONAL DE GRANOS Y LOS OLIGARCAS ESTÁN MUERTOS DE MIEDO

La senadora rionegrina presentó un proyecto para reeditar el organismo a fin de regular el mercado de granos. Comprendo lo imperioso de establecer reglas para equiparar el ahorro con la inversión y que así puedan beneficiarse todos los argentinos”, destacó la legisladora. Las respuestas del agro, no tardaron en llegar

La senadora rionegrina, Silvina García Larraburu (Frente de Todos), presentó un proyecto para reeditar la Junta Nacional de Granos, a fin de regular el mercado agropecuario. “Hace dos años he venido trabajando la temática desde mi mandato como Diputada. Comprendo lo imperioso de establecer reglas para equiparar el ahorro con la inversión y que así puedan beneficiarse todos los argentinos”, explicó la legisladora. 

En tal sentido, García Larraburu recordó que “en el año 1991 se puso fin a la regulación, para que, con el beneficio de la desregulación la producción quedara en manos de privados, quienes generalmente responden a intereses foráneos o particulares”.

Desde el agro, uno de los que salió a responder a la iniciativa de la rionegrina fue del productor rural y exministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Luis Etchevehere, quién aseguró que “duplicaron las retenciones, desdoblaron tipo de cambio, se resisten a firmar tratados de comercio, y ahora proyecto de Junta de Granos. Todo lleva a la decadencia y la generación de pobreza”.

Otro exfuncionario de Cambiemos que salió a responder fue Ricardo Buryaile, actual diputado nacional por Formosa, que consideró que “el proyecto demuestra el desconocimiento total del mercado de granos. Estas ideas atrasan 50 años cuando el comercio era entre países, hoy es entre filiales. Solo traerá más costos para el Estado, menos precios al productor , menos inversión y más corrupción”. 

Terminada la Primera Guerra Mundial el mundo comienza una nueva etapa en el comercio internacional. La Junta Nacional de Granos fue un ente estatal de regulación del mercado de granos en Argentina, fundado en 1933 bajo la presidencia de Justo. En ese entonces se llamó Junta Reguladora de Granos. Esa junta compraba el trigo, el maíz y el lino que se le ofreciera a precios establecidos por el Gobierno para venderlos a los exportadores. Si las operaciones dieran lugar a quebrantos, se cubrirían con recursos del Fondo de Cambios del Banco de la Nación. El propósito consistía en que los agricultores tuvieran precios compensatorios

La Junta cobró relevancia durante el primer mandato de Juan Domingo Perón cuando cambió su nombre por el de Instituto Argentino de Promoción del Intercambio (IAPI) cumpliendo el rol de sostener los precios para el productor ante la baja del valor internacional. De esta manera era un organismo que brindaba divisas al Estado para invertirlos en otras áreas

Según la historiadora e investigadora Teresa Eggers-Brass, durante el gobierno del presidente Perón el IAPI significó la nacionalización del comercio exterior. “El Estado era el único comprador (a los productores internos y en el extranjero) y el único vendedor para las exportaciones de cereales y oleaginosos al precio que fijara. Si tenemos en cuenta que entre 1936 y 1939 sólo cuatro empresas privadas multinacionales (entre las que se encontraba Bunge y Born, gran enemiga del peronismo) exportaron el 82,5 % del total de las ventas de granos al exterior, cuando había en realidad 180.000 productores de cereales, podemos ver a quién le quitó el negocio el IAPI. Las ganancias, en lugar de embolsarlas las multinacionales, las tenía el Estado, que las empleaba para dar préstamos a la industria o para hacer la política social.” Agregando que se puede “hablar, globalmente, de la nacionalización de la economía. Por eso el gobierno declaró el 9 de julio de 1947 la “Independencia económica.”

(Revolución Popular)

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