Con el boleto estudiantil terciario, la entrega de notebooks y la escucha en encuentros, el gobernador busca neutralizar el crecimiento de Milei en ese grupo etario.
Más de 3 millones de jóvenes de entre 18 y 29 años votan en la provincia de Buenos Aires. A ellos se suman los 456 mil pibes y pibas de entre 16 y 17 años que fueron incorporados este año al padrón y quedaron habilitados para emitir el sufragio. Es la franja que, mayoritariamente, optó por Javier Milei en las PASO del 13 de agosto. Por eso, ahora Unión por la Patria afina las estrategias para acercarse a ese electorado en busca de subir el piso de votos para octubre.
En ese camino, Axel Kicillof comenzó a engrosar su agenda de gestión vinculada a los jóvenes en este segunda etapa de la campaña. Además de los actos de entrega de netbooks del Conectar Igualdad Bonaerense, el gobernador sumó en las ultimas semanas actividades y anuncios vinculados a ese franja que interpela a la política tradicional: encabezó una mateada en la Facultad de Humanidades de la UNLP, recibió a los estudiantes que participaron de los viajes de egresados gratuitos en la Gobernación, se reunió con los directores de Juventud de toda la provincia y anunció la implementación del boleto terciario gratuito que beneficiará a 273 mil estudiantes al cumplirse un nuevo aniversario de La Noche de los Lápices.
El dilema para el oficialismo es cómo llegar a ese público. El propio Kicillof lo admitió en la «mateada» en la UNLP que encabezó junto al dirigente de Patria Grande, Juan Grabois, y la legisladora Ofelia Fernández ante un auditorio lleno de jóvenes estudiantes. En ese marco descontracturado, el gobernador aseguró que «están obligados a escuchar a una nueva generación» que no vivió los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, ni de la crisis de 2001 o de la década menemista y que no sabe de qué le hablan.
«Un pibe que tiene 18 años y vota, tenía 10 años cuando (Mauricio) Macri ganó la presidencia. Le hablamos de Néstor y Cristina, le hablamos de 2001, de los 90, todo esto que le contamos es como contarle la Revolución de Mayo. No tiene esa distancia histórica, pero lo que no lo viviste, no lo viviste, no lo tenés en el cuerpo, ni esas cicatrices ni esas alegrías y es muy difícil transmitirlo», señaló. En esa misma charla también dijo que el oficialismo «está pifiando o no llegando con la capacidad de comunicar y explicar» y pidió dejar de echarle la culpa a los medios, a las redes sociales o a Milei.
Si bien en el gobierno consideran que Kicillof tiene «buena recepción» entre los pibes y pibas -que le piden sacarse selfies cuando comparte actos con ellos- necesita aprovechar más ese capital, que es lo que buscan reforzar ahora en esta etapa de la campaña hacia octubre. «Hay que hablarle más a los pibes y las pibas, porque ni a nivel nacional, ni a nivel dirigentes en general, le están hablando a los pibes, no se organizan actos con los pibes, no se los visibiliza», apuntan a Tiempo desde el comando de campaña.
En el Ejecutivo conocen las demandas del sector. Hay distintas áreas y programas enfocados a los jóvenes, como el Envión y los Centros Juveniles, donde las problemáticas son escuchadas a diario. «Muchos pibes y pibas hace ocho años que vienen padeciendo: primero fueron los 4 años de Macri y Vidal, luego la pandemia. Y hace un año y medio de nuestra gestión que le empezamos a hablar con políticas públicas concretas porque si no ven políticas concretas que realmente le transformen la vida, lo que nos demandan es, no tenemos horizonte, no tenemos trabajo, nos cuesta ir a la escuela», señala a Tiempo la directora provincial de Juventudes, Ayelén López, quien también remarca la frustración que genera esto en esta nueva generación.
En este punto, considera que el oficialismo tiene que «volver a hablarle» a la juventud y explicarle lo que puede significar un gobierno de la oposición. «Tenemos a Milei que viene a gritarles y a decirles que todo es una mierda. Y tenemos que poder explicarles, por ejemplo, que Milei y la oposición votaron en contra de las universidades que beneficiaban a gran parte de los pibes y las pibas de Ezeiza, Pilar o Saladillo. Si no hablamos con ellos y no les explicamos eso, es obvio que se van a sentir representados por otras expresiones», agrega.
Aunque la perfomance de Milei en las PASO sorprendió, la preferencia de los jóvenes por el libertario ya era advertida por algunos investigadores. Un trabajo llevado adelante por la consultora Lineamientos, que lidera la directora de la carrera de Comunicación Social de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ), Soledad López, entre jóvenes de 17 a 29 años de sectores medios y universitarios, y de sectores vulnerables y de bajos ingresos del Gran La Plata y el Conurbano bonaerense indicó que «Milei era el candidato más nombrado, seguido en menor medida por Kicillof e intendentes».
El informe, basado en los focus group realizados entre abril y agosto, remarca que «tanto los jóvenes adherentes a Milei como aquellos que declaran no votarlo comparten algo: consideran que el Estado y la política no les resuelven los problemas que les genera el aumento continuo de precios y la baja o nula posibilidad de acceder a bienes y servicios básicos, la inseguridad o la precariedad laboral en la articulación de sus proyectos de vida».
En diálogo con Tiempo, Soledad López explicó que los jóvenes «demandan propuestas concretas y tangibles de horizontes de desarrollo educativo, laboral, habitacional» y que «Estado, derechos y conquistas son palabras que vienen del discurso político, de la mirada adultocéntrica», lejanas a ellos. También consideró que entre las estrategias para llegar con el mensaje «hay que estar, conocer y ser parte en sus lugares de referencia como los barrios, escuelas, clubes, universidades, comedores, iglesias». Por último, la investigadora apuntó que las palabras más repetidas en los focus fueron «creo» y «hacer» y concluyó: «La demanda por la acción es muy fuerte… dicho en términos que usan los jóvenes podría decir que piden que ´alguien haga algo´».
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