María Eugenia Vidal estuvo en el programa de Luis Majul donde, además de corresponsabilizar al Frente de Todos por el endeudamiento de la provincia, halagó su propia política educativa. Sin embargo,un relevamiento sobre las iniciativas educativas de la provincia durante la gestión de Cambiemos nos da por resultado que la política educativa ha sido deficitaria, caracterizada por la desinversión y diseñada a espaldas de docentes y sindicatos.
Vidal afirmó que los alumnos de las escuelas primarias bonaerenses aprenden robótica y programación y que “eso los prepara mejor para aprender matemática y lógica y para el futuro puesto de trabajo que van a tener”. La aseveración resulta por lo menos fantasiosa en la provincia donde la inversión educativa cayó y la participación de la educación en el presupuesto provincial se recorta cada año, a diferencia del gasto para servicios de deuda. Además, de acuerdo a datos del Centro de Estudios Atenea , cerca del 25% de los jóvenes bonaerenses en condiciones de trabajar están desempleados y los motivos no pueden aducirse a la falta de competencias sino a la destrucción de la industria y la economía en general.
El Plan Provincial de Robótica Educativa, que en efecto es financiado con fondos nacionales, se implementa en 5to y 6to año de la educación primaria y hace pocos meses comenzó como prueba piloto en 150 jardines. Rebautizado hace pocos días como “Aprender Conectados” reemplaza al interrumpido “Conectar Igualdad”, cuyo cierre fue justificado diciendo que el “76% de los alumnos de escuelas primarias cuenta con un celular ”, ignorando las múltiples variables que inciden en el acceso a las nuevas tecnologías. En cualquier caso, los kits de robótica entregados hasta el momento no se comparan con los 2 millones de netbooks distribuidos entre 2010 y 2015.
Vidal también hizo alusión a las políticas de formación docente continua, atribuyéndose el mérito de haber “dado un postítulo universitario a 2.000 directores de escuela”. En una provincia con más de 20.000 unidades educativas, el alcance de la capacitación parece insuficiente: menos del 10% de los recursos humanos destinados a la conducción y dirección escolar fueron formados.
La formación docente continua ha sido objeto de recortes a lo largo de estos cuatro años de gestión macrista. A nivel nacional el INFOD ha visto congelado su presupuesto desde el 2016 y una de sus principales iniciativas, el Programa Nacional “Nuestra Escuela”, que implicó la formación en servicio de cientos de miles de docentes, vio limitada su continuidad. En el territorio bonaerense, los Centros de Información e Investigación Educativa (CIIE) -históricos espacios de coordinación y desarrollo de la oferta de formación docente continua – recibieron el impacto de los recortes que se expresó en el despido de trabajadores y trabajadoras del plantel de Equipos Técnicos Centrales este mismo año.
El último elogio que la gobernadora se permitió en cámara fuela decisión de alrededor de un millón de adultos que retomaron sus estudios. Si bien es cierto que la matrícula de la Educación de Jóvenes y Adultos se vio incrementada, es necesario aclarar que todas las modalidades educativas dirigidas a este segmento fueron creadas o impulsadas por el gobierno anterior. Es el caso del Plan FinES (2008), la Secundaria con Oficios (2006), y los Centros Especializados de Bachilleratos de Adultos con orientación de Salud (creados en 1989 pero puestos en pleno funcionamiento a partir de 2003). Las acciones del gobierno de Vidal en esta materia fueron solamente dos: el cierre de los Bachilleratos de Adultos, que afectó a 6000 alumnos a pocas semanas de comenzar el ciclo lectivo de 2018, y la creación de lo que bautizaron como “Adultos 3.0”, una plataforma de inscripción online para las modalidades mencionadas arriba. El aluvión de inscripciones puede entenderse en un contexto donde numerosos planes y programas educativos eran cerrados, acaso ante el temor de perder la oportunidad de estudiar.
Si después de estos cuatro años la educación pública aún se mantiene en pie es, sin dudas, por las acciones de lucha que han protagonizado los y las docentes, los gremios y la comunidad académica ante cada una de las arremetidas de la gestión provincial y nacional. La deuda contraída por Vidal no es sólo con los bancos y holdouts, sino principalmente con los y las estudiantes y quienes quedaron fuera de la escuela.
Por Darío Spampinato* y Yanina Caressa**
* Lic. en Ciencias de la Educación e investigador del Centro de Estudios Atenea
** Lic. en Ciencias de la Educación e investigadora del Instituto de Investigaciones en Ciencias de la Educación (IICE – UBA)
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