LA ROSCA PERONISTA DE MILEI Y LA HUELLA POLÍTICA DE LA PANDEMIA

Con Francos como lazarillo y Karina como guardiana, el presidente tuvo una cumbre con gobernadores. La transversalidad libertaria que proyecta Caputo Jr. y el voto de los rotos pandémicos. La guerra fría Caputo-Sturzenegger por la crisis de 2018 y el plan transición.

A paso rápido, Karina Milei entró al Salón Eva Perón, saludó y susurró un comentario al oído de su hermano. Poco después, se fue. La hermanísima estuvo un puñado de los 45 minutos que duró la reunión, pero aparece en primer plano en la que puede registrarse como la primera foto de rosca de Javier Milei. Ocurrió el jueves a la tarde, había cuatro gobernadores y Guillermo Francos, jefe de Gabinete y gestor de la cumbre.

Karina casi ni habló. Su hermano sí: de economía y de las inversiones que, vaticina, llegarán gracias al Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI). Pero la charla se armó con otro plan: ensayar un acercamiento “personal” entre Milei y cuatro de los gobernadores amigables: el tucumano Osvaldo Jaldo, el catamarqueño Raúl Jalil, el jujeño Carlos Sadir y el salteño Gustavo Sáenz, que operó con Francos para montar reunión. De los cuatro, tres habitan el panperonismo.

“No lo conocemos, no habíamos hablado con él. En política, el vínculo personal es importante. Para que deje de sospechar, para que haya confianza”, relató un mandatario provincial a Cenital. Sáenz, con la intención de relajar la charla, invitó a Milei a cantar folklore. Al salteño le gusta hacerlo y circulan videos en los que interpreta canciones de Los Nocheros, registros de la gira de campaña cuando fue candidato a vice de Sergio Massa en 2015.

Sadir y Jalil le pidieron al presidente que visite sus provincias. Junto a Sáenz, integran la mesa del litio: Salta, Jujuy y Catamarca son el triángulo criollo de ese mercado, un territorio que creció sin RIGI. Jaldo entró por otro carril: primer peronista en pintarse de violeta libertario, todavía no había logrado el mano a mano con Milei. En el ritual, hubo apoyo a la Ley Bases y confirmaron que estarán el 9 de julio en Tucumán para la firma del Pacto de Mayo.


“La situación es delicada, por eso acompañamos. En momentos delicados, hay que hacerlo”, se justificó otro gobernador. Milei, con su predisposición para esa cumbre íntima, de rosca y vínculo, parece validar el diagnóstico de fragilidad. Es una novedad: al libertario lo aburre la rosca política y, según le confesó a un visitante a Olivos, escapa a las reuniones con mandatarios o empresarios porque le hacen pedidos.

Tuvo bilaterales reservadas: alguna con el porteño bonaerense Jorge Macri, con la mediación de Karina, y una con el cordobés Martín Llaryora, de pie y por 20 minutos en Córdoba, luego del acto del fallido Pacto de Mayo. Las bajadas a los territorios, como la del jueves a Rosario, suelen ser accidentadas. El gobernador santafesino Maximiliano Pullaro, anfitrión del evento, lo saludó con un racimo de reproches por la falta de obras nacionales, la quita de fondos a la educación y el impacto de la depresión económica.

El contrafuego libertario, insólito pero necesario para los propios, consistió en truchar el audio del discurso de Pullaro y poner a circular un video fake en que los asistentes silban la intervención del mandatario provincial. No ocurrió, pero el troll center de Milei trabaja de armar realidades paralelas. El ejército que tiene como centro de operaciones en un salón del primer piso de Casa Rosada opera en la construcción de ese mundo bis. Como la celebración de imágenes generadas por inteligencia artificial en las que Milei aparece estilizado, joven y atlético.

Nota al pie: Javier Balsa, autor del libro ¿Por qué ganó Milei?, explora una tesis sobre cierta eficacia de esas ficciones. Invoca la categoría de personalidad narcisista que menciona Erich Fromm, en la que “el yo tiene una personalidad tan fuerte, que se sobrepone a lo que la realidad le marca” lo que “explica la tendencia a aceptar fake news increíbles”, según analizó en una entrevista en Radio Con Vos.

La transversalidad de Milei

Hay un dato del calendario que explica el modo rosca que ensaya el presidente. Faltan 363 días para la medianoche de junio que, si no hay cambios en el régimen electoral, operará como cierre de listas para las legislativas de 2025. Con la Ley Bases y el Paquete Fiscal aprobados –se enmienden o no en Diputados–, el Gobierno define el próximo movimiento. Como ya contó Cenital, se termina de definir el llamado paquete «anti casta” que, además de modificar el régimen de jubilaciones de privilegio y proponer cambios en el sistema sindical, incluye capítulos electorales como la Boleta Única y la eliminación de las PASO. Boleta Única pasó por Diputados y espera tratamiento en el Senado. La vicepresidenta Victoria Villarruel, que recuperó diálogo con Milei, quiere mostrar esa aprobación como un gol propio.

Peo es una fantasía de Milei suponer que en 2025 se puede revertir el reparto del Congreso. No hay matemática electoral que le permita pasar de los 7 senadores actuales a 37 ni de los 36 diputados a 129, que implican quórum y mayorías. El horizonte político linkea con un asunto más concreto: la intención del libertario es crecer en número en el Congreso mediante la absorción del macrismo residual, de algunos sectores de la UCR y de porciones, de alcance impreciso, del peronismo.

La cumbre de Milei con gobernadores peronistas –que incomodó a los mandatarios de JxC– marida con esa postura que expone Francos. Se atribuye a Santiago Caputo teorizar sobre un armado político multitarget, algo así como la transversalidad de Milei. Sobre el joven gurú libertario cae una queja que puede roer su condición de intocable. “Santiago entiende de elecciones, pero no entiende de gobernabilidad. El problema es que para llegar a las elecciones con chances tenés que gobernar más o menos bien”, advierte a Cenital un dirigente que frecuenta a Caputo junior.

“Francos entiende mejor que Santiago la relación entre gestión y armado político”, completa el libertario, que escarba en una interna latente: el asesor Caputo evita confrontar con Karina, pero le objeta que la hermanísima se apoye, casi exclusivamente, en el clan Menem para la construcción de La Libertad Avanza (LLA) a nivel provincial. Empieza el juego de los ismos en el continente Milei. “Cuando arman el partido con Karina ¿los Menem hacen mileísmo o hacen menemismo?”, se pregunta un operador.

Así como Karina se enfocó en la conformación de franquicias de LLA en las provincias, Milei lanzó nombres de candidatos. A José Luis Espert le dio, hace tiempo, visibilidad en apariciones, al igual que a Manuel Adorni, su portavoz. Los dos estuvieron en el escenario en el show del Luna Park y los dos aparecen, a priori, como potenciales candidatos libertarios para el 2025 en CABA y PBA.

Ese es el continente electoral que presenta un problema de convivencia entre Milei y Macri. El avance libertario en esos distritos pone en un brete al expresidente, que no descarta ser candidato como último sacrificio para salvar a su partido. “Milei no se va a pelear con Mauricio”, asegura una fuente de LLA. No está tan claro si Mauricio no se va a pelear con Milei. Falta la opinión de Patricia Bullrich, a quien escucharon plantear que quiere un cambio. “No quiere ser ministra de Seguridad para siempre”. La salida obvia sería en 2025, como candidata en CABA, para ir por la jefatura de Gobierno en 2027.

En los inicios de la gestión Milei, cerca de Bullrich se especuló con que podría asumir como jefa de Gabinete en el primer recambio ministerial. En esos mismos días se instaló la versión de remoción de Francos. El exsciolista le atribuyó la operación a Cristian Ritondo y le devolvió la gentileza cuando se opuso a la alternativa de que Ritondo vaya a Interior cuando Francos ascendió a jefe de Gabinete.

Sturzenegger y la inflación de junio

Hace diez días, el ministro Luis ‘Toto’ Caputo recibió a Federico Sturzenegger en Economía. Una gestualidad interna para mostrar que no hay ruidos, que el chispazo sobre quién es el responsable de la crisis terminal de 2018 está saldado. “Uno se encarga de la macro, el otro de las desregulaciones”, se explicó. En Casa Rosada cuentan que Milei está en una encerrona, porque imaginó que para mitad del 2024 Caputo estaría agotado como ministro y debería recurrir a un recambio, que sería Sturzenegger. Esto, cree Milei, todavía no es necesario. En una semana, dos veces le suspendió una reunión al “Coloso”.

“Federico no necesita ser ministro. Javier es el que se lo pide”, dice un economista que frecuenta a Sturzenegger. Para ese trámite será determinante la reglamentación de la Ley Bases, que incluirá el capítulo de privatizaciones. Ese procedimiento administrativo definirá dominios: Caputo con las concesiones y el Coloso con las privatizaciones. Francos, en medio, pulsea por tener más poder en el universo de las empresas del Estado, un asunto donde tenía especial interés su antecesor, Nicolás Posse.

El viernes, en Gobierno circuló el informe de Econométrica que proyecta 5,2% de inflación para junio, pero con una baja en alimentos y bebidas, que en la tercera semana del mes habría estado, según la proyección, en 0. El horizonte que expone la consultora que dirige Ramiro Castiñeira es cómo impactarán los regulados, en particular tarifas. Según su análisis, el atraso tarifario, que en diciembre era de 208%, en junio bajó al 40%. Dos datos. Uno: el principal tramo del atraso se resolvió en seis meses. Dos: las boletas, que empezaron a despabilarse en junio, mostrarán ese impacto en julio.

El economista liberal Roberto Cachanosky plantea una contradicción: afirma que el superávit está sostenido esencialmente sobre la licuación y que, para licuar, el Gobierno necesita inflación. Martín Pollera, del grupo Atenas, plantea otra dualidad: la relación compleja entre la falta de dólares –sin liquidación del campo con el dato extra de BCRA que dejó de comprar– y una eventual recuperación de la economía. “Lo peor que puede pasarle a Milei es una recuperación abrupta. Se queda sin dólares más rápido”, dice el economista y agrega: “La recuperación del salario puede ser contraproducente. Si aumentan los ingresos, aumenta el consumo, y con ello aumentaría la demanda de importaciones”.

La inflación dejó, muy rápido, de figurar como principal preocupación en los estudios de opinión pública. Y apareció la preocupación por el impacto de la recesión. Las consultoras Opina Argentina (de Facundo Nejamkis) Proyección (de Santiago Giorgetta) y ARESCO (de Federico Aurelio) reflejan ese fenómeno. Según Aurelio, uno de cada dos consultados teme que él o gente de su entorno tenga problemas de empleo. En tanto, ante la pregunta de si preocupa más la inflación o el efecto de la recesión económica con consecuencias en el empleo, el 60% se expresó por este segundo temor. El último informe de la consultora C-P de Federico Pastrana, que analiza ingresos y empleos, justifica el temor: el empleo registrado privado cayó por séptimo mes consecutivo y acumula una pérdida de 100 mil puestos de trabajo.

Aurelio hizo, en paralelo, un estudio para vincular el efecto de la pandemia con el presente político y se topó con datos interesantes: entre la población a la que que la pandemia/cuarentena le rompió la vida, el nivel de apoyo a Milei alcanza una cifra exorbitante de más del 75%. Ese plus es el que, en las mediciones de ARESCO, vuelca la balanza de la medición general y le permite tener un saldo positivo.

La huella política de la pandemia se revela, según esos datos, como un elemento determinante del presente y permite, entre otras cuestiones, proyectar el universo de “rotos” pandémicos como esencial del núcleo duro de fanáticos libertarios. Es un grupo heterogéneo en cuanto a sectores sociales, explica Aurelio, aunque observa una mayor presencia de jóvenes. El Índice de Irascibilidad Social (IDI) que mide cada mes Casa Tres, de Mora Jozami, confirma esa tendencia sobre el apoyo de los sectores más jóvenes. En tanto, sectores de mediana edad (45-55) son los más temerosos.

Casa Tres preguntó, además, sobre el referente opositor. La foto novedosa es que mientas para los que votaron a Milei en el balotaje la principal referencia opositora es Cristina Kirchner, entre los votantes de Sergio Massa ese lugar lo ocupa Axel Kicillof. Como si el ecosistema libertario prefiriese que enfrente esté CFK y el panperonismo crea más conveniente que esté el gobernador bonaerense. Luego del chispazo entre Jorge Ferraresi y Mayra Mendoza, podría acelerarse una cumbre entre Kicillof y Máximo Kirchner. El clima no es el mejor, pero se instaló la idea de que Cristina pide que se ordene la interna interperonista. Hay detalles pueriles: el acto por los 50 años de la muerte de Juan Domingo Perón, que activó La Cámpora y contará çon la presencia de CFK, pareció una reacción ante la actividad que armó para la misma fecha Andrés ‘Cuervo’ Larroque con la presencia de Kicillof en la quinta de San Vicente.

Cenital

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