LA VIDA EN PELIGRO POR LA LIBRE VENTA DE ÓRGANOS

El Incucai desmintió a Javier Milei, quien se expresó a favor de un mercado donde se comercialicen partes del cuerpo humano, con un impacto dramáticamente desigual para ricos y pobres.

La propuesta del precandidato a presidente Javier Milei es buscar mecanismos de mercado para evitar listas de espera para trasplantes, abarcando un tema complejo en base a premisas falsas. Milei apoya la compra-venta de órganos, que considera un mercado más. Como cada uno dispone de la propiedad de su propio cuerpo (y de sus órganos), el donante transferiría los derechos de propiedad a través de una transacción comercial por la que obtiene un beneficio económico.

Cabe destacar que en Argentina el comercio de órganos está prohibido y sancionado por la Ley 24.193 que expresa el principio de gratuidad y prohíbe otorgar prestaciones o beneficios por la donación de órganos en vida o luego de la muerte, la indeterminación con fines de lucro o la inducción al dador para forzar la donación.

La liberalización del mercado de órganos transforma a la persona en un objeto, vulnerando la dignidad y los Derechos Humanos. Si existiera la libre comercialización de órganos, habría personas pobres queriendo donar sus órganos como única posibilidad de poder tener cierto grado de riqueza, personas ricas dispuestas a pagarle al pobre por sus órganos y finalmente personas pobres con necesidad de un trasplante que morirían.

El Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (INCUCAI) sacó un comunicado este lunes contando cómo funciona la donación de órga-nos en Argentina tras los dichos del candidato a presidente por La Libertad Avan-za (LLA), Javier Milei.

“Aclaramos que no toda persona fallecida puede ser donante. La donación depende de las características de la muerte”, inicia el comunicado publicado pasado el mediodía. Desde el organismo aclararon que para poder donar órganos, “el fallecimiento debe producirse en la terapia intensiva de un hospital y la muerte debe ser certificada bajo criterios neurológicos”. Dicha situación “se produce en aproximadamente 4 de cada 1.000 casos”, agregaron en la introducción.

Por otra parte, cruzaron explícitamente al candidato libertario: “Dar a entender que toda persona fallecida puede ser donante implica un desconocimiento total de las características más básicas del funcionamiento de todo sistema de donación de órganos, no solo el argentino”, dijeron desde el instituto.

Además destacaron el sistema argentino ya que es una referencia para otros países “es reconocido regional y mundialmente por su organización, su marco legal y su sistema de registro, que garantizan la trazabilidad de los procesos y la transparencia” y agregaron que “la Organización Mundial de la Salud ha elegido a la Argentina como uno de los tres Centros Colaboradores en materia de Donación y Trasplantes en el mundo, junto con España e Italia”.

En otra declaración directa para el candidato, señalaron que “cualquier persona que tenga conocimiento sobre un hecho vinculado a la donación y el trasplante realizado fuera del marco legal puede denunciarlo. En el caso de ser un representante del poder legislativo, tiene la obligación de hacerlo”.

Finalmente, cerraron diciendo que “en un operativo de procuración y trasplante de órganos participan entre 100 y 150 profesionales y que en la historia jurídica de nuestro país no se registra ninguna denuncia al respecto a la comisión de delitos de tráfico de órganos”.

Fuente: 0221.com.ar

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