LÁTIGO SIN ZANAHORIA: MILEI AVANZA CON BASES SIN GIRAR RECURSOS A LAS PROVINCIAS

El Gobierno gana la puja por los fondos a los gobernadores, que reciben cada vez menos plata mientras Francos intenta convencerlos de votar a favor. Obra pública y Ganancias, las claves.

El viernes 3, los gobernadores de las provincias de Río Negro, Neuquén y Chubut firmaron un compromiso para financiar con fondos provinciales la ampliación del gasoducto Cordillerano. Alberto Weretilneck, Rolando Figueroa e Ignacio Torres acordaron solventar los $7.000 millones de una obra clave para que 12.000 hogares de 25 localidades puedan conectarse a la red que gestiona Camuzzi, que hoy está al límite y no recibe más usuarios. Son trabajos que debió haber terminado la Nación. El secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, estuvo en la sesión de fotos. Pero el gobierno de Javier Milei no aportará un peso.

Es una muestra de cómo el Ejecutivo Nacional gana la puja por los fondos a los gobernadores. Las provincias reciben menos recursos de la coparticipación nacional por la caída de la recaudación, vieron reducidas de forma abrupta las transferencias no automáticas y se perjudicaron por el frenazo casi absoluto en la obra pública nacional, que se ejecuta en los distritos. Así y todo, el ministro del Interior, Guillermo Francos, busca convencerlos de que aporten votos para la sanción de la Ley Bases y del paquete fiscal. Y en muchos casos lo logra. Este último viene con la restitución de recursos por el regreso del impuesto a las Ganancias a trabajadores en relación de dependencia.

Con los datos devengados (aunque no necesariamente pagados) de abril, la tendencia del recorte de fondos a provincias se mantuvo durante las negociaciones por el combo legislativo. Según el monitor del gasto primario de la consultora Analytica, las erogaciones cayeron 23,1% interanual en abril. 

El recorte fue menor al de los meses previos, aunque la caída real acumulada en el primer cuatrimestre es del 32,5%. Descontada la inflación, el Gobierno podó casi un tercio del gasto en en lo que va de 2024. La única partida que tuvo un incremento real -y, por lo tanto, explicó el ritmo menor ajuste- fue la destinada a subsidios energéticos, indicó Analytica. Cammesa recibió 86% más de fondos, en términos reales, porque el Gobierno consolidó la deuda con un bono y dejó de pisar pagos. Pero las provincias siguieron padeciendo el ajuste. Las transferencias a los distritos cayeron en abril 86,1% real, mientras que el gasto en obra pública fue 72,5% menor al de hace un año.

Nadin Argañaraz, presidente del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), calculó que, en cuatro meses, el recorte de transferencias no automáticas a las provincias acumula un 84% interanual, en términos reales. La menos perjudicada fue la Ciudad de Buenos Aires, con una merma de recursos del 10,4%. En el otro extremo, San Juan, Formosa, Córdoba, La Rioja, San Luis y La Pampa casi no recibieron dinero: los envíos registraron mermas de entre 97% y 98,9% en lo que va de 2024.

Otro cuadro de Argañaraz permite ver la profundidad y el alcance de ese recorte casi absoluto en las transferencias no automáticas. Más de la mitad de las partidas presupuestarias que comprenden envíos a las provincias tienen niveles de ejecución de entre “cero” y “cero coma algo” por ciento. No hubo fondos para la Articulación Federal de la Seguridad, ni para el Desarrollo de Estrategias en Salud Comunitaria, ni para Prevención, Control e Investigación de Patologías en Salud. Apenas se ejecutó el extinto Fondo Nacional de Incentivo Docente (2,6%). Incluso se pisaron programas que cuentan con financiamiento de organismos internacionales, como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). El 59% de los fondos transferidos fueron a hospitales y se reactivaron recién en febrero. En enero, sobrevivieron sin fondeo nacional.

El envío de Aportes del Tesoro Nacional (ATN) se redujo hasta poder contarse con los dedos de las manos. Hubo siete giros en lo que va de 2024, generalmente para atender cuestiones urgentes, como los incendios en Chubut ($1.500 millones), en febrero, o las inundaciones en Entre Ríos ($13.00 millones), en marzo. También recibieron recursos Corrientes, Misiones, Santa Fe, Tucumán y Jujuy. En total, el gobierno central devengó $10.300 millones.

La promesa por las obras a las provincias

Francos, el trajinador de los apoyos provinciales al Gobierno, no maneja los recursos, que la administración Milei traspasó al Ministerio de Economía de Luis Caputo el primer día de gestión. Pero se comprometió a soltar algunas de las obras pisadas, en acuerdo con los gobernadores, durante su participación en el Foro Económico del NOA, con el tucumano Osvaldo Jaldo -el primer converso- de local.

Desde aquel 26 de abril de fotos y acuerdos no hubo mayores avances. Los gobernadores quedaron en enviar las obras que consideran de imprescindible continuación y que ya cuenten con financiamiento aprobado a la Secretaría de Obras Públicas, ahora bajo el mando de Caputo. Será él -y no Francos- quien levante o no el pulgar.

Hay gobernadores que entienden que el acuerdo por el gasoducto Cordillerano será el modelo a seguir y que deberán financiar con caja propia los trabajos, al menos por este año, y a cambio de un compromiso de pago de la Nación, vía bonos, para la continuación de los trabajos el año entrante. La conversación está verde.

Mientras tanto, los apoyos a la Ley Bases y el paquete fiscal se motivan en intereses propios. El catamarqueño Raúl Jalil es el más entusiasmado con el RIGI y la posibilidad de que se destraben inversiones en minería. Él y sus pares del norte desoyen los reclamos de la UIA -y de las pymes metalúrgicas, en particular- y aguardan por la restitución de Ganancias. De concretarse, el impuesto a los ingresos de los trabajadores con salarios brutos de más de $1,8 millones aportaría a la recaudación 0,29% del PBI hasta fin de año, de los cuales 0,16 puntos del PBI se repartirían entre las provincias. El chubutense Torres anticipó que sus senadores votarán en contra.

La puja por los recursos se da mientras la recaudación nacional cae y los recursos coparticipables bajan aún más, ya que el impuesto PAIS y los derechos de exportación aumentan, pero no se reparten.  En lo que va de 2024, las transferencias automáticas cayeron 19% en términos reales. A su vez, la recesión impacta en las recaudaciones provinciales, en las que el impuesto a los Ingresos Brutos representa casi siete de cada diez pesos que se recolectan. No hay plata. Zanahoria, tampoco.

Cenital

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