Jorge Macri amaga con desdoblar la elección porteña como autodefensa frente a una oferta agresiva de LLA. Mauricio agita dos cumbres de su partido y le pone porcentaje a la disputa con Milei. Qué pasa en la provincia.
“Nos pusimos de novio y nos metieron los cuernos”. Los engañados en esta historia de desamor son los Macri, Mauricio y Jorge; y los infieles son los Milei, Javier y Karina. La frase la pronuncia un dirigente del primer anillo del jefe de Gobierno y grafica el tormentoso vínculo entre el PRO y los libertarios. La metáfora carnal sigue una temática que alguna vez usó el expresidente para rechazar una fusión partidaria: “En el siglo 21, nadie se casa sin coger”, dijo Macri según reconstruyó Iván Schargrodsky en un #OffTheRecord.
De regreso de Asia, Macri puede repensar si no fue un error el rechazo a aquel flirteo de los Milei porque, seis meses más tarde, la oferta libertaria es menos amable: la Casa Rosada invita al PRO a ponerse bajo el paraguas de La Libertad Avanza y renunciar a su marca e identidad a cambio de ubicar, aquí y allá, algún candidato que antes deberá contar con la bendición última de la hermanísima. De fusión a sumisión.
El expresidente tendrá, en las próximas 48 horas, dos instancias para mandar señales. Hoy se junta la mesa chica del PRO y el viernes sesiona la asamblea partidaria. Son calendarios que estaban pautados desde antes, pero meten ruido cuando en CABA se analiza el desdoblamiento de la elección porteña y el expresidente arenga a los suyos para competir con listas propias en 2025. Cuantifica la hipótesis: “Hoy estamos 90% para ir solos el año que viene”.
Hace quince días, el jefe de Gobierno se reunió con Karina Milei. Fue una cumbre de ablande luego de un raid libertario que los Macri leyeron como aprestos de guerra. La charla fue buena y se acordó desescalar la tensión, confiaron a Cenital fuentes al tanto del encuentro. La post reunión no lo fue: el karinismo, que opera a través de la legisladora Pilar Ramírez, cruzó al alcalde porteño y se resiste a apoyar el proyecto de presupuesto.
Ramírez, quien además es la esposa de Darío Wasserman, número dos del Banco Nación, se convirtió en el alfil de Karina en la Ciudad y sus movimientos se leen como reflejos de lo que piensa la hermana del presidente. Sus detractores en LLA la acusan de excamporista por su paso por Aerolíneas Argentinas durante la gestión de Mariano Recalde. En el PRO también le recuerdan ese origen y lo señalan para explicar sus modos. “Sobreactúa para borrar que fue de La Cámpora”, petardean con algo de exageración en aquella pertenencia porque la legisladora estuvo durante años en la aerolínea.
Desde LLA avisan que no darán los votos para el presupuesto de Macri, porque en vez de reducir el Estado sube impuestos. Es un planteo conceptual pero, a simple vista, explicita una tensión política. Puede, además, leerse en espejo con lo que pasa en el Congreso nacional, donde los gobernadores del PRO piden retoques en el presupuesto que mandó Luis Caputo para tratarlo. La reacción de Casa Rosada fue desactivar el debate y, hasta acá, sacar el presupuesto de una convocatoria a extraordinarias que se contaminó con dos episodios: la detención de Edgardo Kueider con más de 200 mil dólares en Ciudad del Este y la investigación de elDiarioAR sobre el patrimonio de Cristian Ritondo y su esposa.
¿Quién quiere negociar?
En Uspallata, la sede de Gobierno porteño, repasan que en los últimos 40 días abundaron las señales bélicas de los Milei, desde cuestiones locales como las de Ramírez a otras más estructurales como la falta de apoyo libertario al proyecto de Ficha Limpia en el Congreso y la propuesta inconsulta de eliminar las PASO, además de la cerrazón en el diálogo entre Macri y Milei, que atribuyen a una decisión unilateral del presidente.
Como todo tiene que ver con todo -lo dijo el filósofo-, la foto, charla y almuerzo que Karina compartió en Paraguay con Claudio “Chiqui” Tapia suma fichas a un malestar integral. Puede ser una desmesura pensar que los Milei enterraron el plan SAD, pero pocas figuras incomodan más a Macri que el jefe de la AFA, contra quien, dicen en el PRO, Milei dijo mucho pero hizo poco.
En el PRO mencionan esa seguidilla para justificar la posibilidad de desdoblar la elección porteña entre el capítulo de legisladores locales y el de diputados y senadores nacionales. Ninguno de los dos senadores por CABA, Martín Lousteau y Guadalupe Tagliaferri, responden a los Macri. De los diputados porteños de lo que fue JxC, ninguno tiene terminal con el jefe de Gobierno. El dato es relevante en la ecuación de que Jorge pide priorizar el mapa de la Legislatura. “Sin fondos y sin diputados, va a ser muy difícil para todos los gobernadores”, dicen cerca del alcalde.
La matemática política es bastante simple: no pierde nada en el Congreso, porque actualmente no tiene nada, y puede ganar algo, aunque la obsesión es el número de la Legislatura donde pretende limitar el poder de fuego de los libertarios. La amenaza de desdoblamiento es, sobre todo, una carta para negociar, pero el principal problema para Macri es que del otro lado nadie acepta el ida y vuelta. El panorama se enturbia porque, además, Mauricio quiere una discusión integral que abarque CABA y la provincia de Buenos Aires.
La hoja de ruta de Jorge es convocar a elecciones antes del 27 de diciembre con un calendario que tenga la primera escala, las PASO, el 27 de abril y las generales el 6 de julio. El llamado tendría una cláusula gatillo: si en marzo se eliminan las PASO, podría firmar otro decreto para replantear el llamado. Bien leído, eso es un mensaje cifrado para la Casa Rosada, una especie de segunda instancia para sentarse a hablar.
El factor engorroso adicional es que, si no se sacan las PASO, desdoblar la elección implicaría que los porteños voten cuatro veces en el 2025. El dato no es menor. En el PRO hubo malestar por la propuesta libertaria para eliminar las PASO nacionales. Manuel Adorni avisó que estaría en el temario de las extraordinarias que, todavía, no fueron convocadas, donde no figura otro tema que los gobernadores, entre ellos los del PRO, piden discutir: la ley de leyes, el presupuesto.
Desdoblar es la cuestión
La hipótesis de desdoblar, además de expresar el mal momento entre el PRO y LLA, expone un factor de fondo: la potencia electoral que, con la foto de hoy, se proyecta para el oficialismo. Afecta por igual al peronismo que está parado enfrente del Gobierno y a aliados como el macrismo, porque mejora los términos en que LLA se puede parar para la competencia electoral.
Aparece, hacia adentro del PRO, una lectura diferenciada sobre Milei: mientras Macri se esfuerza por preservar esa relación, y habla de un buen vínculo personal, en Uspallata advierten que el libertario es un “león hambriento”, voracidad que se traduce en la intención de sumar casilleros políticos. El jefe de Gobierno expone una lógica que, entiende, replican todos los gobernadores que tienen elecciones locales y consiste en desdoblar para impedir que el efecto nacional impacte en sus armados locales. Jorge Macri hace una interpretación similar a la que hace Axel Kicillof, que puso sobre la mesa la posibilidad de desdoblar la elección de cargos bonaerenses respecto a los nacionales. Juegan otros componentes. El primero es que hay una disputa hacia adentro del peronismo respecto a si conviene o no esa decisión. El segundo es que con la Boleta Única de Papel (BUP) la elección bonaerense será con sistemas de votación distintos: un formato para la elección de diputados nacionales y otro para legisladores y concejales. El sistema concurrente aparece, además, como un problema organizativo serio. Pero en el Gobierno de Kicillof, y en muchos municipios, lo ven como una carta para evitar el arrastre que podría tener una boleta nacional de Milei.
Cenital