“NO ES LA GRIETA, ES LA LUCHA DE CLASES”

Alicia Castro, embajadora designada en Rusia: las miserias del Capitalismo iluminadas por la pandemia; la internacional progresista; la derecha vernácula.

Alicia Castro, actual Embajadora designada ante Rusia, ex embajadora ante la República Bolivariana de Venezuela y Reino Unido, en diálogo con #NoNosQuedaOtra AM 740 Radio Rebelde. Los remaches despiadados del Capitalismo, iluminados por la pandemia de Coronavirus y las maneras de enfrentarla; el internacionalismo como alternativa global para una organización posible; las lecturas ingenuas (y no tanto) por el porvenir post epidemia. Además, situación límite en las villas de la Ciudad de Buenos Aires, la derecha que supimos conseguir y cómo los propios errores son la ventana abierta al neoliberalismo.

El monstruo capitalista y la pandemia

“Es un momento crítico en la historia de la humanidad, sería bueno que tomemos conciencia de eso. Estamos forzados a pensar en un nuevo orden mundial y nuevas formas de conexiones entre nosotros. Lo que esta pandemia está mostrando, además de que es una tragedia humanitaria y que nosotros no hemos conocido nada parecido, son las limitaciones, desigualdades e ineficacia del capitalismo como sistema político para dar una mínima satisfacción a las necesidades básicas a ciudadanas y ciudadanos. Siempre fue una tragedia que no hubiera agua, comida; siempre fue una tragedia. Se estaba alentando la idea de que se superaban las cosas en la villa 31, y en realidad Rodríguez Larreta lo que quería era el terreno para edificar y hacer promoción inmobiliaria. Lo que hace la pandemia es mostrarlo en toda su crudeza”.

“Es absolutamente dramático. Pero siempre fue una tragedia no tener agua. Nos damos cuenta ahora con los animales caminando por las ciudades libremente, con los delfines nadando en los canales de Venecia. Nos damos cuenta de lo dañino que es el ser humano para la naturaleza. Cuando hablamos de cambio climático hablamos de una tragedia, pero no la vemos. Ha cambiado la temperatura en todas partes del mundo, tsunamis, el deshielo del Ártico; la muerte de miles de especies animales, la desaparición de las abejas… Esto tiene que ver con la obra del hombre, con la deforestación, con el monocultivo que en Argentina sigue vigente, lamentablemente, la sojización del territorio. En fin, creo que es un momento, dentro del horror, que nos obliga a reflexionar”.

La post pandemia

“Hay un optimismo exacerbado que ojalá impregne a la política, porque es pésimo tener por un lado a los intelectuales pensando y por otro lado a los políticos actuando sin pensar. El mayor exponente del optimismo, el filósofo eslavo Zizek, plantea que frente a esto el mundo va a reaccionar con conciencia, va a haber un nuevo orden mundial, un nuevo comunismo lo llama él. Lo que pasa es que tras algunos fracasos rimbombantes de la Unión Soviética, esto puede caer mal a muchos sectores, pero se podría hablar de humanismo, como hablaba Chávez, de un socialismo del siglo XXI. Un sistema que tuviera las virtudes y no los errores.

“Pero en todo caso, Zizek dice que va a haber una nueva sociedad más comunitario, más cooperativa, donde el hombre tenga un mayor papel que el Capital, etc. Después está este famoso filósofo coreano, que dice que no, que si bien es un desastre todo lo que está ocurriendo, el Capitalismo no va a deponer sus armas. Y yo coincido, lo vemos en la Argentina. Y que va a ser aun peor, porque por un lado vamos a estar más controlados, por la necesidad de controlar la pandemia. Y por otro lado va a haber una sociedad de individuos cada vez más aislados y menos conectados, y cada vez más pobres. No es lo que desean, si no que creen que es lo que va a suceder”.

“Yo me mantengo como Gramsci, con el optimismo de la voluntad y el pesimismo de la razón. Si vemos lo que pasa en Argentina donde se están haciendo enormes esfuerzos por habilitar el sistema de salud pública como para una curva más importante de la que tenemos ahora; la construcción de nuevos hospitales y cuidados recomendados. Pero mientras tanto, las grandes empresas y empresarios jugadores no solo no quieren pagar un mínimo impuesto a riquezas extraordinarias que tienen, sino que el hombre más rico de la Argentina, Paolo Rocca, que tiene la base de sus empresas en cuevas fiscales para no pagar impuestos en Argentina y pretende que le paguemos los sueldos de sus trabajadores, y a sus ganancias se las fugan. Creo que es tiempo de mucha militancia política y social, que es hora de una militancia activa, de un pensamiento crítico y es hora del internacionalismo también, siempre he sido internacionalista”.

La multipolaridad mundial

“La muerte de Chávez fue una tragedia para América Latina, porque no solo tenía las ideas… Llevarlas a cabo es otra cosa. Chávez lo que tenía era un liderazgo regional que no se ha vuelto a reproducir, que es difícil de reproducir porque depende de factores innatos, y él tenía, impulsaba dentro de las comunidad de Estados latinoamericanos y caribeños el Banco del Sur, que negociara en una moneda propia. Siempre repetía que no entendía por qué nosotros, todos los países, teníamos nuestras reservas en dólares. Eso no es solo espantoso desde el punto de vista fiscal monetario, sino que, por ejemplo, los Estados Unidos cuando han querido se han quedado con las reservas de Libia, como ahora se han quedado con las reservas de Venezuela; roban ese dinero de los depósitos de los países. En realidad, deberíamos estar independizados de la moneda dólar”.

“La comunidad de Estados latinoamericanos y caribeños somos 33 países con 600 millones de habitantes, que tenemos todos los recursos humanos y naturales para ser países desarrollados. Países soberanos con ciudadanos con derecho a la felicidad, y eso fue lo primero que rompieron los gobiernos de derecha en la región; lo primero que rompió Macri, lo primero que rompió Bolsonaro, Lenín Moreno, fue la unidad regional”.

“Los ciudadanos también tenemos algunos recursos, yo pertenezco a una internacional progresista, lo fundamos en un consejo que tiene algunas personalidades muy interesantes, como Noam Chomsky, Naomi Klein, Ianis Varoufakis, Álvaro García Linera, Fernando Haddad. Somos 40 y pico de personas en el consejo que estamos comprometidos en hacer crecer, con todas las ciudadanas y ciudadanos del mundo que quieran incorporarse, y que crean que necesitamos y nos merecemos un mundo mejor. “Que nos devuelvan el mundo”, dice VaroufakisEs una iniciativa global para apoyar, conectar y movilizar personas y movimientos alrededor del mundo con una visión común de justicia social, concientes de la necesidad y de la oportunidad del momento”.

“Es un momento en el que nadie puede pensar que esto puede seguir así. Me imagino que la sociedad podrá reflexionar acerca de que no se puede apoyar a fantoches como Bolsonaro, gente violenta, antidemocrática, tratando de poner un orden militar en vez de dar de comer. Gente como Boris Johnson que ha destruido el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido, que fue ejemplar y se fue degradando con los recortes de los gobiernos conservadores. La máxima expresión de esto fue el mismo Boris Johnson enterándose de la pandemia cuando terminó en terapia intensiva con un respirador. En Estados Unidos es una tragedia innombrable: la mayor potencia política, bélica y diplomática del mundo con ese presidente al frente, nos hace quedar muy mal a todos como civilización. Es un tipo que dice que hay que tomar lavandina, mientras se mueren miles de personas a su alrededor que por lo visto no le importan mucho; me parece que no hay nadie que pueda dejar de pensar que esto tiene que cambiar”.

La mirada al sur

“Nosotros en América del Sur tenemos que mirar hacia el sur. Creo que se han cometido y se cometen errores cuando se encuentra en la deuda, que ha sido creada para eso, una sujeción a los EEUU. Creo que hay que romper con ese prejuicio, con ese miedo. Si no, no salimos a ningún lado. Por eso era tan interesante el discurso político de Chávez. Ya ves como en Argentina muchos políticos ceden a la demonización que se ha hecho del chavismo en Venezuela. Se encuentra el canciller de Argentina con el canciller de Francia y hablan del covid-19 en Venezuela. Yo digo, “pero caramba, hay 20 muertos en Venezuela por el covid-19, y hay 25 mil muertos o màs en Francia, ¿por qué no hablan cada uno de lo suyo?, ¿no?”. Y además Argentina tiene una tradición muy firme, sólida, de los principios de no intervención, de no injerencia, de libre determinación de los pueblos y de igualdad jurídica de los Estados. Si no tenemos esa base, no tenemos nada”.

“¿Acaso a Venezuela o a nosotros se nos ocurre plantear quién tiene que ser y cómo se tiene que elegir el presidente de Francia?, o de Alemania, o de EEUU. Que no piensen en nosotros. Como decía Bolívar, “dejennos vivir nuestro medioevo”. Somos naciones muy jóvenes”.

El “silencio patriótico” de Macri, según Pichetto

Pichetto si no fuera semipolítico tendría que ser cómico, hace stand up comedy ya. Es tan absurdo, siempre lo fue, pero algunos lo metieron en lugares equivocados. Me gusta que en el debate público ahora se mencione ‘derecha e izquierda‘. ¿Cuánto hace que en el país no se habla mal de la derecha o mal del capitalismo? Creo que esto va a cambiar todo, hasta la forma de comunicarnos. Creo que Argentina tiene un 30% de derecha dura y fueron muy expresivos durante el macrismo. Ese espíritu de la derecha argentina se exacerbó: se mostraban abiertamente a favor del proceso militar, negaban la cantidad de muertos y desaparecidos, hablaban mal de los pobres, villeros, negros e indios. Teníamos monstruos como Patricia Bullrich, que justificaba que se matara por espalda a los jóvenes que salían corriendo por cualquier razón y perseguían a los mapuches. Se volvió muy expresiva la derecha en su núcleo duro. Lo que la podría hacer crecer y hegemonizar pueden ser nuestros errores. Son muy brutos, la Argentina desgraciadamente tiene una derecha muy ignorante. Acá la dictadura creó un Terror. Me acuerdo que en el 2002, cuando di el discurso en la Cámara de Diputados y saqué la bandera de EEUU, por el endeudamiento externo, para llamar la atención sobre la sujeción indeseable que tenía nuestro parlamento. Pedí que se sinceraran, bajaran nuestro pabellón y legislaran bajo la bandera de EEUU. Me acuerdo cuando preparaba mi discurso, que quería que fuera muy serio, porque sino iba a quedar como un acto de barricada lo de la bandera, tenía que estar acompañado por un discurso económico sólido, serio”.

“Lo preparábamos en ese momento con mi asesor Eric Calcagno, en ese momento, y otros. Y yo dudé mucho si decía “Imperialismo”. Lo dije, pero hacía años que no se decía imperialismo. Y lo dije tomando un discurso de Evita, que habla en contra de ellos. Acá se borraron conceptos, posiciones, actitudes, con el Terror que impulsó la dictadura. Es ees un cepo del qu enos vamos desprendiendo, pero no es tan fácil ni es tan automático. Por eso me alegro que un subproducto de esnta horrible pandemia sea que en la Argentina hay políticos incluso de centro o periodistas que hablen contra el Capitalismo. Y mencionen izquierda, derecha. Porque eso existe, no es la grieta, es la lucha de clases. Es quien quiere que la tierra sea para quienes la trabajan, el trabajo tiene que estar remunerado y no ser esclavo, y los ricos tienen que pagar impuestos. Y los que creen todo lo contrario. Hay que clarificar”.

Hamartia.com.ar


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