Organizaciones sindicales y de la sociedad civil se expresaron en contra del proyecto planteado por Jorge Macri para cerrar el Premetro y reemplazarlo con una línea de colectivos. Tanto la AGTSyP como la AAT pidieron modernizar la línea y extender su recorrido hasta la General Paz y Puente La Noria para potenciar su uso. La obra del loop, en duda, mientras proliferan anuncios de iniciativas con escasa solidez.
El proyecto para reemplazar el Premetro por una línea de colectivos eléctricos de tipo Trambús defendido recientemente por el Gobierno de la Ciudad suma cuestionamientos.
Tras la oleada de críticas de usuarios, diferentes organizaciones sindicales y de la sociedad civil se expresaron en contra de la polémica propuesta.
La Asociación Gremial de Trabajadores de Subte y Premetro (AGTSyP) presentó una propuesta para modernizar y extender el recorrido hasta la General Paz, elevando una parte del trazado.
“Tenemos una propuesta: modernizarlo y elevarlo desde Plaza de los Virreyes hasta el cruce de la Avenida Cruz y la Autopista Cámpora. Elevar el trazado permitiría aumentar la velocidad del viaje, evitar accidentes, descongestionar el tránsito y mejorar la frecuencia”, explicaron desde el sindicato.
“También proponemos actualizar el recorrido manteniendo el ramal hasta Centro Cívico y extenderlo hasta la Avenida General Paz (…) Este proyecto va en sintonía con lo que ocurre en el resto del mundo que apuesta al transporte guiado sobre rieles porque es más rápido y seguro, transporta más pasajeros, es más eficiente energéticamente, tiene menores costos operativos y de mantenimiento, utiliza mejor el espacio, descongestiona el tránsito y tiene una mayor vida útil”, detallaron.
Desde la entidad apuntaron contra la baja inversión en el Premetro en las últimas décadas y remarcaron la importancia de este medio para el sur de la Ciudad. “El Premetro es un transporte clave para los vecinos del sur de la ciudad, pero hace 4 décadas que no se moderniza”, aseguraron.
No fue la única organización que se expresó en ese sentido: la Asociación de Amigos del Tranvía (AAT) también cuestionó la falta de inversión en la línea.
“Ha sido olvidado y ninguneado por casi 40 años en los que no recibió ninguna inversión ni modernización. Una obra inconclusa que sin duda debe mejorar para aprovechar su potencial“, comentaron en redes sociales.
De manera similar a lo propuesto por el sindicato de trabajadores del Subte, la AAT también planteó la necesidad de modernización y de extensión del recorrido.
“Debe modernizarse, con coches tranviarios de última generación y mejor operatividad. Debe ampliarse: Puente La Noria y otros destinos necesitan de su confiabilidad. De ninguna manera puede reemplazarse con buses eléctricos de escasa capacidad”, detallaron.
Una propuesta cuestionada e improvisada
La idea de reemplazar al Premetro por colectivos eléctricos venía circulando desde hace semanas como un rumor en redes sociales.
Días atrás, la propuesta tomó estatus oficial luego de que el subsecretario de Integración y Desarrollo del Sur, Marcelo Di Mario, asegurara que “es probable que el Premetro se reemplace [por un Trambús], que va a ser más eficiente, más seguro, más cómodo”.
A esto siguieron declaraciones del Jefe de Gobierno, Jorge Macri, quien se encargó de confirmar el proyecto: “En la traza del Premetro es mucho más fácil poner hoy un colectivo eléctrico, un Trambús. [El Premetro] es un trencito muy chico, lleva muy poca gente. La traza ya la tenemos construida, ahí mismo [podemos meter] otra forma de vehículo”, dijo en una entrevista.
La idea de utilizar una reserva de traza tranviaria para reemplazar ese sistema por uno de menor capacidad -los coches del Premetro llevan más del doble de pasajeros que los 60 que entran en un “Trambús” rígido de 12 metros- y menor vida útil -las unidades tranviarias tienen una vida útil aproximada de 30 años, mientras que en el caso de los colectivos la antigüedad máxima tolerada es de 10 años-, a la vez que desechando la infraestructura ya instalada, difícilmente pueda ser considerada una decisión acertada o eficiente.
El proyecto, además, está en abierta contradicción con la obra de extensión de la línea actualmente en ejecución -por lo demás, licitada y adjudicada durante el actual gobierno-, que contempla el tendido de 850 metros de vías en Villa Lugano para cerrar el loop, unificando los dos ramales actualmente existentes para mejorar la frecuencia.
Jorge Macri, entre la improvisación y los golpes de efecto
La propuesta de reemplazar al Premetro por colectivos se enmarca en una serie de anuncios de dudosa capacidad de concreción y con débiles argumentos tanto técnicos como económicos.
En agosto pasado fue el turno de la propuesta para completar el tramo inconcluso del soterramiento del Sarmiento desde Villa Luro hasta Once, pero sin construir las estaciones intermedias con el argumento de que constituirían la parte más cara del proyecto.
La traza liberada en superficie sería utilizada para “un tren de menos frecuencia o tal vez un tranvía [solo en el tramo porteño], que conviva con los pasos a nivel”, según explicó entonces Macri. En su última versión, esto cambió a “un parque lineal con un Metrobús”.
Más tarde, en octubre, el Gobierno porteño defendió la idea de que la construcción de la línea I del Subte, proyectada desde hace casi un cuarto de siglo, se justificaría recién “dentro de cien años”, con el argumento de la “baja densidad” de los barrios que atraviesa (los populosos vecindarios de Caballito, Villa Crespo y Palermo) y de que la cantidad de usuarios que viajan “desde Caballito a Belgrano-Núñez […] no justificaría la construcción de una línea de Subte”, por lo que los colectivos eléctricos serían la mejor solución.
Semanas atrás fue el turno de un llamativo proyecto que consistiría en la construcción de un monorriel sobre la Avenida General Paz.
En el mismo programa donde había defendido la idea de cerrar el Premetro, Macri comentó sobre “la posibilidad de poner un monorriel por la General Paz. Ya que tenemos el impacto físico de esa autopista, ahí arriba tener un sistema de monorriel y todo un sistema abajo de estacionamiento donde la gente tal vez llegue en auto, y donde llegue se suba a ese monorriel, se baja y se va a otra forma de transporte público”.
La propuesta, de la que se desconocen mayores precisiones o estudios técnicos y que no posee partidas presupuestarias asignadas, habría sido presentada ante potenciales inversionistas en el marco de una gira oficial a Dubai, Abu Dabi y Shanghai, según explicó el titular del ejecutivo porteño.
Mientras en la Ciudad proliferan iniciativas de dudosa solidez o que significan un retroceso en términos de pérdida de capacidad de transporte, la región avanza en otro sentido.
Ciudades como Santiago de Chile o México realizan importantes inversiones para la expansión de su sistema de metro, ya sea ampliando líneas existentes o construyendo nuevas.
En estas ciudades también se está expandiendo la red de trenes metropolitanos hacia ciudades cercanas a las citadas capitales. La construcción de estos tramos, cabe destacar, se realiza considerando su conexión con los sistemas de Metro existentes o en construcción.
Además, recientemente Río de Janeiro aprobó un proyecto que busca el reemplazo de dos corredores de Metrobús por nuevas líneas de tranvías como las que actualmente funcionan. La propuesta también habilita la posibilidad de planificar su expansión hacia áreas actualmente no alcanzadas por este medio, ante sus ventajas en relación con los colectivos tradicionales o eléctricos.
Incluso Mendoza avanza en una dirección similar, con las obras de extensión del Metrotranvía -que proporcionará una conexión con el aeropuerto, algo de lo que Buenos Aires carece-, y con el proyecto del nuevo tren de cercanías.
EnelSubte

